Aunque la realidad siempre supera a la ficción, en este caso una se adelantó a la otra. Se trata de la novela Caja negra (Planeta). Fue escrita en 2010, justo cinco años antes de que copiloto Andreas Lubitz estrellara contra Los Alpes un AirBus 320 con 150 personas a bordo. Fue su segunda novela, a esa siguió Assur. En las páginas de Caja negra, el escritor gallego Francisco Narla cuenta la historia de Thomas Rye, un piloto de una línea aérea low cost que cometerá una atrocidad.
Detrás de una personalidad fría, perfeccionista y exigente, Rye esconde a un asesino en serie con el que Francisco Narla también procura urdir –por si no bastaba- una historia de parapsicología y el misterio. Caja negra se reedita ahora con motivo de las funestas similitudes con el trágico accidente de avión. A la pregunta sobre el manifiesto oportunismo de semejante decisión, Francisco Nerla –quien se gana la vida como aviador- dice haber sentido cierta aprehensión. "Ese día me llamaron todos los medios, soy uno de los pocos que ha escrito sobre eso. Además, soy piloto”, responde con pegajoso acento gallego.
En la vida real Andreas Lubitz, incapaz de asumir que sus problemas de salud le impedirían renovar su licencia de vuelo, decidió acabar con su vida –y la de las 149 personas que viajaban con él- estrellándose en uno de sus lugares favoritos para volar, los Alpes. En la novela de Francisco Narla, Thomas Rye lleva su desprecio por el resto de las personas hasta el punto de acabar con ellas. En fin, ese lugar recóndito donde se aloja la caja negra… humana.
Tras lo ocurrido, la reedición del libro escuece. Vamos, ¿no le genera aprehensión?
Para mí fue incómodo desde el momento en que se hicieron públicas las declaraciones del fiscal francés. Porque soy consciente de lo que había escrito. Lo que ocurrió fue lo que escribí. Claro, en la novela hay muchas más cosas: parapsicología, misterios, psicofonía. Sin embargo, seguía sintiéndome incómodo. Los acontecimientos me atropellaron un poco. Me llamaron los medios para hacer preguntas. En una semana aparecí en tres telediarios.
Su personaje comparte con Lubitz algunos rasgos: la poca empatía con las personas, la juventud, la autoexigencia. ¿Es tanta la presión que vive un piloto como para trastornarse de esa manera?
El trabajo de piloto es tenso. Las pruebas que nos hacen al principio buscan dar con personas que tengan las capacidades necesarias para afrontar determinadas situaciones. Por eso se buscan personas capaces de mantener el control en situaciones de tensión y riesgo. Es un trabajo de mucha presión porque, suponiendo que todo vaya bien, lo que hacemos tiene un impacto económico enorme. Si un comandante decide desviarse, los costos operativos de esa decisión son altísimos. Además, eres responsable de 200, 300, 400 o 500 vidas, lo que hace que quien se dedica a esto tengo una enorme responsabilidad.
¿Qué intentó escribir en Caja negra?¿Por qué añadió tantas cosas a lo que podía ser un thriller y ya?
Con Caja negra quise hacer una novela de intriga metida en el mundo de la aviación, un tema que levanta un tipo de interés. Como quería trabajar la idea del miedo, pensé que no existía nada más atemorizante que el hecho de que el piloto de un avión fuese un asesino en serie. El problema es que esa idea salió de la ficción y tristemente se convirtió en realidad. En aquel momento, me pareció poco entretenido limitarme a contar la historia de un piloto asesino en serie…
¿Le parece poco?
Argumentalmente no tiene mucho interés. Entonces pensé: ¿por qué no darle un componente parasicológico? Me parecía que el mundo del misterio había recibido poca atención literaria en España. Las novelas resultan atractivas y entretenidas para el lector cuando le dicen algo que desconoce.
Si hay algo realmente literario en todo esto, será acaso, la anticipación que ha hecho su libro de la realidad
Nunca me plantee que pudiese ocurrir en la realidad. Ni estaba reivindicando la profesión o que los pilotos trabajan bajo presión. Simplemente lo imaginé como la peor pesadilla que puede ocurrir... y ocurrió. Todavía me pregunto cómo alguien pudo matar a tanta gente.
¿Cómo llevó la relectura?
Escalofriante, especialmente en lo que al accidente respecta. Pensando el accidente de Germanwings, cuando el comandante ya ha golpeado la puerta miles de veces y se convence de que no se iba a abrir y comienza a ver por la ventanilla un cierto ángulo de descenso… esos tres o cuatro minutos tuvieron que ser terribles, lo más oscuro y humeante del alma humana. También fue agradable descubrir que la novela estaba mejor de lo que yo pensaba.
Imagino que no esperará usted que compren su novela como entretenimiento para un vuelo.
Yo espero que la gente comprenda que yo no he tenido capacidad de intervención.
Faltaba más….
No me he negado a hacer ninguna entrevista, claro. Pero todo vino dado sí. También me gustaría que la gente descubriera que la novela tiene algo más que el accidente. Hay una trama de parapsicología detrás.
¿En qué se parece volar a escribir?
-Ambas son vocacionales, es extraño encontrar un piloto o un escritor que no tenga vocación. Volar el algo metódico, lleno de procedimientos, con una estructuración importante a la hora de cómo y cuándo se realizan. Eso no quiere decir que todos escriban así. En mi caso, no soy maniático pero afronto la tarea de escritura de una manera muy racional. En una novela el mayor problema es que quede una página en blanco, en un avión que tengas una avería técnica hace que corra peligro la vida de tus pasajeros. Aunque creo que, en verdad, que hay pocos puntos en común
-La caja negra lo responde todo, o casi todo.- ¿Qué es la caja negra en la ficción?
-La media o el conjunto de opiniones que emite el público a través de las redes sociales.
-Vamos, el público
Sí. Es el registro que queda de los lectores.
CAJA NEGRA
Thomas Rye es un piloto de una línea low cost que esconde un oscuro secreto. Sinesio Amorós es un parapsicólogo aficionado que graba unas psicofonías: la primera pista para resolver un misterio de origen celta que no debería ser desvelado. Cuando ambas tramas se encuentran, se inicia una cuenta atrás de devastadoras y asombrosas consecuencias. Caja negra, publicada por primera vez en 2010, es un thriller que se recupera tras el trágico accidente de avión de los Alpes franceses.