En blanco y negro y con unos dibujos bastante simples, la historietista Marjane Satrapi marcó con Persépolis la visión y vivencias de una mujer iraní que vio nacer y vivió bajo el régimen fundamentalista islámico de los ayatolás. Este martes, la escritora ha conseguido el Premio Princesa de Comunicación y Humanidades 2024 por tratarse de "una voz esencial para la defensa de los derechos humanos y la libertad", y "un símbolo del compromiso cívico liderado por las mujeres".
Todos los que hayan leído Persépolis o visto la éxitosa adaptación cinematográfica tendrán guardado en la retina alguna escena de aquella revolución que prometía libertades, pero que encerró a la mitad de la población bajo el velo del fanatismo religioso. Marjane, una niña de una familia progresista y con una tremenda imaginación, capaz de fabular diálogos con Dios, ve cómo aquella revolución, lejos de traer libertades, le obliga a portar un velo.
En esta autobiografía, Marjane relata la su adolescencia en una dictadura cada vez más radicalizada que prohíbe todas aquellas cosas que tanto le gustan del mundo occidental. Persépolis narra la guerra, la huida del país, pero sobre todo el desarraigo de una mujer que llega a Europa y es percibida como un agente extranjero y que cuando regresa a Teherán es vista como una occidental. Viaje, identidad, feminismo, rebeldía, drogas y depresión marcarán el trayecto vital de este personaje imborrable que sirvió para retratar mejor que nadie el machismo e integrismo islámico del régimen iraní.
Búsqueda de un mundo más justo e integrador
El acta leída este mediodía en Oviedo por el presidente del jurado, el filólogo y exdirector de la Real Academia Española Víctor García de la Concha, destaca que Satrapi, por su "audacia y producción", está considerada "una de las personas más influyentes en el diálogo entre culturas y generaciones" .
El jurado también ha querido poner de relieve "el talento de Marjane Satrapi para reinventar las relaciones entre arte y comunicación", como en su novela gráfica 'Persépolis' (2000), "en la que plasma ejemplarmente la búsqueda de un mundo más justo e integrador".
La candidatura de Satrapi, autora de otras obras relevantes como 'Bordados' (2003) y 'Pollo con ciruelas' (2004), fue propuesta por María Sheila Cremaschi, directora para España del Hay Festival of Literature and Arts, entidad galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2020.
Este premio, destinado a distinguir "la labor de cultivo y perfeccionamiento de las ciencias y disciplinas consideradas como actividades humanísticas y de lo relacionado con los medios de comunicación social en todas sus expresiones", ha recaído en otras ocasiones sobre los filósofos Nuccio Ordine y Emilio Lledó; los periodistas Adam Michnik y Alma Guillermoprieto; la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México); el Museo del Prado; el grupo argentino Les Luthiers; los fotógrafos James Nachtwey y Annie Leibovitz; el humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado "Quino", o el diseñador de videojuegos Shigeru Miyamoto.
El jurado, que en esta ocasión tenía que deliberar en torno a cuarenta y siete candidaturas de quince nacionalidades, ha estado formado, entre otros, por el presidente de EFE, Miguel Ángel Oliver; los expresidentes de la agencia Gabriela Cañas, Alex Grijelmo y Luis María Ansón; el director del Museo Nacional del Prado, Miguel Falomir; la directora general de Meta Iberia, Irene Cano, o la ex presidenta del Diario ABC Catalina Luca de Tena.