En las páginas de Caligrafía de los sueños (2010), Ringo, el protagonista, pasa largas horas, embelesado, admirando a las cupletistas de las marquesinas del cine Selecto; asiste a las sesiones dobles de westerns, como lo hacía el propio Juan Marsé, de niño, en los cines Guinardó de su Barcelona natal.
En su vida, como en su obra, cine y memoria son en Marsé un lugar hecho del mismo material. Una conjunción a la que el autor de El embrujo de Shanghai ha dedicado sus más hermosas líneas. Ahora, sin embargo, no será Marsé el que se siente a mirar. Él será el observado al convertirse en el protagonista de un documental sobre él realizado por Augusto M. Torres que lleva por título Juan Marsé habla de Juan Marsé.
Con una duración de 94 minutos y planteada como una entrevista apenas interrumpida con unas imágenes de recurso de los objetos que tiene en su despacho –libretas, bolígrafos, libros, papeles-, la película fue rodada durante dos días. El resultado fue un total de ocho horas de metraje finalmente reducidos a hora y media d filme.
Marsé, quien presentó el documental ayer en la Filmoteca de Cataluña junto a Torres, dijo no contar en la cinta “nada especial, ni nada que no se supiera de alguna manera”, aunque sí precisó que en la cinta habla de algunos temas, como fueron sus diferencias con José Manuel Lara a raíz de su dimisión como jurado del Premio Planeta de Novela entre los años 2004 y 2005.
A su juicio, los miembros del jurado eran “floreros” o actuaban como “funcionarios” del grupo Planeta ante unos manuscritos de “muy bajo nivel”. “Cuando los periodistas me preguntaron que qué me parecía a mí el nivel, dije que no era bajo, sino subterráneo. Lara no me lo perdonó”.
A pierna suelta habla Marsé de cuánto detesta las versiones cinematográficas que se han hecho de sus novelas, también avanza que está escribiendo una nueva historia con trasfondo cinematográfico así como una biografía suya en la que habla de su adopción, la procedencia de sus padres biológicos y más detalles de su vida.
Compañero de generación literaria de Gil de Biedma, Mendoza, Barral o Vázquez Montalbán, Marsé habla ante la cámara de su carrera, de sus famosas novelas Últimas tardes conTeresa, Si te dicen que caí o El embrujo de Shanghai, sobre las que refiere la abierta influencia del cine clásico norteamericano que consumió durante pequeño en las sesiones de tarde en su infancia barcelonesa.
El escritor, guionista y productor madrileño Augusto M. Torres, conocido popularmente por su faceta de crítico de cine en el diario El País, durante veinticinco años, ha reunido en Juan Marsé habla sobre Juan Marsé las que dice don dos de sus pasiones: el celuloide y la literatura y qué mejor personaje para la síntesis de ambos mundos.