John Kenneddy Toole se suicidó antes de ver publicada La conjura de los necios. Virginia Woolf tuvo que crear su propia editorial. En 1953 José Saramago, desanimado y rabioso, guardó para siempre en el cajón su novela Claraboya luego de que una editorial rechazara su manuscrito. La publicación es y ha sido una de las principales piedras de tranca para escritores. Los grandes sellos, e incluso los independientes, evitan arriesgarse con autores anónimos, que se apilan día tras días en el limbo de la bandeja de mensajes no deseados.
Esta situación, sin embargo, dio un vuelco con la llegada de la autopublicación. La creación de plataformas digitales borró de la faz de la tierra la imagen del escritor cuyos esfuerzos inútiles sólo conducen a la melancolía por otros que han puesto manos a la obra, han colgado su novela en internet y se han convertido en lo que hoy algunos llaman escritores 2.0.
Uno de los ejemplos emblemáticos es el de la estadounidense Amanda Hocking, quien en 2010, harta de recibir cartas de rechazo de las editoriales, decidió publicar sus tres primeros libros en Amazon. Esto ocurrió en marzo. En mayo había vendido unos pocos cientos, en julio ya eran varios miles. A finales de 2010, había vendido más de 150.000 copias de sus libros. Alcanzó el millón a principios de este año y su historia llegó al New York Times y el USA Today. Las editoriales tocaron, esta vez sí, a su puerta.
Amazon ofrece a los autores que publican con ellos el 70% del precio del libro, en lugar del 10% tradicional.
Junto a Hocking surgieron otros como John Locke, otro autor independiente, de 61 años, con una larga lista de rechazos a sus espaldas, consiguió vender 1 millón de libros en 5 meses. Alcanzó 350.000 dólares royalties unos. Hoy tiene un contrato con la editorial Simon & Schuster para editar sus novelas en papel.
La autoedición implica, en ese sentido, no sólo la posibilidad de darse a conocer sino que permite al autor trabajar sin intermediarios e incluso obtener mayor beneficio por su obra. Amazon, por ejemplo, ofrece a los autores que publican con ellos el 70% del precio del libro mensualmente, en lugar del 10% tradicional liquidado una vez al año.
Autoedición, el caso español
En España también ocurre un fenómeno Hocking y Locke, aunque de momento en una escala mucho menor. Se trata de un grupo de escritores, a quienes algunos llaman la Generación Kindle: Esteban Navarro, Blanca Miosi, César García Muñoz, Fernando Trujillo y Bruno Nievas. Ellos forman parte de los autores con éxito en Amazon que ahora publican en papel con la editorial B de Books.
Bruno Nievas, pediatra almeriense de 39 años, tenía en sus manos una novela de ficción que hizo llegar a varias editoriales. Todas la rechazaron. Decidió entonces colgar su opera prim, Realidad aumentada en la Red. Consiguió más de 42.000 descargas. Hoy, el ejemplar ha sido publicado por Ediciones B.
Bruno Nievas consiguió 42.000 descargas de su primera novela, hoy publicada por Ediciones B.
Otro de sus compañeros de grupo superventas de Amazon, Esteban Navarro, que trabaja en la comisaría de Huesca, ha llegado a vender 2.000 e-books a la semana con Los fresones rojos, una novela policiaca que protagoniza su alter ego, “el policía nacional Moisés Guzmán, destinado en la Oficina de Denuncias de la Comisaría de Huesca”.
Plataformas independientes o especializadas
El gran cambio lo trajo Amazon con el Kindle Direct Publishing que ofrece a cualquier autor la posibilidad de colgar irectamente su obra en la librería virtual, para ser leída en formato Kindle. De los diez e-books más vendidos la última semana, siete son autoediciones, todas con precios bajísimos, que oscilan entre los 0,89 y los 3,08 euros.
Apple anunció a principios de 2012 iBooks Author, una nueva herramienta gratuita para la creación de "e-book". Esta aplicación gratuita, disponible para el sistema operativo Mac OS X, está orientada tanto a editoriales como a autores o diseñadores que quieran concebir libros electrónicos para el iPad e iPhone.
Otras plataformas independientes como Sigil (con versiones para Linux, Mac OS X y Windows) ofrecen opciones de software libre orientados a la creación de libros electrónicos en formato ePub.
Existen editoriales o plataformas que dan ese servicio, así lo demuestran iniciativas como Lulu, Círculo Rojo y Bubok. Éste último permite editar un libro de forma gratuita; por 195 euros, gestionan el ISBN, el depósito legal y el código de barras; y así hasta la posibilidad de editar un libro de forma totalmente profesional con maquetación, corrección e incluso nota de prensa enviada los medios. Desde abril de 2008 han publicado más de 60.000 títulos.