El actor José Sacristán recibirá el Goya de Honor 2022 en la próxima edición de los premios más importantes del cine español, tal y como ha anunciado este lunes la Academia de Cine. El intérprete, de 84 años, recogerá este galardón en la ceremonia prevista para el 12 de febrero en Les Arts de València, apenas cinco meses después de recibir de manos del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el Premio Nacional de Cinematografía.
La Academia de Cine hace entrega a José Sacristán de este galardón por representar "de forma única en tantos títulos inolvidables" que forman parte de la "memoria íntima" de España y por "adelantar desde la pantalla algunos de los grandes cambios" que vive el cine y en la sociedad, tal y como ha señalado. Todos los miembros de la profesión así como críticos y periodistas coinciden en destacar que la historia reciente del se podría explicar a través de sus películas.
"Mi carrera ha sido el gozo del crío que ha visto cumplido su propósito, el de hacer creer a la gente que era el estudiante, el pregonero, el recluta, el emigrante, el abogado, el médico… y que la gente se lo creyera. Y la suerte de que en todo este recorrido mis mejores amigos y la gente más querida para mi, al margen de mi familia, está en la profesión. ¡Qué más puedo pedir!", ha manifestado el célebre actor tras conocer la noticia.
José Sacristán (Chinchón, Madrid, 1937) es un actor infatigable, que no ha dejado de trabajar en la profesión que tanto ama desde que empezó, hace ya seis décadas. Su dedicación es tan fuerte, que el tradicional acto de entrega del Premio Nacional, que como es costumbre se celebra el primer sábado del Festival de San Sebastián, se cambió a un lunes para no detener la gira teatral de la obra Señora de rojo sobre fondo gris, la adaptación de la novela de Miguel Delibes, con la que lleva más de tres años.
Su nombre está ligado al de los grandes cineastas españoles, entre los que cabe mencionar a José María Forqué, Eloy de la Iglesia, Luis García Berlanga, José Luis Garci o Mario Camus, que falleció dos días antes de que el intérprete recogiera su galardón. El cierre de su discurso sirvió de "homenaje" al "maestro y amigo" con el que rodó películas como La colmena (1982).
José Sacristán: 60 años de trayectoria
José Sacristán comenzó su trayectoria interpretativa en el teatro, donde en 1960 se estrenó con la obra Los ojos que vieron la muerte. Más tarde llegaron proyectos tanto en cine como en televisión, ámbitos que ha compaginado a lo largo de su vida y en los que ha forjado una trayectoria sólida, tanto en la comedia como en el drama.
En comedia, destaca su participación en proyectos como La familia y uno más (1965), su debut en el cine a las órdenes de Fernando Palacios; La ciudad no es para mí (1966) o Sor Citröen (1967) de Pedro Lazaga; o ¡Cómo está el servicio! (1968) y ¡Que vienen los socialistas! (1982), de Mariano Ozores; o Estoy en crisis (1980), de Fernando Colomo, entre muchas otras.
En el drama, destacan títulos como Asignatura pendiente (1977) y Solos en la madrugada (1978), de José Luis Garci; El diputado (1978) y Navajeros (1980), de Eloy de la Iglesia; La colmena (1982), de Mario Camus; El viaje a ninguna parte (1986), de Fernando Fernán Gómez; Todos a la cárcel (1993), de Luis García Berlanga; o Magical Girl (2014), de Carlos Vermut. Además, ha dirigido y protagonizado también tres películas: Soldados de plomo (1983), Cara de acelga (1987) y Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? (1992).
Su contribución al mundo de la actuación ha sido reconocida con varios premios y distinciones, entre ellos el Premio Goya al mejor actor protagonista por su papel en El muerto y ser feliz (2012), de Javier Rebollo, así como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, que recogió en 2001. Asimismo, en el Festival de San Sebastián recibió la Concha de Plata al mejor actor por la película Un hombre llamado flor de otoño (1978), de Pedro Olea. Con el Premio Nacional de Cinematografía que recibió el pasado mes de septiembre y el Goya de Honor que recogerá en febrero de 2022 se resarce una deuda con uno de los representantes vivos más aclamados de forma unánime en el cine español.