A casi ocho días de la polémica que estalló a raíz de los dos titiriteros que fueron detenidos por enaltecimiento de terrorismo tras exhibir un cartel que rezaba “Gora Alka ETA” durante la presentación de la obra La Bruja y Don Cristóbal, no paran de desfilar personajes, ya sea por la responsabilidad institucional –el señalamiento que pesa sobre ellos por acción u omisión- o política que tienen de lo ocurrido.
En el centro del debate están la Alcaldesa de Madrid Manuela Carmena, quien con esta suma ya la tercera vez en la que pide públicamente disculpas por un error de gestión; la concejala de Cultura, Celia Mayer, elegida para sustituir al también polémico Guillermo Zapata y que todavía ocupa su cargo a pesar de que la mayoría la daba por destituída… Pero hay bastantes más personajes, desde Ramón Ferrer, el coordinador del Carnaval de Tetuán –donde tuvo lugar la representación– y ex candidato de Ahora Madrid o incluso los propios titiriteros, quienes también trabajaron para Ana Botella cuando era alcaldesa. ¿Quién es quién en el caso de los titiriteros?
- El Ayuntamiento. Debía advertir y no lo hizo. Con la polémica de las cabalgatas de Reyes aún en el tintero, la Alcaldía de Madrid tuvo que hacer frente a un nuevo revés. ¿Era La Bruja y Don Cristóbal, de la compañía Títeres de Abajo apto para la programación infantil del Carnaval? ¿Lo informó el Ayuntamiento en el programa general del programa que organizaba? ¿Reflejó en la programación que se trataba de un espectáculo apto para todos los públicos… o llegó a advertir que se trataba de una pieza de contenido sensible? En el programa oficial del Carnaval La Bruja y Don Cristóbal fue descrita como un espectáculo para todo público. Sin embargo, en la cuenta de Facebook de los Carnavales de Madrid, se refiere que se trata de una función para público adulto. En su rueda de prensa de esta semana, Manuela Carmena ha asegurado que el Consistorio desconoce quién es el autor del referido post. Pero hay más. En la página web de Títeres desde abajo, la obra La Bruja y Don Cristóbal aparece clasificada como “Teatro popular” y no como un espectáculo para público infantil. Es justamente ese uno de los argumentos a los que ha recurrido la defensa de los titiriteros acusados de enaltecimiento al terrorismo por incluir una pancarta de ‘Gora ETA’ en la sátira representada por los guiñoles.
- Carmena, la alcaldesa que no controlaba a sus funcionarios. La oposición coincide en un mismo punto: la falta de liderazgo de Manuela Carmena, que ha sido incapaz de controlar a su grupo municipal. De momento, y aunque la alcaldesa de Madrid ha manifestado este lunes su pesar “por haber enturbiado las fiestas de Carnaval con el lamentabilísimo episodio de los títeres”. Lamentaciones a un lado, Carmena anunció una investigación de lo ocurrido, aseguró que se mantendría adelante la demanda del ayuntamiento contra Títeres desde abajo, pero no se pronunció sobre continuidad de la concejal de Cultura, Celia Mayer, al frente de su cargo. Ante este “error muy grave”, debe haber “unas responsabilidades de las personas que no hicieron lo que debían por lo que fuera, quizá por un exceso de confianza”.
- Cecilia Mayer, la concejala díscola. Sustituta del polémico Guillermo Zapata –señalado y procesado por sus tuits antisemitas y mofas a las víctimas del terrorismo-, Celia Mayer asumió sus funciones como concejala de Cultura. A ella correspondería la responsabilidad de lo que se programó, tanto la compañía como la obra. Tras la demanda interpuesta por Madrid Destino –la gestora cultural del Ayuntamiento- Celia Mayer pidió en su cuenta de Twitter a la compañía de la que ella es presidenta que retirara la denuncia contra los dos titiriteros. Mayer no sólo ha protagonizado este episodio. Ella tiene algunas otras polémicas a cuestas, por ejemplo: los errores en la elección de los lugares públicos que deben cambiar su nombre en los próximos meses en función de la disposición de la ley de la Memoria histórica. En ese proceso se han cometido algunos errores, desde la retirada de la placa de homenaje a ocho beatos carmelitas fusilados durante la Guerra Civil hasta la propuesta de eliminación de 256 calles bautizadas con el nombre de supuestos personajes vinculados al franquismo y que están incluidas en el informe preparado por la Cátedra de la Memoria Histórica de la Universidad Complutense.
- Ramón Ferrer, el coordinador del Carnaval y ex candidato de Ahora Madrid. Uno de los primeros nombres en saltar a la palestra fue el de Ramón Ferrer Prada, coordinador de producción y la persona encargada de la toma de decisiones del Carnaval de Tetuán. Según ha publicado la prensa, su contrato contemplaba una remuneración de 5.600 euros. Pero hay un detalle más: Ferrer se presentó a las primarias de Ahora Madrid para ser vocal de Tetuán. Y aunque fue nombrado como tal, renunció el 27 de octubre del año pasado por motivos personales. Ramón Ferrer es autor de la página web Madrilonia.org. Es sociólogo y tiene ya experiencia en proyectos sociales. En LinkedIn define su trayectoria profesional de la siguiente forma: “Tengo experiencia en proyectos de facilitación y comunicación en Tetuán y Fuencarral-El Pardo”, referencia que alterna con sus motivaciones para dedicarse al trabajo vecinal, entre las que cita, por ejemplo ésta: “las consecuencias de la nefasta gestión política de nuestra ciudad se muestran en las calles de los barrios: desahucios, represión, hambre, suciedad, pobreza, violencia, enfermedad, muerte, desigualdad, paro, fascismo…”.
- Los titiriteros, aquellos que también actuaron con Ana Botella. Los integrantes de la compañía Títeres desde Abajo a quien el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ordenó en un auto, a instancia de la Fiscalía, prisión provisional sin fianza son Raúl García Pérez, de 34 años, y Alfonso Lázaro de la Torre, de 29. A ambos se les acusa de un delito de enaltecimiento del terrorismo, debido a la pancarta con vivas ETA que muestra uno de los personajes en la obra. Títeres desde abajo ya interpretó la obra La Bruja y Don Cristóbal en enero en Granada, su ciudad de origen. Sin embargo, y en lo que a Madrid respecta, no es la primera vez que actúan contratados por el Ayuntamiento. Llegaron a trabajar incluso durante la era Ana Botella, así lo aseguró Carolina Bescansa, diputada de Podemos: "el nuevo ejecutivo lo único que había hecho había sido renovar el contrato". En 2012 realizaron un espectáculo en las fiestas del barrio del Pilar y el 11 de mayo de 2014, también con Botella, actuaron en el escenario principal de la Pradera de San Isidro. Lo hicieron con Fábula del Cocodrilo Resfriado y Farsa de la Princesa Cursilinda, dos obras indicadas para público infantil, a diferencia de La Bruja y Don Cristóbal.
- Pablo Iglesias, “es como meter en la cárcel a Darío Fo”. Ese mismo fin de semana, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que si bien la obra de Titiriteros desde abajo no era "adecuada para niños", señaló el absurdo de que "alguien en un país democrático esté en la cárcel por una obra". "Es como meter en la cárcel a Dario Fo", dijo. Ese mismo fin de semana, Iglesias apoyó al actor Juan Diego Botto por su alusión a los titiriteros en la gala de los premios Goya. “’Buenas noches compañeros titiriteros’ @JuanDiegoBotto valiente, marca la diferencia. Rodilla en tierra amigo”, escribió Pablo Iglesias y para ello utilizó una expresión que solía emplear a menudo por cierto el fallecido Hugo Chávez para aludir a la postura corporal del soldado en posición de tiro al defender una zona. Con esa imagen exaltaba la idea de defensa de la Revolución entre sus afectos. También la alcaldesa de Barcelona Ada Colau se manifestó en Twitter ese sábado para protestar por la encarcelación de los titiriteros.
- Ganemos Madrid echa leña al fuego. La formación integrante de Ahora Madrid (promovida entre otros por la delegada de Cultura del Ayuntamiento Celia Mayer) divide todavía más las facciones dentro de este asunto al cuestionar cuestionado la "escasa valentía" de la Alcaldía al no defender a los titiriteros encarcelados bajo la acusación de enaltecimiento del terrorismo. En un comunicado, Ganemos Madrid apoya a los artistas detenidos y considera su detención y encarcelamiento un "grave” atentado contra los derechos civiles. La formación considera "difícil de entender" la actuación del Ayuntamiento, que a su juicio se ha plegado a las "demandas de la propaganda mediática" y ha contribuido a la "judicialización" del episodio de los títeres al culpabilizar a los actores, criticar su espectáculo y cesar a cargos de la organización del carnaval. "Ahora Madrid, lo mejor de la sociedad madrileña te está echando un cable. No mires hacia otro lado. Recuerda que la tibieza, si es prolongada, se convierte en omisión, cuando no en complicidad. Los y las madrileñas de bien apoyan y demandan una política que tenga claro que se trata de cambios profundos, no de maquillajes", concluye la formación.