La duquesa de Alba, una de las mecenas de España en el mundo del arte, desvela sus gustos, sus filias y sus fobias artísticas. A sus 86 años la duquesa demuestra una gran lucidez hablando de temas de rabiosa actualidad como las próximas elecciones de Cataluña, y no tan actuales pero igualmente interesantes, como su relación con Picasso. "Con Picasso no tuve ninguna experiencia. Me mandó un recado con Luis Miguel Dominguín y la contestación fue negativa". Pero curiosamente fue un Picasso su última adquisición: "Lo compré y al día siguiente de comprarlo, murió. ¡Fíjese! Hubiera subido mucho el precio..."
Cayetana Fitz-James Stuart también se preocupa en esta entrevista concedida al diario ABC por el modelo independentista que promueve Artur Mas, porque “Cataluña es una gran región y me parece muy mal que se haga eso; es muy perjudicial y poco patriota”, expone con contundencia. Pero de lo que más habla Cayetana en la entrevista es de su pasión por el arte. Una pasión que tanto ella como su marido comparten, según dice.
En este encuentro también aprovecha para lanzarle alguna puyita a la baronesa Thyssen por haber vendido su cuadro 'La esclusa', cuando explica que nunca ha tenido la tentación o necesidad de vender alguna de sus obras: “No, gracias a Dios”. Y se queja amargamente cuando le preguntan qué obra le gustaría tener en su colección: “Un Van Gogh, un Gauguin…”
Presume Fitz-James Stuart de que Zuloaga le pintara dos veces en su vida. Las dos montando a caballo, pero una cuando era niña y otra ya cuando era joven. Y habla de sus encuentros con Warhol al que describe como “una persona muy agradable, pero no me gusta su pintura”. Durante la entrevista también se habla de los esfuerzos que le ha debido costar mantener su colección de arte: “Bastante, pero lo hice con mucho entusiasmo porque era la gran ilusión de mi padre y también la mía”.
