Más de uno se pregunta, algunos con nostalgia otros con completo estupor, qué pasaría si Francisco Franco Bahamonde regresara de la muerte. Decidido a salir de dudas e invocar la figura del caudillo, Daniel Vázquez Sallés resucita al generalísimo y lo mete de lleno en la España actual en la novela Si levantara la cabeza (Destino, 2014).
No es la primera vez que alguien trae al generalísimo desde el más allá. Hay quienes que, como el artista Eugenio Merino, ya lo han puesto en práctica, eso sí, no sin consecuencias. En 2012, Merino metió al caudillo –a un versión de cera más bien- en una nevera de Coca-Cola. El asunto le valió una demanda de la Fundación Franco, que pedía una indemnización de 18.000 euros por lo que consideraron una lesión a la imagen del dictador.
No sabemos si este experimento también ofenderá a los seguidores del generalísimo. Lo que sí es cierto es que Vázquez Sallés desea averiguarlo. Escrita en clave de humor, Si levantara la cabeza pretende hacer una revisión crítica de la España actual a través de su mayor dictador, quien ahora se somete a la dinámica de la democracia, por muy vulgar que semejante práctica pueda parecerle.
En el año 2014, la Fundación Franco y Cía decide ganar las elecciones con el caudillo como candidato.
Personificado en un clon aislado durante años, pero tan arcaico como el original, Francisco Franco Bahamonde –o el individuo que pretende serlo- se convierte en la carta maestra de la Fundación Franco y Cía, que ha decidido ganar las elecciones con él como candidato. Capitaneada por Adolfo Grande de Todos los Maestrazgos, conde de Atapuerca, la organización contacta con doctor Mengele para crear un clon.
El tiempo apremia y deciden recurrir a Paquito, un hombre a quien los socialistas no le dejaron entrar en la legión por ser estrecho de pecho, y que ha rumiado durante años su odio y resentimiento. Él será el llamado a rescatar al país de la terrible crisis de valores que vive. Para hacerlo accederá no sólo a los asesores políticos, sino también al márketing y hasta los medios de comunicación.
«–¿Y en que programa me van a meter como tertuliano?
–Descartado Sálvame...
–Lo habíamos valorado, pero nos dan miedo las inteligentes reflexiones de Belén Esteban y Karmele Marchante. Maremar y Maremir se han decantado por tertulias en Intereconomía, Canal 13 y La Sexta.»
"El tiempo apremia y deciden recurrir a Paquito, un hombre a quien los socialistas no le dejaron entrar en la legión por ser estrecho de pecho".
Tras inventarle una familia a Paquito, darle formación política (subvencionada por un banquero), clases de liderazgo y una necesaria puesta al día con las obras completas de César Vidal, esta versión de Franco se convierte en el máximo líder del partido CAP, Cuarenta Años de Paz, cuyo emblema no es otro que dos jamones cruzados.
«Con usted volveremos a ser la Armada Invencible, con las velas desplegadas surcando los mares del mundo, e hinchado por la fuerza de los vientos, imagino el gran logotipo visto por los habitantes de las tierras salvajes (…) Lo que usted debe hacer es dejar aflorar sus cualidades innatas y convertir cada palabra en un eslogan de gran calado existencial. La sociedad actual no profundiza, vive en la superficie, y es preciso que alguien, usted, los instruya.», le dicen quienes le aúpan.
¿Pero... cuáles son las intenciones del Caudillo en el siglo XXI? Aprovechando la gran cantidad de franquistas reconvertidos en demócratas que existen en la actualidad, Cuarenta Años de Paz busca alcanzar un nuevo amanecer para la patria con un programa que pretende centralizar el Estado, eliminar a rojos y nacionalistas, devolver el poder a la Iglesia y satanizar las bodas entre homosexuales.
Franco se convierte en el máximo líder del partido Cuarenta Años de Paz, cuyo emblema no es otro que dos jamones cruzados por la zanca.
Retomando el camino que ya han trazado autores como Timur Vermes, el autor de la novela Ha vuelto (Seix Barral), Vázquez Sallés juega con la idea de cuán legítimo sería reírse de Franco. Vázquez Sallés autor de las novelas Flores negras para Michael Roddick (2003) y los ensayos Comer con los ojos (2006) y Recuerdos sin retorno (2013), pretende hacer que el lector sea capaz de repensar esta España, entre carcajada y carcajada.