A este Premio optaban 22 propuestas de 14 nacionalidades, pero se impuso el humorista gráfico argentino, Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, creador de la tira cómica Mafalda, ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014. El premio coincide con los 50 años de la niña que amaba a The Beatles y detestaba la sopa-
Quino, quien se definió a sí mismo como "un obrero del dibujo”. Descubrió su vocación con apeñas 3 años. Según él mismo ha explicado a la prensa, volcó en el personaje Felipito buena parte de sus angustias escolares infantiles: “Me angustiaba tanto que en los primeros tres meses tenía malas notas, pero después terminaba el año con notas altas, aunque nunca era el primer alumno y eso me daba bronca”.A los 18 años se traslada a Buenos Aires para editar sus dibujos, pero pasarán tres años de dificultades económicas antes de cumplir su sueño.
Mafalda es el personaje más famoso de Quino, que desarrolló sus tiras desde 1964 a 1973. Mafalda -y su nutrida pandilla de amigos- es una niña de 50 años preocupada por la Humanidad y la paz mundial que se rebela contra el mundo que le dejan sus mayores. Un éxito internacional que ha sido traducido a más de treinta idiomas y con el que seguramente más de uno aprendió a leer. En España la censura la calificó como un tebeo "Para adultos". Lo cual, hata cierto punto, no dejaba de ser cierto.
Mafalda fue un éxito tan inmediato que la primera recopilación de la tira en un álbum, en 1966, la edición se agotó en dos días. Sin embargo, en 1973 en pleno éxito, Quino decidió poner fin a las andanzas de Mafalda, que sin embargo se mantuvo en las lecturas y estanterías de muchos. Desde que dejó Mafalda, Quino no volvió a tener un personaje fijo e incluso asumió un humor mucho más oscuro.
Sólo dibujó de nuevo a Mafalda para campañas a petición de organizaciones como UNICEF o el Gobierno argentino. Así lo hizo tras el fallido golpe de Estado de 1987 contra el presidente Raúl Alfonsín –Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1985–, cuando dibujó a Mafalda diciendo: “¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!”. Su trabajo posterior ha sido recopilando en su colección de libros de humor ¡Qué presente impresentable! (2005), La aventura de comer (2007) y ¿Quién anda ahí? (2013).
Pero el éxito de Mafalda no se debe sólo a sus agudas observaciones. También a un reparto de secundarios de lujo con los que Quino retrató y parodió a la sociedad argentina: Felipe (el soñador tímido y enamoradizo que quiere arreglar el mundo como su ídolo, el Llanero Solitario); Manolito (una caricatura del inmigrante gallego que representa las ideas capitalistas y conservadoras); Susanita (parlanchina, altiva y chismosa. Su único interés es crecer y convertirse en madre. Para ella el futuro perfecto del verbo amar es "hijitos"). También está Miguelito (enérgico, contundente y más filósofo que la propia Mafalda); a Guille (el hermano pequeño de Mafalda y el único que crece a lo largo de la tira, enamorado de Brigitte Bardot); y finalmente a Libertad (casi una metáfora: socialista convencida, es la única del grupo más radical que Mafalda).