Este viernes 29 de abril, a las 13.00, comienza la 40º Feria de Primavera del Libro Antiguo y Ocasión de Madrid: 39 librerías especializadas en libro viejo y de segunda mano de toda España, que se desplegarán en el céntrico Paseo de Recoletos desde las 11.00 hasta las 21.00 horas, todos los días, hasta el 16 de mayo. Este año, el pregón estará a cargo del periodista, novelista y editor José Esteban. Para los asiduos, esta es una cita de tomo y lomo. Sin embargo, vale la pena abrir el foco y dar a conocer la feria también a aquellos que se inician. Conocida como la Feria de Primavera, en ella se pueden conseguir, a precios muy económicos, desde lo que se llama librería de fondo -volúmenes usados, descatalogados, raros o de ocasión- hasta joyas de anticuario. Y ahí está su encanto.
En la Feria del Libro Antiguo con solo un euro puede conseguir maravillas de ocasión. Y con 6.000 una joya. ¡Cinco libreros para asomarse a este mundo!
Una rara electricidad se apodera de Recoletos cada vez que se celebra, un vapor lector de otros años, una compulsión entre nostálgica y maniática. Un espíritu bibliófilo. Vamos.... ¡una fiesta! Como la primavera, la Feria del Libro Antiguo interrumpe el paso rápido de los viandantes para poner en su camino joyas inesperadas: desde una edición de los Episodios Nacionales con la bandera republicana –así eran las ediciones oficiales entre los años 1931 y 1932- hasta una belleza de esas que dimos por perdidas en el naufragio de la infancia a la adultez, como la edición de Sandokan que hizo Vulcano a finales de los setenta como parte de su serie de Aventuras de Emilio Salgari. Y como ésa, más de un ejemplar de la Bruguera de los setenta, con su portada en colores eléctricos, o las míticas cubiertas de Alianza que diseñó Daniel Gil (Para aquellos lectores muy jóvenes o que no conozcan aquellas míticas obras de arte, podéis leer más aquí).
Organizada por la Asociación de Libreros de Lance de Madrid, la feria se celebra desde el año 1977. Su esencia radica no sólo en recuperar ediciones de ocasión, sino también ejemplares cuya singularidad constituyen parte del patrimonio histórico y bibliográfico: primeras ediciones literarias de las generaciones del 27 y del 98 (algunas dedicadas por sus autores, para deleite de los coleccionistas), ediciones románticas ilustradas con grabados y litografías, encuadernaciones artísticas, documentos manuscritos de todas las épocas (carteles, postales, además de alta bibliofili)a; todo ello con el fin de satisfacer la búsqueda de los bibliófilos, investigadores, aficionados y curiosos, pero también de aquellos lectores casuales, a quienes les pilla de camino un libro como un fogonazo de la memoria. Son 18 días en los que las personas pueden gozar del placer de ver –y, sobre todo, de tocar– los ejemplares, además de promover el amor al libro e incentivar su lectura. Parafraseando Juan Tallón, toca decirlo: una sociedad sin libros, como una sociedad sin bares, está muerta.
¿Una edición del Quijote del XIX? ¿Ejemplares míticos como los de Bruguera o la Alianza de Daniel Gil? ¡Este es el sitio!
Hay mucho más en esta feria: grabado clásico, planos y mapas, vistas locales, costumbrismo, ciencia, moda, artes decorativas. Además de una de selección de carteles, dibujos originales, figurines de moda, publicidad, documentos, fotografías, textos de escuela, tebeos, novelas populares, así como colecciones de álbumes de cromos, tarjetas postales,... es decir, con todo aquello relacionado con el coleccionismo del papel antiguo. Como en años anteriores, se reeditará una obra sobre un tema madrileño. En esta ocasión, se trata del libro Madrid-Moscou. De la Dictadura a la Guerra Civil en España, de Armando Boaventura, publicado por primera vez en Santiago de Chile en 1937. Hay que agregar que el pintor elegido para diseñar el cartel de este año ha sido el artista plástico jienense Javier de Juan (Linares, 1958) ha diseñado un hermoso cartel, de aire canalla y vetusto entre el contumbrismo y el expresionismo, acaso con un punto noir a lo Chandler. Dicho esto, toca ir a la chicha, a lo importante… ¡La selección prometida! Cinco libreros, cinco casetas.
Librería Vitorio (Caseta 34). Quienes conocen a Juan Molina saben qué singulariza a esta librería con respecto a las demás: la cercanía. La vieja costumbre del librero como prescriptor cobra vida en él. Sólo una conversación con Molina merece tomarse un tiempo. En la caseta de su librería, llamada Vitorio, hay platos fuertes para todos los gustos, bolsillos y costumbres lectoras: desde ejemplares de ocasión o segunda mano a un euro hasta joyas del XIX. Algunos de los libros con los que visita la feria este año –un pequeñísimo abreboca en comparación a lo que expone y vende- incluyen desde objetos de relumbrón en la colección de cualquier bibliófilo como los cuatro tomos de una edición del Quijote publicada en 1836 o los nueve tomos de la Historia de la Guerra Europea de 1914 escritos por Blasco Ibáñez. Esta ultima está considerada como una confitura: los escribió Blasco Ibáñez por entregas. Los publicó la editorial Prometeo entre el 17 de noviembre de 1914 y el 28 de julio de 1919, cuando se firma la Paz de Versalles. Existen este tipo de libros, pero también volúmenes de historia de la guerra del siglo XIX, además de libros de viaje y Madrid.
Librería Tunicia (Caseta 35). Originalmente ubicada en la madrileña cuesta de Moyano, la librería Tunicia se muda en estos días a la caseta número 35 de la feria. Vecina de la ya mencionada Vitorio –ambas están magníficamente ubicadas, muy cerca del Gijón además-, la librería de Francisco Moncada procura cubrir el libro de ocasión con precios competitivos y una selección lectora de primera, hasta bellezas como los ejemplares dedicados de Gómez de la Serna, las primeras ediciones de la Generación del 27 así como los 35 tomos del Manual del librero Español e Hispanoamericano, una verdadera biblia que el librero, bibliógrafo, historiador cultural y cervantista español Antonio Palau y Dulcet comenzó a escribir y publicar desde 1919.
Librería Sánchez (Caseta 37) Ubicada en la calle Córcega de Barcelona o los domingos en el mercado de San Antonio (paradas 72 y 78), esta librería se desplaza a Madrid por 18 días para ocupar la caseta número 37 de la 40º Feria de Primavera del Libro Antiguo y Ocasión de Madrid. De las librerías especializadas en la materia -libros antiguos, incunables, bibliofilia y coleccionismo- en Cataluña, es de las más recomendadas. 20 años de historia y rarezas bibliófilas lo atestiguan. Si quiere preparar la visita a la caseta, puede ver el catálogo en su Web.
Librería Iratxe (Caseta 27). Es una de las librerías de ejemplares antiguos, agotados, curiosos y de segunda mano de referencia en Pamplona. Su librero, Kike Abárzuza, forma parte de una conocida familia de libreros que desde los años 40 se han convertido en referencia en Pamplona. En los Abárzuza el oficio de librero ha pasado de padres a hijos. Para esta edición, trae incunables como una edición del catálogo de obispos de Nicolás de Assiay, de 1614; pero también ediciones descontinuadas como la que hizo en 2008 Celia Fernández Prieto y publicó MareNostrum de Automoribundia, de Ramón Gómez de la Serna. Hay además ejemplares de Papeles de Son Armadans, la revista literaria fundada y dirigida por Camilo José Cela. Las que trae Iratxe pertenecen a una serie dedicada a Picasso. Es una edición de 250 ejemplares, numerados y firmados por el malagueño.
(+1) Librería Recuerdos (Caseta 4) Muy cerquita de la diosa Cibeles (es de las primeras casetas) es otro de los imprescindibles de la 40º Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Como la mayoría -por no decir todas- de las otras que participan, también forma parte de Feria de Otoño del Libro Viejo y Antiguo de Madrid (organizada por Libris, la Asociación de Libreros de Viejo), que en su edición pasada -la número 27- reunió 41 librerías especializadas procedentes de toda España. El (+1) tiene un sentido. Al tratarse de sólo cinco, hay que aprovechar la suma para mencionar una más. Se trata de la librería Anticuaria Mundus Libri, de Salamanca. En ella no sólo se encuentran manuscritos, documentos cartográficos, libros antiguos, raros o descatalogados, sino que además pueden adquirirse todos los objetos que tienen relación con el libro, la historia de la escritura y el coleccionismo: escribanías, grabados, fotografía antigua, álbumes de fotos. En 2013 se mudaron a un nuevo espacio en plena calle Compañia, centro histórico de Salamanca, en las antiguas paneras del Convento de las Madres Agustinas Recoletas, fundación del Duque de Monterrey en el siglo XVII.