Leo Bassi (Nueva York, 1952) es un cómico irreverente y extravagante. En tiempos en los que ha vuelto a plantearse el debate sobre la libertad de expresión, nunca está de más conversar con alguien que se ha enfrentado en unas cuantas ocasiones a los intentos de censura de los extremistas.
En la conversación con Vozpópuli, recuerda sus años en la Polonia soviética, cuando los censores del régimen comunista se sentaban en la platea con actitud censora. También habla de Benito Mussolini, que encarna en las tablas desde hace unos cuantos meses, en los que aprecia un auge de la ultraderecha.
Pregunta: A usted se le puede acusar de resucitar a Benito Mussolini…
Respuesta: (Ríe) Sí, lo hago en la obra Yo, Mussolini.
P: ¿Cómo le dio por ahí?
R: Pues porque es un momento en el que la extrema derecha ha crecido de forma preocupante en Europa, con los Salvini, Merloni, Abascal, Orban… Hay una parte de la población, entre las clases populares, que ha comprado su discurso. Esa gente estaba abandonada por la izquierda, que había dejado de lado a los obreros.
P: Hace unos años vi una película que se llamaba Hitler ha vuelto, en la que aparecía el dictador alemán en Berlín y se sorprendía de unas cuantas cosas. ¿Qué le ha llamado la atención a su Mussolini?
R: Pues lo que te digo. Se ha encontrado una izquierda muy intelectual, incluso pija. Una izquierda que no sabe conectar con la gente que está en dificultades, que se empobreció tras la crisis de 2008 y que tiene problemas que esa izquierda burguesa no entiende.
P: Una izquierda desnortada…
R: Es una izquierda que tiene su público. ¡Yo mismo disfruté con Gramsci! Pero es que la izquierda ha dejado de lado la taberna. El bar donde las clases populares desayunan por la mañana. Ahí el ambiente es zafio y grosero, pero ahí es donde están los votantes que hoy apoyan a la extrema derecha.
P: En España, Vox tiene 4 millones de votos, mientras Podemos está en decadencia…
R: Repito: es que la izquierda tiene ese discurso elevado con el que no se identifican muchos ciudadanos. Mira, yo vengo del mundo del circo, yo he hecho de todo, he cargado camiones, he montado estructuras, yo soy de esas clases populares. Entonces, hay una serie de conceptos que esa gente, pegada a la calle, a su barrio, a la precariedad, no entienden. No le valen.
P: Un discurso ajeno a las clases populares…
R: Te hago una reflexión. Una parte de la izquierda, la del nuevo feminismo, se opone a los roles machistas, habla de patriarcado e incluso critica el concepto de masculinidad. Entiendo estas críticas y las veo justas, pero hay que encontrar un lenguaje adecuado para hablar de eso a los chavales de la calle, de lo contrario, irán directos a Vox. Porque el discurso actual hay chicos que no lo entienden. Ellos se encuentran bien como son y consideran que no hacen daño a nadie porque les gusten las rutinas tradicionales.
P: El gusto de celebrar un gol en un bar…
R: ¡Es que eso es sentirse parte integrante de la tribu! No hay nada de malo ahí. Y a veces parece desprenderse cierta crítica hacia esas actitudes en el discurso de esta izquierda.
No hay nada de malo en celebrar un gol en un bar, pero a veces parece desprenderse cierta crítica hacia esas actitudes en el discurso de esta izquierda.
P: La tribu…y los fascismos. Ese sentimiento de filiación también está detrás del auge de los totalitarismos. Primero llega el malestar, luego quienes prometen la salvación y, al final, el grupo…
R: Mira, me pasa una cosa curiosa. Con el tiempo, he aprendido a ver a Mussolini como un títere. Para unos, es era el fascista despiadado. Para otros, el dictador bufón, ridículo. Al final, era un títere de las élites. El capital financiero, incluso judío, financió a los fascismos para frenar el avance del comunismo en Europa. Eso es innegable, pese a que ahora la intentan tapar.
Leo Bassi y el capital
P: ¿Escriben la Historia?
R: Te voy a poner un ejemplo que te va a gustar. En Nueva York, la familia Rockefeller construyó en su día el Rockefeller Center como símbolo de la prosperidad de Occidente. Son veinte edificios que se realizaron en los años 30, mientras los banqueros occidentales apoyaban a los fascismos para frenar el comunismo. Pues mira, en la gran plaza del Rockefeller Center que hay en la Quinta Avenida hay algo que quizás no sepas y que he descubierto, y es que la estatua de Atlas, de 18 metros de altura, tiene la cara de Mussolini. ¡La cara de Mussolini, sí!
P: No lo sabe mucha gente, me da la impresión…
R: No hay una guía de Nueva York en la que se diga. Y en Google es difícil encontrar información sobre las manifestaciones que se produjeron en oposición a su construcción. ¿Por qué? Buena pregunta. Sólo te digo que quienes promovieron aquello siguieron en el poder tras la Segunda Guerra Mundial. Y aún hoy se mantienen ahí. Tienen una capacidad de adaptación sorprendente. Por eso te digo que hay dictadores, como Mussolini, que son títeres del verdadero poder, que está en el sistema financiero.
P: Gatopardismo…
R: Es que es eso: promover cambios para mantenerse en su posición de poder. En la élite. Todo tiene un porqué. ¿Sabes cómo se hubiera frenado al fascismo italiano en los años 30? Con una declaración contraria del Papa. ¿La hizo? Evidentemente, no. ¿Por qué? Ahí está la clave. El poder engorda o consiente a los totalitarismos y es responsable de auténticas barbaridades que, por la razón que sea, le vienen bien en cada momento.
P: Hablemos de usted, ¿cuál ha sido lo más transgresor que ha hecho?
R: Pues quizás La revelación, donde contaba la historia de un jesuita que se desencanta, pierde la fe y termina con los mapuches, en el Cono Sur. Hubo una reacción muy fuerte contra esta obra y otras religiosas. Del partido España 2000, que ocupaba el mismo espacio que ahora Vox. Tuve demandas de Hazte Oír y de Abogados Cristianos… Me amenazaron…
El poder engorda o consiente a los totalitarismos y es responsable de auténticas barbaridades que, por la razón que sea, le vienen bien en cada momento.
P: ¿Algo más?
R: (Ríe) Bueno, hubo una vez que me invitaron a actuar en una gala en Televisión Española. Aquello era horrible, muy anticuado. Un programa casposo, de los 50…de los 60… Me acuerdo que estaba presentado por Norma Duval. Entonces, como me parecía una mierda, cogí una caca de perro de la calle y me la puse en la cabeza.
P: Lo recuerdo…
R: (Ríe) Su reacción fue instantánea. Llamaron a los de seguridad y me sacaron casi a empujones de allí. Luego, me dijeron que nunca más iba a volver a actuar en la televisión en España. Pero mira, el número de la mierda de perro lo volví a hacer en otros programas. Yo quería denunciar la mierda que era eso. Y ahí, como hice algo que molestaba, ya empezaron a hablar de mi libertad de expresión.
P: Usted vivió en la Polonia soviética...
R: Sí, y era una época en la que la censura era enorme. De hecho, cualquier representación estaba controlada por los censores del Gobierno comunista sentados en la platea. Ellos controlaban el texto. Por ejemplo, estabas hablando y, si algo no les gustaba, se levantaban del asiento y te echaban el alto. Así, todo el rato.
Leo Bassi, sobre Pablo Hasel
P: ¿Qué opina de Pablo Hasel?
R: Pues que es una aberración que esté en la cárcel. Un artista no debería ser condenado a prisión por lo que dice, hace o crea. Pero bueno, para un artista la censura puede ser una mala noticia, pero también un estímulo. Te hablaba antes de los espectáculos en Polonia. Yo sabía que si me pasaba de la raya y me metía con el régimen, uno de esos comisarios se iba a levantar. Por eso, usaba el ingenio para que no se dieran cuenta de que me metía con ellos. Me encantaba hacerlos quedar como completos imbéciles. Era emocionante.
P: Hombre, las letras de Hasel no entienden de florituras…
R: Yo estoy seguro de que, cuando pase todo este tiempo, Pablo Hasel recordará estos años como los más intensos y buenos de su vida. Eso sí, reitero: que esté en la cárcel es algo penoso.
Para un artista la censura puede ser una mala noticia, pero también un estímulo.
P: ¿Cuántas veces le han amenazado a usted de muerte?
R: Pues unas cuantas. En Internet, unas 15, que están denunciadas. Luego, cuando más irreverente fui con la religión, me pusieron una bomba en el Teatro Alfil que por suerte no explotó. Eso lo recuerdo como si fuera ayer. Pensé: ¿Vale la pena hacer este espectáculo en este país de locos? Al día siguiente de que eso sucediera, reuní al equipo y me dijeron que querían seguir adelante. Esa firmeza me emocionó. Por otra parte, una vez, por la calle, gente con bates de béisbol me dijo que me fuera a mi país, que sabía dónde vivía. Y la policía me avisó de acciones de grupos de ultraderecha contra mí.
P: ¿Y fuera de España?
R: En Brasil te sientes amenazado porque sabes que hay mucha gente que lleva armas. Y otra vez, en Polonia comencé a meterme con rusos en Afganistán. Entonces, aparecieron guardias con dobermans, los soltaron y el público hizo una cadena humana para evitar que me pillaran. Yo les decía: “No me quiero escapar, quiero formar parte de la cadena”, pero no me dejaban. Me decían: “No, tú ya has hecho suficiente, ahora nos toca defenderte a nosotros contra los represores”.
P: ¿Se arrepiente de algo?
R: En absoluto, este tipo de acciones me hacen sentirme vivo y fuerte. Me hacen sentir que mi vida está en la buena dirección.
P: Tiene usted una religión…
R: Por supuesto, con sede en El Paticano, una capilla que tengo en el barrio de Lavapiés, dedicada a los patos de goma. En 15 días, haremos una procesión pidiendo misericordia y perdón para que no haya una cuarta ola de coronavirus.
Antonia Tobajas
Más allá de la amalgama de lugares comunes, en el artículo se proporciona un dato interesante que debería ser más que suficiente para saber dónde había más libertad de expresión: En la España Franquista a Leo Bassi lo expulsaron de un programa de televisión, porque éste había tenido la ocurrencia de haber ido allí con una mierda de perro (literalmente) en la cabeza. En la Polonia comunista, durante sus actuaciones, había un equipo de censores que lo interrumpía en medio de la representación cada vez que Leo Bassi decía algo que ellos consideraban inoportuno. Con semejantes experiencias, yo hubiera preferido mil veces la España Franquista, pero apuesto algo a que Leo Bassi prefería la Polonia Comunista.
Cuantoton tosuelto
Menuda pérdida de tiempo esta entrevista. No la he leído por supuesto, como mucho a vuela pluma alguna estupidez del tipo este que de cómico tiene lo que yo de astronauta. Una recomendación para esta pazguato, si quiere ser feliz con su izquierda soñada puerta a Venezuela o Cuba o mejor todavía, con el kin kon jun. A tomar por el c...
Del Frente Libertario
Al periodista Rubén Arranz debió pillarle en el extranjero cuando en Madrid, este Bassi totalitario, israelófobo, dirigió y explotó un espectáculo en la madrileña Pl. de la Cebada en el solar cedido a los vecinos de La Latina, colaboradores también del show anti Israel durante la Navidad 2011/12. Solamente él y sus contratistas saben cuánto cobró por semejante encargo del Servicio Palestino de Propaganda. Fue ampliamente publicitado por la prensa de papel, digitales y medios audiovisuales afectos a la causa defendida por el presunto bufón. Pues con semejantes y públicos antecedentes, me ha extrañado mucho que el señor Arranz no le hiciera observación o pregunta alguna sobre la israelofobia militante del citado totalitario. (elmundo.es/elmundo/2012/01/05/ocio/132...).
Salustio Alvarado
Leo Bassi ha sempre ragione.
Carabino
El problema reside en que ya no hay obreros, sino trabajadores endeudados y esclavizados, por causa del consumismo y la economía de la satisfacción, que prima y enaltece el disfrute de bienes perecederos,sin mayor contenido ni fín que hacer de relleno..
Pio Foncillas
Tiene toda la razón del mundo. El mejor ejemplo lo tenemos en España como PODEMOS y el PSOE que la moqueta les ha hecho olvidar las necesidades del proletariado, y que se codean más con el IBEX que con el 15-M. Un gobierno PSOE-PODEMOS no está cuidando de las necesidades de los menos favorecidos. Hoy, está mas cerca de los desfacorecidos VOX que PODEMOS. Y eso es grave.
.ESPAÑA
Pues claro es que los obreros tenemos que trabajar y la izquierda no esta en eso mas bien en hacerse rico con casoplones pisos teles etc etc etc Ya esta la derecha para trabajar..
xaxonem
No me gusta este tipo.
Urente
En la primera parte hace un buen repaso por todos los tópicos comunistas. Eso de que el Papa habría podido acabar con el fascismo él solito no deja de tener su gracia.
Titi3
Bassi, tu comunismo no trae nada bueno a nadie, ni a obreros ni a empresarios, ni a curas ni a seglares, ni a mujeres ni a hombres, ni a altos ni a bajos, ni a jóvenes ni a viejos, ni a guapos ni a feos, ni a lampiños ni a barbados y así podría seguir hasta incluir al 100% de la población . El comunismo debía estar prohibido así como lo está el fascismo, son regímenes genocidas.
Fernando Poo
La sensación que tengo es un poco raruna. Me explico: Leo Bassi siempre dice que está contra el poderoso, a favor de los débiles... pero sus parodias no van contra el poderoso y el débil. Van a lo fácil: Insultar a la religión católica ahora está chupado. ¿Ha intentado reírse de la nueva religión progre que incluye gays, lesbianas, mujeres maltratadas, minoría? No. Y, además, no creo que ni se le pase por la cabeza. Y será porque no tienen cosas risibles. Denunciar a los "empresarios malos" que financiaron el fascismo está chupado. ¿Se atreverá a denunciar a lo pobres que usan y abusan del estado del bienestar y de los que los consienten para que sean eternamente pobres? Defender a Pablo Hasel está chupado. ¿Se atreverá a defender a los hijos del matrimonio Becerril que crecieron sin sus padres porque una panda de locos decidió que era necesario matarlos para liberar Euskal Herria? A mí me parece que Leo Bassi es mucha publicidad y muy poca sustancia.
Malos
Libertad para mi expresion, es aberrante que Hasel este en la carcel por amenazar de muerte, pero yo he denunciado a 15 personas que me amenazaron de muerte.
De Frente Libertario
Otra ocasión desperdiciada para desvelar al lector la siniestra cara judeófoba e israelófoba* de este totalitario con ínfulas anarquizantes (Bassi) que defiende al terrorista ¿rapero? hoy en el talego, el pseudo mentor espiritu-filosofal de la kaleborroca en Cataluña. El siempre comunista Bassi jugaba pocos años atrás, a representar un ángel exterminador anti-Israel organizando escenografías de belenes humanos con lo más florido del comunismo madrileño en un solar en La Latina. Este Bassi, aúna en su persona a su Sagrada Familia: Mussolini, Stalin y Hitler.
Frankcalicatres.
Para que sirven los sindicatos si no quedara una empresa en pie.? Bueno las marisquerias siii.
Jonn
El señor Bassi da por cierto algo que en realidad no lo es y calla lo que sí está demostrado. Da por bueno que la cara del Atlas del Rockefeller Center de Manhattan es la de Mussolini cuando lo único que se sabe es que cuando se inauguró la estatua hubo quejas por el supuesto parecido, nada más. Calla que Mussolini fue un destacadísimo líder socialista. Se afilió al Partido Socialista Italiano con 17 años. Llegó a ser secretario de la federación provincial de Forli, editor del semanario "La lucha de clases" y autor del ensayo "El Trentino visto por un socialista". Con el tiempo, y de la mano del ala más radical del partido, llegó a lo más alto del PSI haciéndose cargo del periódico oficial del mismo, el diario milanés Avanti!
Primavera
Este hombre es un sectario de tomo y lomo...¿ cuándo la falsa izquierda ha traído prosperidad a los trabajadores? Nunca, ni en la URSS, Cuba o en la España actual los trabajadores viven bien...Al contrario, somos cada día más esclavos. Y si nos ponemos hablar de quien financió a Marx o a Lenin...lo mismo este payaso triste se sorprende. En fin, el pobre tiene que suplir su falta de talento siendo un incendiario teatral...
Germán
no hay nada peor que un boomer rojeras... Están todo el día dando la matraca con las batallitas de abueletes de Franco, Mussolini, y compañía. Tienen el miedo tan adentro que piensan que Mussolini, Franco y Hitler aún viven reconvertidos en magnates y banqueros. Encima, muchos de ellos son "intelectuales" que sí entienden el discurso de Pudimos, al contrario de los usuarios de bares y tabernas en su totalidad. Es una lástima, porque en muchos casos su esquizofrenia empaña su posible buen hacer en lo que se dedican.
poraquiandamos
¿abandonado? Si nunca estuvo con ellos (con los obreros). Y para muestra un Leo Bassi. Otro, que también quiere llamarse 'artista' para justificar sus bodrios.
Yorick
Así que el irreverente se puso una mierda de perro encima de la cabeza. Mierda sobre mierda. Bonito número.