Cultura

Demarco Flamenco vuelve tras el pelotazo de 'La isla del amor'

Arrasa en redes sociales y cuenta con seguidores como Sergio Ramos y Camela

  • Demarco Flamenco arrasa con su flamenquito cariñoso

Marco Jesús Borrego es un hombre de respuestas cortas. No rehuye ninguna pregunta, pero tampoco las adorna con el discurso bohemio, pomposo y ‘cultureta’ de la mayoría de las estrellas que van de 'intensas'. Hablamos de un chico que trabajó en una carnicería y repartía bombonas de butano en Utrera (una de las cunas del flamenco clásico) hasta que triunfó en las redes con un ritmo sencillo y contagioso, titulado 'La isla del amor’. La versión original lleva 95 millones de escuchas en Youtube más 15 de la remezcla con Juan Magán y Maki. “Si te veo sonreír, soy el hombre más feliz”, canta con una candidez desarmante. El amor en el siglo XXI es eso: conservar la inocencia en mitad de la jungla de egoísmo narcisista.

Comercialmente, le ha ocurrido lo mismo que a sus admirados Chichos y Chunguitos: sus canciones triunfan entre la alta sociedad y el pueblo llano, pero son rechazadas por gran parte de una clase media que ve en el llamado “flamenquito” un vertedero de vulgaridad, simpleza y “chonismo”. En Spotify, su canción más emblemática acumula otros 70 millones de clics. Ya es un hecho que estamos ante uno de los artistas españoles más populares de nuestro planeta pop. "Es verdad que lo que hago es un género que está más denostado, pero no me puedo quejar porque disfruto del cariño y la atención del público", responde.

Trap y tangos flamencos

Demarco Flamenco publica estos días su segundo álbum, la prueba de fuego para cualquier artista que haya arrasado con el primero. Se titula 'Le sonrío al agua' y la explicación no puede ser más transparente: “Esa frase significa que soy una persona feliz. Me va bien en todos los campos: con mi familia, con mis amigos y con mi trabajo. Ver el agua correr ya me hace soltar una sonrisa. Vivo un momento mu bueno y quiero disfrutarlo”, resume.

De hecho, su mayor preocupación es que este nuevo trabajo no guste tanto a su público como el primero. “Siempre te queda esa duda, pero yo estoy tranquilo porque he hecho todo lo que estaba en mi mano. Me he vaciado en estas canciones, he ampliado la banda para los directos y he estado atento para ponerme al día con los nuevos sonidos”, responde. Por supuesto, hay bases electrolatinas de las que triunfan hoy en las radiofórmulas. Más difícil todavía: incluye incluso un ritmo trap, “Te has marchado”. “Es una música que me gusta mucho, por ejemplo Anuel AA o Maikel de la Calle, pero me siento muy lejos de esas letras sobre drogas y exhibir dinero. Lo que me engancha es el ritmo, que muchas veces va en clave de tango, de tango flamenco, claro”, apunta.

"Cuando miras canales como Youtube Tendencias cada vez encuentras más vídeos o canciones flamenquitas con toques de reguetón, nos vamos acercando", dice Demarco Flamenco

Amores de barrio

Para entender el éxito de Demarco Flamenco hay que atender a varios factores. Uno es el profundo divorcio entre los expertos musicales y el público. Basta echar un ojo a Youtube Tendencias Música, lista de las canciones más populares del momento, donde arrasan el reguetón y el llamado flamenquito. Nada más publicarse, su nuevo single se coló en el top cinco. Se llama "Pa ti pa mí na má" y describe otro subidón amoroso, tan adictivo como “La isla del amor".

"Cuando pones YouTube Tendencias, cada vez encuentras más vñideos o canciones flamenquitas con toques de reguetón. Nos vamos acercando. Mis canciones han tenido muy buena acogida en América Latina y me apetecía probar esos ritmos”, admite. Ampliar su popularidad en ese continente es otro de los objetivos que maneja. Declara su admiración por artistas como Ozuna, aunque Demarco rechaza usar música pregrabada en sus directos. “Me encanta la emoción de tocar en vivo y sé que a mis seguidores también. Lo que sí voy a incorporar en la nueva gira son pantallas porque el contenido audiovisual puede aportar algo al espectáculo”, anuncia.

El artista defiende el flamenquito con el último peldaño de una larga tradición. "Antes solía llamarse fusión y aludía a ciertas canciones de artistas como Ketama, La Barbería del Sur e incluso Camarón de la Isla o Enrique Morente. La diferencia es que nosotros fusionamos con lo de ahora, que puede ser el pop latino o el trap", recuerda. Muestra debilidad por superventas centrados en lo sentimental como Pablo Alborán y Niña Pastori. El momento pop ha cambiado: el gran público -especialmente el más joven- prefiere canciones sencillas sobre conflictos universales, que sirvan para acompañarles en las alegrías y las penas. “Siempre he escrito sobre mi día a día. Puede parecer que las posibilidades son limitadas, pero en la vida más rutinaria se pueden encontrar un montón de momentos especiales. Por ejemplo, la canción que abre mi disco, “Vístete de mí”, habla de vivir con alguien de quien estás enamorado y de lo especial que es despertarte junto a ella y los primeros cinco minutos en que la ves”, explica. 

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