Al golpe se le llamó “el robo del siglo”, y no era para menos: siete valiosas obras de arte –entre ellas un Picasso, un Monet y un Gaugin- en el Museo Kunsthal de Róterdam (Países Bajos). Fueron sustraídas en menos de tres minutos. Los autores son seis ciudadanos rumanos que ahora han ofrecido devolver los cuadros a cambio de trasladar su juicio desde Rumanía a Países Bajos, según ha informado este martes la cadena británica BBC.
El acuerdo ha sido ofrecido por Ragu Dogaru y los otro cinco acusados mientras acudían a juicio -uno de ellos será juzgdado- 'in absentia', en Bucarest. El juicio ha sido aplazado al próximo 10 de septiembre debido a que algunos de los acusados han exigido ser puestos en libertad bajo fianza.
Uno de los abogados de los acusados ha asegurado que sus clientes han ofrecido devolver cinco de las pinturas robadas, sin hacer mención a las otras dos. Otra abogada, Maria Varsii, ha afirmado que "hay más probabilidades de que los cuadros estén intactos", y que su cliente había ofrecido entregarlos a las autoridades de Países Bajos si a cambio se les juzgaba en este país.
Se temía que los cuadros, de Picasso, Gauguin o Monet entre otros, hubiesen sido destruidos por los sospechosos del robo cuando Olga Dogaru, la madre de uno de los acusados, aseguró en julio que habían quemado los lienzos, cuyo valor estimado podría situarse entre 65 y 130 millones de dólares (entre 49 y 98 millones de euros), aunque posteriormente se retractó de su declaración.
Los expertos forenses que examinaron los restos de pintura, lienzo y clavos encontrados en el horno de Olga Dogaru han rechazado hasta el momento afirmar definitivamente si estos restos carbonizados pertenecen a las pinturas robadas.
Los cuadros fueron robados a través de una entrada trasera del museo antes del amanecer del 16 de octubre de 2012, en un allanamiento que duró menos de tres minutos. Supuso el mayor robo de arte de los Países Bajos desde que en 1991 un total de 20 cuadros fueron sustraídos del museo Van Gogh en Amsterdam.
Las pinturas robadas salieron a la luz unos meses después cuando un amigo de Mariana Dragu, una experta en arte el Museo Nacional de Arte de Rumanía, le pidió que examinase algunas obras de arte que planeaba comprar. Según Dragu, llamó a la oficina del fiscal cuando se dio cuenta de que se trataba de los originales robados. Meses después los seis sospechosos fueron detenidos.
Las obras robadas son: Cabeza de Arlequín, de Pablo Picasso; La lectora en blanco y amarillo, de Henri Matisse; Puente de Waterloo, Londres y Puente Charing Cross, Londres' de Claude Monet; Mujer delante de una ventana abierta, de Paul Gauguin; Autorretrato, de Meyer de Haan, y Mujer con los ojos cerrados, de Lucian Freud.
Los mencionados cuadros formaban parte de una exposición que se había organizado para conmemorar el vigésimo aniversario del Kunsthal y que incluía obras de Picasso, Marcel Duchamp, Piet Mondrian, Monet, Vincent van Gogh, Freud, y otros artistas del impresionismo, el expresionismo y otros movimientos de vanguardia.