En un encuentro que sostuvo en Alicante con varios medios de comunicación, el escritor barcelonés Eduardo Mendoza no sólo se limitó a analizar los vericuetos de su más reciente novela, El enredo de la bolsa y la vida, sino también otros temas de actualidad, específicamente, el debate político y social sobre Cataluña.
A juicio de Mendoza este tema necesita "sedimentarse" y pasar la página "del eslogan y las declaraciones". "Tengo la impresión de que la cosa está aún efervescente y creo que tiene que ir en otros términos”, dijo el escritor de El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de la aceitunas y La aventura del tocador de señoras, tres novelas dedicadas a la serie del detective anónimo que ahora retoma en El enredo de la bolsa y la vida.
Tras asegurar que le interesa "enormemente" lo que pasa a su alrededor, pues "un escritor -ha añadido- tiene que estar en la calle", Mendoza ha aseverado desconocer "si dentro de unos años" el debate actual sobre Cataluña "podrá ser objeto" de una novela. No obstante, ha apuntado que cuando hayan pasado "los años necesarios para lograr una perspectiva yo no estaré ya para escribir nada".
"He llegado a la conclusión de que es muy difícil hablar del presente si no se le pone una distancia en el tiempo", ha dicho el escritor barcelonés para quien la realidad es siempre "muy fluida, contradictoria y poliédrica". Por ello, según ha indicado, muchas veces es mejor verla "a través de los ojos del que está lejos, como un extraterrestre", en alusión al personaje de su novela Sin noticias de Gurb.
Preguntado por el manifiesto a favor del federalismo suscrito por escritores, catedráticos y políticos, Mendoza ha expuesto que nadie le ofreció la posibilidad de firmarlo o no, "algo de lo que me alegro, pues no se lo que hubiera hecho"."Soy poco partidario de firmar manifiestos y no creo que contribuyan a esclarecer nada. Además, se ve más al que no está, que al que está, y considero que los intelectuales tenemos que pronunciarnos de forma individualizada", ha añadido el escritor.
Sobre su última novela, El enredo de la bolsa y la vida, Mendoza comentó sobre las andanzas de su ya conocido investigador sin nombre, un hombre "esperpéntico, disparatado y al que todo le da igual". "Yo tengo una deuda importante con Valle Inclán, con el esperpento, heredero de la picaresca de Quevedo, y esta visión exagerada, tremendista y absurda de la realidad es muy española", dijo.
Además, ha manifestado que su investigador se ha quedado sin la competencia de Pepe Carvalho, el protagonista de numerosas novelas de Manuel Vázquez Montalbán, "y eso siempre es malo"."Yo no abría sacado a la luz a mi investigador si no hubiera surgido Carvalho”.
Tras definirse como escritor "poco sistemático y muy caótico", Mendoza ha manifestado que la situación económica y social está generando "un desánimo entre las personas muy negativo"."Y lo mismo se podría decir de la prensa, que en estos momentos difíciles y críticos tendría que estar tomando un poco las riendas de la situación y no lo está haciendo".
En su opinión, a veces la prensa es "un órgano de opinión y de propaganda" cuando lo que la sociedad pide son "datos".