La fecha elegida por la Unesco para celebrar la literatura y fomentar la lectura, el 23 de abril, debe su razón al hecho de que se atribuye a ese día tanto la muerte de Miguel de Cervantes como la William Shakespeare. Sin embargo, y aunque ninguno de los murió ese día, sí lo hizo el Inca Garcilaso, nacido en Cuzco en 1539 y fallecido en Córdoba, a la edad de 77 años. Sea como sea, la efeméride vuelve a colocar en primera línea a lectores y autores, reunidos este año con más entusiasmo tras un 2020 asolado por cuarentenas y medidas sanitarias impuestas por la covid 19 y que limitaron las lecturas públicas, reuniones y conferencias.
Con el paso de los años, a la fecha original se suman días para celebrar una semana completa dedicada al libro. Y ese será el caso de 2021. Para acompañar la celebración de semejante fiesta, Vozpopuli propone una selección de siete títulos: a uno por día hasta completar la semana. A los folios del almanaque se añaden así los de los libros publicados recientemente: poemarios, novelas, relatos, ensayos y volumen de prosa. El factor que los unifica, además de su reciente publicación, es su calidad literaria y, sobre todo, su brevedad. Nadie podría dar cuenta de Guerra y paz en un día, pero sí La metamorfosis y no precisamente porque Tolstoi sea más contundente que Kafka, ni mucho menos.
Comienza la selección con el francés Daniel Pennac, autor de la hilarante serie dedicada a Malaussène, quien vuelve a los lectores con Mi hermano (Literatura Random House), un libro en el que Pennac recuerda de la manera más emotiva y original a su hermano fallecido. Lo hace sin tomarse a sí mismo con demasiada solemnidad, pero dotando a su duelo de ternura y belleza. A través de la figura de Bartleby, el escribiente de Herman Melville que causaba las delicias suyas y de su hermano, Pennac desarrolla algo parecido a un diario en el que da cuenta no sólo de la representación de las cuitas del copista procrastinador, sino que lo usa como espejo de unas memorias centradas en iluminar qué sabemos y cuánta es nuestra disposición para escuchar y entender a aquellos a los que amamos.
También el Premio Nobel de Literatura J.M Le CLézio se mueve en el registro de la memoria en Canción de infancia (Lumen), la más reciente novela del francés, quien propone un viaje sentimental por Bretaña, la tierra donde transcurrieron sus primeros años y que Le Clézio emplea para construir una reflexión sobre la identidad territorial, los nacionalismos y el paso del tiempo. El escritor no ejecuta un relato cronológico -"los niños no saben de cronología", escribe- de su biografía, al contrario, a partir de evocaciones reconstruye el paso del tiempo al tiempo que repasa el territorio. "Claro que ha pasado el tiempo, para mí y para las casas, el tiempo ha desgastado y ha vuelto a pintar, ha modificado la escala y modernizado el paisaje (...) No es fácil vincular el pueblo de ayer a este en el que se ha convertido. Claro está, el mundo ha cambiado". Se trata de un recorrido hacia la madurez y la forma en que los cambios sociales y políticos marcan la relación con la pertenencia y el sentido de la memoria.
Entroncado con la memoria, hay que mencionar la nueva edición de Réquiem por un campesino español, de Ramón J. Sender, que la editorial Destino publica justo se cumplen 120 años del nacimiento del escritor aragonés. Brevísima y fulminante, esta historia ha sido considerada una de las mejores novelas en castellano del siglo xx. Vio La Luz México en 1953 con el título original de Mosén Millán, pero en España no pudo leerse hasta casi dos décadas después. En estas páginas J. Sender ofrece al lector una estampa del paso de la guerra civil por la vida de quienes la padecieron. El párroco Mosén Millán se dispone a ofrecer una misa por el alma de Paco el del Molino, un joven campesino al que quería como a un hijo. Mientras aguarda a los feligreses, el cura reconstruye los hechos acontecidos durante la frustrada mediación que inició con la esperanza de poder salvar al muchacho, pero que solo sirvió para entregarlo a las fauces de sus ejecutores.
Ignacio Martínez de Pisón consigue exprimir la importancia de esta novela, y de su reedición, en el prólogo de estas páginas: "La guerra civil había dejado tantos regueros de sangre en la vida de Ramón J. Sender que era inevitable que reapareciera en su obra con la fuerza de una obsesión. En los cuarenta años que median entre Contraataque (1938) y El superviviente (1978), la guerra civil está presente, además de en esas dos novelas en El rey y la reina (1947), en Los cinco libros de Ariadna (1957), en algunos libros que componen su vasta novela autobiográfica Crónica del alba (1942-1965) y en La antesala (1971). Y, por supuesto, en Réquiem por un campesino español, que no se publicó en España hasta finales de 1974, solo un año antes de la muerte del dictador, y que con el tiempo ha alcanzado la categoría de la metáfora del propio conflicto".
En el territorio de la biografía, el ensayo y la no-ficción hay material suficiente para repartirlo en los siete días de una semana que se quedará corta. Hay personajes de los que no es del todo posible hacer una biografía, si entendemos por tal cosa un retrato unánime y exhaustivo. Hubo hombres y mujeres que ofrecieron al mundo una imagen parcial de sí mismos, acaso porque su carácter y su talento los condicionaron hasta convertirlos en seres ciclópeos. Eso es lo que ocurrió con el director de orquesta salzburgués Herbert von Karajan, cimentado como un ser mitológico que se acerca al lector de manera menos hiperbólica en la biografía escrita por Leone Magiera, músico y colaborador de Karajan, y que publica Fórcola, sello cada vez más brillante en lo que al capítulo melómano de su catálogo respecta, en ocasión del centenario del maestro.
Contado desde un punto de vista parcial y al mismo tiempo fascinante por su cercanía, el libro parte con el inicio de la amistad y relación profesional entre ambos para la preparación de Bohème de La Scala, en 1963, y que continuó en una larga nómina de colaboraciones. La particularidad de este retrato es la proximidad de quien narra. Marido de la soprano Mirella Freni, amigo y músico de Luciano Pavarotti o Ruggiero Raimondo, Magiera ofrece una visión en primerísimo plano que le permite abocetar a Karajan con detalles inesperados: por ejemplo, su afición a disfrazarse y mantenerse oculto. Ese detalle -por mínimo que parezca- revela hasta qué punto Karajan tiene la idea del espectáculo metida en el cuerpo y porqué sus versiones de los grandes maestros tienen más de conjunto escultórico y prodigio que las de otros.
Como parte de la colección Nuevos Cuadernos, Anagrama publica Lo que estábamos buscando. De la pandemia como criatura mítica, un brevísimo compendio de imágenes y aforismos que reúne las reflexiones del escritor italiano Alessandro Baricco sobre la pandemia, a la que describe como una criatura mítica, algo que va más allá de las cifras sanitarias y que emerge como expresión de miedos y cambios. Baricco lo hace a través de 33 fragmentos mínimos, piezas cuya brevedad ofrecen la sensación de leer un poemario, una antología. "Aquello que un médico decide llamar enfermedad es una enfermedad. Aquello que un virólogo decide llamar virus es un virus. Aquello que un epidemiólogo decide llamar pandemia es una pandemia", aunque parece enunciar lo obvio -y lo hace- que el italiano emplea la simplicidad como biombo para plantear la enfermedad como una especie de tabula rasa desde la cual replantear nuestra relación con el mundo.
Finaliza la selección con dos libros muy distintos entre sí. El primero es La colina que ascendemos, libro que incluye el poema homónimo que leyó Amanda Gorman el pasado 20 de enero en la toma de posesión de Joe Biden como 46º presidente de Estados Unidos. La colina que ascendemos llega a los lectores en una edición bilingüe de Lumen traducida por la también poeta, traductora y escritora Nuria Barrios.Con La colina que ascendemos, Lumen pone en marcha la publicación de la obra de Gorman de manera simultánea con Estados Unidos, que seguirá en septiembre con un poemario inédito y en noviembre con un libro ilustrado por Loren Long titulado La canción del cambio.
El siguiente es Tiempos feroces (Kálathos), del escritor venezolano Leonardo Padrón, quien en estas páginas reúne sus crónicas y relatos para ofrecer un retrato de la Venezuela de los años recientes. Se trata de textos escritos entre 2015 y 2018 que conforman un mapa fragmentario de una nación que vive la peor de sus crisis en la historia contemporánea. Hechos y personajes pasean por las páginas entre artículos de análisis político y reflexiones de prosa poética. Es un bestiario del descalabro: un abogado que va a defender a uno de sus clientes y termina en prisión, una estudiante que quiso pasar unas vacaciones en la playa es acusada de atentar contra una ministra o dos mujeres endulzan el café con piruletas ante la escasez general de azúcar. La mirada agridulce agridulce de Padrón se posa sobre estos episodios, convirtiéndolos en instantáneas fulminantes, postales de un lugar en trance de desaparecer.