La noticia se dio a conocer este lunes, cuando la Guardia Civil anunció la recuperación en Sevilla de un busto de mármol, supuestamente de Marco Aurelio. Se dijo luego que se trataba de San Pedro, ya que la pieza, robada seis meses atrás, estaba incrustada en la fachada de la iglesia dedicada al apóstol en Quintana del Marco, a 62 kilómetros de León. Pero no es uno ni otro, tal y como informó a la agencia EFE el director del Museo Provincial de León, Luis Grau.
No se sabe exactamente a cuál personaje histórico encarna, lo que sí es cierto es que se trata de una pieza del siglo IV, "magnífica, de gran valor y posiblemente, junto con otros dos retratos que hay en el Museo de Palencia, el mejor busto romano que haya en Castilla y León", según dijo Grau, quien incluso agregó: "Nunca se supo de quién era el busto. Por eso tanto titubeo".
El busto se encontraba junto a la espadaña de la iglesia de San Pedro en Quintana del Marco, un pueblo leonés de unos 450 vecinos, que el pasado febrero presenció cómo la cabeza que formaba parte de esta escultura había desaparecido. En su lugar, los ladrones dejaron una escalera y unas cuerdas de escalar que sirvieron a la policía como pistas para dar con su paradero.
Los ladrones robaron la cabeza de la escultura, colocada en la espadaña de la iglesia de San Pedro. En su lugar dejaron una escalera y unas cuerdas de escalar.
Este busto pertenece, junto con otras tres piezas, a la villa romana próxima de Quintana del Marco, conocida como de Los Villares. Ésta fue descubierta en 1899 y es una de las más importantes de Castilla y León. Sin embargo, permanece inexplorada, razón que podría explicar la confusión y poca información sobre a quién retrata esta cabeza de mármol.
Otro de los expertos consultados es Jesús de Celis, director del Instituto Leonés de Cultura, afirma que no existe un estudio monográfico del busto , por lo que ésta sería una "oportunidad de oro" para hacerlo.
Según ha comunicado el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO) y la Comandancia de la Guardia Civil de León, que puso en marcha la operación Versus, los presuntos autores del robo llevaban entre cinco y diez años desvalijando yacimientos arqueológicos de Castilla y León. Planeaban sacar la cabeza ilegalmente de España para venderla por unos 80.000 euros a un intermediario.