Su primera cámara fotográfica se la regaló su esposa Brooke Hayward, en 1961. Y con ella, Dennis Hopper retrató un mundo entero. Eran los primeros años de la década de los sesenta. Todo estaba por ocurrir: Vietnam, Kennedy, Leary, los beatniks ya existían pero los hippies venían en camino. Contracultura, pura y dura. Y fue este actor y director de cine el encargado de retratarla.
Parte de ese universo extraviado vuelve hoy al presente con En el camino, exhibición del Museo Picasso de Málaga. Son 141 fotografías en las que aparecen Allen Ginsberg, John Wayne, Dean Martin, Paul Newman, Brian Jones, Ike y Tina Turner, James Brown o Martin Luther King, acompañadas de una pequeña selección de su trabajo artístico y de obras de otros artistas como Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Claes Oldenburg o Ed Ruscha, además de una muestra de sus trabajos audiovisuales.
El camino artístico de Hopper empezó a los nueve años, en la Nelson Art Gallery de Kansas City donde compaginó las clases de arte e interpretación. Pero fue su encuentro con el inolvidable James Dean en Rebelde sin causa (1955) lo que cambiaría su percepción. Dean le aconsejó a Hopper el uso de la fotografía como práctica para sus encuadres cinematográficos.Y así lo hizo. El resultado -o una parte- es lo que vemos exhibido en Málaga.
Rodajes, carreteras, ciudades, manifestaciones por los derechos humanos, celebridades o personas anónimas.Todo fue retratado por el ojo intenso de Hopper, quien llegó incluso a inmortalizar el encuentro entre Duchamp y Warhol en la década de los sesetna.
La muestra del Museo Picasso Málaga, comisariada por su director artístico, José Lebrero, enseña también siete pinturas y esculturas de Hopper, que en este campo se movió entre el expresionismo abstracto y el pop art, y nueve creaciones de artistas que formaron parte de su círculo más íntimo, como Warhol, Roy Lichtenstein y Claes Oldenburg.