Cultura

Dos españoles estrenan en Viena un ciclo de canciones de Antón García Abril

La soprano Lucía Castelló y el pianista Alejandro Zabala interpretan en el Konzerthaus de la capital austríaca 'Cançons d'absència' (Canciones de ausencia) 

  • Lucía Castelló y Alejandro Zabala en uno de sus conciertos.

La música clásica española sonará con fuerza este fin de semana en Viena. La soprano Lucía Castelló y el pianista Alejandro Zabala estrenan esta tarde, a las 19.30 horas en el Konzerthaus 'Cançons d'absència' (Canciones de ausencia), un ciclo de canciones de Antón García Abril (1933), el compositor en vida más relevante del país.

Se trata de cinco canciones que el maestro turolense terminó en julio de 2017 inspirándose en las palabras del poeta valenciano Vicent Torres. "Antón García Abril ha plasmado con música las palabras de tan bellos poemas, con una precisión asombrosa, consiguiendo un clímax amoroso, existencial y vital propio del arte de nuestro compositor que no encuentra igual", indica la cantante valenciana Lucía Castelló quien resume este ciclo como "un viaje a lo sublime".

Lucía Castelló, Alejandro Zabala y Antón García Abril en el estudio del compositor.

El estreno en Viena se da porque el objetivo de la cantante, directora artística de la empresa ClasicaEs, es que la canción española "se oiga en las mejores salas de concierto europeas", señala. "Alejandro Zabala y yo nos sentimos felices de poder estrenar 'Cançons d'absència' en Viena", expresa la cantante, a quien están dedicadas estas canciones.

Letras de amor y esperanza

El texto de las cinco canciones está en valenciano. Con la primera, 'He arribat terra enllà' ('He llegado a tierras lejanas'), el poeta ha llegado a los orígenes del amor, simbolizado en los pétalos de la cruz de piedra, sólo para besar la eternidad con la misma luz que de ella ha recibido la persona amada. Es un poema emotivo donde se une amor, sacrifico y esperanza.

En la segunda 'He recollit les últimes roses silvestres' ('He recogido las ultimas rosas silvestres') el poeta siente haber manchado los pétalos de las últimas rosas recogidas en el otoño de la vida, rosas envueltas de sangre y luz, de felicidad por lo vivido, pero con el temor de haber dañado aquello que de verdad amaba.

En la tercera, 'Sol i al ras de la nit' ('Solo y al raso de la noche') el rocío y la noche impregnan la piel y la memoria del poeta, deambulando sin ruta ni meta, sintiendo cómo anida en su vida la añoranza y la nostalgia, alimentándose de los latidos de la luna que lleva impresa en su piel como sueño inalcanzable, pero dispuesto a seguir por caminos desconocidos.

En la cuarta, 'Hi haurà un dia' ('Habrá un día'), el narrador poemático marcado por la ausencia de la persona amada espera que con el paso del tiempo, cuando las páginas y la poesía escrita se desvanezcan y no quede nada será posible desvelar su mayor secreto, el que hoy no está dispuesto a desvelar: el nombre de la amada que ha hecho posible los versos y las lágrimas.

En la quinta, 'Sí, ho faré, per ché no” (Sí, lo haré, ¿por qué no?) el poeta se resiste a la ausencia de una compañera. Con gozo y alegría está dispuesto a preparar la mesa de acogida donde no faltará de nada, estará todo lo que le gusta a la amada. Es un canto de esperanza y de rebeldía. Pero sí habrá encuentro. Se celebra anticipadamente la dicha.

'Cançons d'absència' llegarán a España, con el compositor y el poeta presentes, el próximo 26 de junio en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.

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