Luces y sombras. Aunque sea un calificativo demasiado recurrente, así podría definirse sin equivocación esta tercera edición del Mad Cool Festival. El caos provocado por una caída de la red, según alegó la propia organización del evento, suscitó las críticas y las cuantiosas quejas de los asistentes al recinto ubicado en Valdebebas-Ifema en la primera jornada -este jueves-. Sin embargo, si se habla de música, lo cierto es que los inconvenientes parecían subsanarse cuando tanto pequeñas bandas como legendarios grupos subían a la casi decena de escenarios que copaban el festival –en total ocho- ante un 'sold out' de 240.000 asistentes, 80.000 tickets vendido por día.
No obstante, el público disfrutaría de uno de los carteles más llamativos del periodo estival en este país. El primer día, tras los problemas ocasionados, llegó la calma con una de las bandas por excelencia del encuentro. Pearl Jam regresó a Madrid once años después para seguir compartiendo con cada generación sus acordes de grunge y rock alternativo con Eddie Vedder a la cabeza.
Con una botella de champán en la mano y su característica camisa de cuadros, el de Illinois cumplió con el horario –como el resto de bandas- y subió al escenario minutos después de las 23.20 horas. El grupo de Seattle (Estados Unidos) de los 90 comenzó con su “reléase me!” de su tema homónimo, una de sus creaciones por excelencia de su álbum del 91, ‘Ten’, y como la mayoría de bandas, continuó con una mayoría de temas míticos, sabiendo que la respuesta sería un acompañamiento masivo de un público festivalero. Su setlist contó con otras composiciones de este LP como ‘Jeremy’, ‘Black’, ‘Alive’ y ‘Why Go’.
La segunda jornada fue distinta. El declive de las primeras horas del Mad Cool parecía desvanecerse como reza el álbum de 2015 de James Bay, ‘Chaos and the Calm’
Del 93 también rescataron temas. Su ‘Vs’ tuvo su lugar gracias a ‘Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town’, ‘Animal’ y ‘Rearviewmirror’. Asimismo, sonaron ‘Better Man’ y ‘Corduroy’ de ‘Vitalogy’ (1994) y ‘Do The Evolution’ o ‘Given To Fly’ de su ‘Yield’. Un fin de fiesta para una primera jornada que no parecía tener muchas expectativas.
En el cartel acompañaron a los estadounidenses bandas de la talla de Kasabian, que en el segundo escenario ofrecieron una de nuevo buena versión de ellos mismos. En el principal Sleves o Fleet Floxes iniciaban la tarde. Además, otros nombres como el de Eels, Justice, Iván Ferreiro, Yo la tengo, Post Malone o MGMT sonaron el pasado día 12 en este festival con mayoría de grupos y con gran número de asistentes de procedencia anglosajona.
La elegancia con los Arctic Monkeys
La segunda jornada fue distinta. El declive de las primeras horas del Mad Cool parecía desvanecerse como reza el álbum de 2015 de James Bay, ‘Chaos and the Calm’. Tras actuaciones de grupos como Kevin Morby, At the drive in, Real State, Bayonne, The white buffalo, Víctor Santana y Sofi Tukker, entre tantos, llegó uno de los días para el recuerdo en cuanto a música se refiere.
A las 20.00 horas el espacio Koko lo ocupaba el británico James Bay, una de las voces más relevantes del indie y rock alternativo actual. El de Hitchin presentó temas de su nuevo ‘Electric Light’ (Universal Records, 2018) como ‘Pink Limonade’ o 'Just for tonight' y recuperó en una hora de concierto las canciones que le dieron a conocer. Entre ellas se escuchó 'If you ever want to be in love', 'Let it go' y, como era de esperar, 'Hold back the river', que clausuró la actuación con más de la mitad del tema cantado por el público.
Después del de Reino Unido, otro cantautor apareció en escena, esta vez dando una nota distinta al festival. Ben Howard y su guitarra pusieron la nota distinta al Mad Cool. Sin artificios, Howard dio el matiz más sensible con giros que desgarran y aprovechó el encuentro en la capital española para poner voz a sus temas tanto melancólicos como los que rozan lo estrambótico y lo psicodélico. Prácticamente a la misma hora subió al escenario Mondo Sonoro b, una de las mejores bandas independientes de este país que presenta ‘Air’ (North Record, 2018). Una lástima que coincidiese en horario con el de Londres.
La versión ‘hard’ la traía Jack White. El ex de los White Stripes sigue siendo uno de los últimos resquicios del auténtico rock. La vieja escuela del género se hizo patente con sus riffs de guitarra, que pasearon desde sus primeros temas hasta su ‘Connected by Love’. De los White Stripes tocó ‘Hotel Yorba’ o ‘The Hardest Button to Button’. El final de su performance lo puso, como era de esperar, el himo ‘Seven Nation Army’ que cantaban desde cada rincón del recinto.
La elegancia en escena llegaba con Arctic Monkeys. Uno de los grupos más esperados del festival desplegó su esplendor ante la capital española más de tres años después de silencio. El pasado viernes se vio junta de nuevo a la banda de rock psicodélico y garage rock. El vocalista, el carismático Alex Turner, con gafas ahumadas, cadena y camisa que recordaban a un auténtico crooner presentó junto al resto del grupo ‘Tranquility Base Hotel & Casino’ (Domino Records, 2018) con temas como ‘Four Out of Five’, al piano.
Fue un homenaje a la música y al espectáculo, que también recuperó temas como ‘Brianstorm’, ‘Don't Sit Down Cause I've Moved Your Chair’, ‘Crying Lightning’, ‘Teddy Picker’, ‘Knee Socks’ o ‘505’. Suenan a britpop acelerado y distorsionado y a un stoner rock que también dejaron hueco a los nuevos acordes de ‘One Point Perspective’, ‘Batphone’ o ‘Star Treatment’. Pero, sin duda, con lo que más disfrutaron los asistentes fue con las guitarras de ‘Why'd You Only Call Me When You're High?’ y ‘Do I Wanna Know?’. Sin duda, la consolidación y el renombre de la banda inglesa se hicieron patentes.
El blanco y negro continuó mostrando la parte más elegante del festival. Las grandes pantallas señalaban a otro de los rostros por excelencia del evento. Franz Ferdinand comenzaba el show pasada la medianoche, y escasos minutos después de los Monkeys, algo que no gustó a todos debido a las dificultades para disfrutar de tan potentes grupos. Pero Alex Kapranos estaba preparado, y así lo demostró con ‘Do You Want To’, ‘The Dark of the Matinée’, ‘Always Ascending’, ‘No You Girls’ o ‘Walk Away’. Himnos de los de Glasgow también sonaron. Las guitarras ofrecieron ‘Lazy Boy’, ‘Jacqueline’, ‘Michael’, ‘Ulysses’, ‘Take me out’ o ‘This fire’, algo que provocó la entusiasta respuesta del público.
No tuvieron la misma suerte Massive Attack, que, alegando que el sonido de los de Kapranos perturbaban su actuación decidieron cancelar su concierto minutos antes del comienzo –algo cuestionable, puesto que respecto al sonido, a pesar de la cantidad de escenarios que había, es uno de los festivales en los que mejor se escucha a cada uno de los grupos-.
Las leyendas del Mad Cool
La última jornada fue la que más géneros mezcló en sus principales espacios. Pasadas las 21.30 horas, el sábado se vestía de gala para recibir a leyendas del rock como Nine Inch Nails, Queens of the Stone Age, Depeche Mode y Dua Lipa.
El broche de oro lo puso Dua Lipa. Hija de refugiados albanokosovares y nacida en Londres ofreció uno de los mejores espectáculos del evento
Los primeros en subir al escenario fueron los de Josh Homme, que comenzaron su show con ‘If I had a tail’ y ‘My god is the sun’, a las que siguió ‘Feet don't fail me’, para presentar su ‘Villains’ (2017). El grupo estadounidense eclipsó a los asistentes con ‘The way you used to do’, ‘You think I ain't worth a dollar but I feel like a millonaire’ y ‘No one knows’. La hora y media de rock culminó con los acordes de ‘The evil has landed’, ‘Burn the witch’, ‘Domesticated animals’, ‘Make it Wit Chu’, ‘Little Sister’, ‘Go with the flow’ y ‘A song for the dead’.
Se sabe cuando Dave Gahan está en el escenario. El líder de Depeche Mode abría el show con ‘Going Backwards’, vestido de cuero negro y con sus carismáticos y característicos gestos. Solo su actuación merece ser vista en directo. La puesta en escena, su psicodelia y la purpurina presentaban una actuación sin pudor. De su último ‘Spirit’ (2017), solo sonó ‘Cover’, saben que con el resto de himnos tienen ganados a un público que rememora en un festival de 2018 la época de la fusión entre electrónica y techno de principios de los 80.
El dominio escénico del líder del grupo es indiscutible y junto a Martin Gore –que ofreció una clase maestra del a capela con ‘Somebody’-, crearon un ambiente especial durante la más de hora y media de actuación. Compartieron temas como ‘It's no good’, ‘A pain that I'm used to’, ‘Precious’, ‘World in my eyes’ o ‘In your room’. Aunque la verdadera cúspide del show llegó con la esperadísima ‘Personal Jesus’, de 1990.
El broche de oro lo puso Dua Lipa. La hija de refugiados albanokosovares nacida en Londres que se ha hecho con las categorías de mejor artista solista femenina y a mejor artista revelación inglesa de los últimos Brit Awards ofreció uno de los mejores espectáculos del evento. Se alejaba de los géneros de los cabezas de cartel como una de las nuevas reinas del pop, una posible artista que recoja el testigo de Lady Gaga o Madonna.
Dua Lipa dio una clase magistral de directo acompañado con exhaustivos bailes, algo de lo que no pueden presumir todas las divas del pop. Comenzó el show con 'Blow Your Mind (Mwah)' para continuar con el espectáculo de ‘Lost in your light’, ‘No Lie’ (ft. Sean Paul), ‘One Kiss’ (ft. Calvin Harris) o ‘IDGAF’. Asimismo, el público pudo cantar ‘Hotter than hell’, ‘Genesis’ y ‘New love’. Sin embargo, y sin fallar en las quinielas, los asistentes se explayaron con ‘New Rules’ y ‘Be the one’. La nota sensible la puso con ‘No goodbyes’, que junto a la bailarina principal realizaron una performance memorable. Y, como dice el tema, parecía que la gente allí presente no quería despedirse ni de ella ni de la edición del festival que no podía haber soñado con mejor final.