El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho un anuncio un tanto ambicioso para el mundo del cine durante su gira por Estados Unidos. Tal y como ha trasladado a algunos de los gigantes audiovisuales en Los Ángeles, como Netflix, HBO, Warner o Disney, su deseo es convertir España en "el Hollywood de Europa". Lo cierto es que Netflix ya cuenta en la Comunidad de Madrid con su primer hub audiovisual en el continente europeo, y que la intención del Ejecutivo es aportar al sector más de 1.600 millones de euros hasta 2025 para impulsar la producción audiovisual en el país y potenciar el escenario español, según avanzó en marzo, aunque de momento todo son anuncios sin concreción.
Mientras tanto, el cine sigue su curso y los rodajes internacionales, aunque tímidos, continúan eligiendo España como escenario cinematográfico. Ese es el caso de Wes Anderson, el cineasta indie por excelencia, que ha escogido ni más ni menos que la población madrileña de Chinchón para el rodaje de su próxima película, que esta previsto que se desarrolle en agosto y que cuenta con algunos de sus actores fetiche: Tilda Swinton y Bill Murray, ambos protagonistas también de su recientemente presentada en Cannes The French Dispatch. Ahora, en Vozpópuli aprovechamos el momento para repasar algunas de las ocasiones en las que España se convirtió en el decorado natural perfecto para grandes producciones.
Lawrence de Arabia
Sevilla, Almería y Huelva fueron, junto a otras localizaciones de Jordania y Marruecos, los enclaves elegidos para llevar a cabo el rodaje de Lawrence de Arabia (1962), de David Lean, una de las mejores películas de la historia del cine según el American Film Institute, que en 2007 la situó en el número siete de su lista. La plaza de España, el Real Alcázar o el Palacio de Miguel de Mañara fueron los lugares elegidos en la capital hispalense, mientras que en Almería se eligieron las dunas de Cabo de Gata y la playa del Algarrobico, y en Huelva se eligió el parque natural de Doñana.
Doctor Zhivago
Doctor Zhivago (1965), una de las películas más románticas de la historia del cine, dirigida también por David Lean y basada en la novela homónima de Borís Pasternak, se rodó en España. Más del 80% de los exteriores de la película tuvieron como escenario diversos lugares de la ciudad y la provincia de Soria, y el resto se realizaron entre Salamanca y Madrid. Lo cierto es que aquel fue uno de los inviernos más calurosos que se recuerdan, así que el equipo de la película se vio obligado a recurrir a nieve artificial para muchas escenas.
El bueno, el feo y el malo
Sería injusto hablar de rodajes extranjeros en España sin hacer mención a la larga lista de películas del género western que se rodaron en suelo español. El bueno, el feo y el malo (1966) es la película con la que Sergio Leone cerró la "trilogía del dólar", de la que también forman parte Por un puñado de dólares (1964) y La muerte tenía un precio (1965), clásicos del Spaguetti Western que fueron rodados en España. El desierto de Tabernas o Cabo de Gata, en Almería, así como Santo Domingo de Silos (Burgos) o La Pedriza (Madrid) fueron algunos de los escenarios.
Indiana Jones y la última cruzada
Indiana Jones y la última cruzada (1989), de Steven Spielberg, es uno de los ejemplos de taquillazo que también escogieron la geografía española como plató de sus películas, al que se sumó Reino Unido, Jordania, Italia y Estados Unidos. De nuevo, Almería fue el escenario español elegido y, de nuevo, el desierto de Tabernas. Además, la playa de Mónsul, Mojácar o la estación de Guadix de Granada también sirvieron como decorado del filme protagonizado por Harrison Ford y Sean Connery.
Los otros
La única condición que Alejandro Amenábar puso a los productores de su película Los otros (2001), una coproducción entre Estados Unidos, Francia y España que contaba entre sus principales impulsores con Tom Cruise, fue que se rodara en España, y así ocurrió. El Palacio de los Hornillos, en la localidad cántabra de Las Fraguas, sirvió como escenario de los exteriores de este inquietante y escalofriante thriller, protagonizado por Nicole Kidman. La niebla, el aspecto húmedo, frío y lúgubre del entorno y la arquitectura de finales de siglo XIX fueron decisivos en la ambientación de esta película, ganadora de ocho premios Goya.
Han Solo: una historia de Star Wars
Uno de los muchos ejemplos que ponen de relieve la importancia de Canarias como plató cinematográfico es la reciente Han solo: una historia de Star Wars (2018), rodada en algunos de los parajes naturales más impresionantes de la isla de Fuerteventura. El Valle de Pecenescal, en el Parque Natural de Jandía, fue el paisaje que enamoró a los productores de este "spin-off" de la saga, atraídos por la orografía volcánica y el clima soleado que se mantiene durante todo el año.
Los límites del control
Durante el invierno de 2008, el madrileño barrio de Malasaña contó con un rostro más entre sus vecinos: el de Jim Jarmusch, director de películas clave del cine independiente como Down by law (1986), Ghost dog (1999) o Flores rotas (2005). El cineasta estadounidense rodó allí Los límites del control (2009), con los actores Isaach de Bankolé, Bill Murray, Tilda Swinton, Gael García Bernal y el español Luis Tosar, entre otros. La plaza de San Ildefonso y sus terrazas, el icónico edificio Torres Blancas, de Sáenz de Oíza, en Madrid, así como otros puntos de Sevilla y Almería fueron los escenarios elegidos para este thriller.
