Sintonizar los telediarios durante la constitución del Parlamento fue como escuchar un parte de guerra pop: Gaysper contra Vox, diputadas punk con camisetas “antifas” y faltas de ortografía de Oriol Junqueras que eclipsan el contenido de lo que escribe. Más que el Parlamento, aquello parecía ‘El Intermedio’. Meritxell Batet tiene la misión de mantener el orden en los pupitres en el Congreso, lo mismo que el filósofo Manuel Cruz en el Senado, pero nuestra política parece más pensada que nunca para el debate en redes. ¿Primera legislatura de la memecracia? Estas gracietas (alguna con enjundia) ayudan a entretener la espera de los resultados electorales.
La derecha, con Depeche Mode
El gran personaje de la campaña ha sido Isabel Díez Ayuso, una metralleta de titulares políticamente incorrectos, a veces rozando lo surrealista. También desveló que es una persona muy musiquera, adicta a los años ochenta y devota de Depeche Mode (1990). Su afición llega a tal punto que tiene un tatuaje con la rosa de la portada del disco “Violator” (1990), el más famoso de la banda.
Curiosamente, Depeche Mode son una de las bandas emblématicas de la ‘alt-right’ o derecha alternativa estadounidense (jóvenes seguidores de Donald Trump y Aynd Rand que gustan de estar a la última). No cuesta tanto trabajo imaginar a los brokers de nuestras bolsas cantando “I Just Can’t Get Enough”, “Master & Servant” o pasando las resacas al ritmo de “Personal Jesus”, una oda al individualismo extremo.
"Ada Colau propone un trap en castellano y sin referencias al Procés, intentado recuperar a los jóvenes de clase trabajadora que la dejaron por Ciudadanos tras sus flirteos indepes"
Ada Colau va de ‘bitch’
La alcaldesa de Barcelona venía de un lugar muy conflictivo, aquel vídeo donde se disfrazó de Youtuber y nos habló de la “gente superpower” que la rodea. Esta vez ha subido el nivel publicando un 'trap' muy digno donde vende sus logros y despliega un 'flow' robusto: “Silban los pijos/ne aplauden en los barrios, niño", rima recuperando el discurso de clase.
La inmensa mayoría de la letra está en castellano y no hay ninguna referencia al procés, parece que se ha dado cuenta de que necesita los votos de esa clase trabajadora que solía apoyarla y se fue cabreada a Ciudadanos porque no estaban de acuerdo con sus flirteos ‘indepes’. Si quieres ser una ‘bitch’ ('puta' o 'zorra', en su acepción empoderante) de la izquierda condal, hay que repartir estopa a todas las derechas, incluida la de casa.
Entre Lenin y Melendi
Ciudadanos ha vuelto a hacer una campaña con episodios que podría haber pensado Vox, acusando a Manuela Carmena, Ángel Gabilondo e Íñigo Errejón de conspirar para convertir Madrid en una comuna soviética. El póster donde cambian una estrella de la bandera de Madrid por una hoz y un martillo acabará convertido en camisetas por la izquierda radical (ya les han comprometido a encargarles las Juventudes Comunistas españoles, que siguen existiendo).
Por si no tienen suficiente, Cs también resucitó a Lenin aireando una foto suya en el debate de Telemadrid. Si en algo hay consenso en 2019 es que nadie va a derrocar al equivalente actual a Nicolás II (sea el Ibex 35, Amancio Ortega o Felipe VI). En todo caso, los mejores chistes vinieron por el lado de Malú, como cuando el Mundo Today publicaba que los fans de la cantante le habían montado un escarche coreando “Con Rivera, no”. El líder de Ciudadanos ha decidido que confirmará su relación durante la boda de Melendi. Glamur con calimocho para el líder naranja.
La vida de Brian
Una de las mejores entrevistas de la campaña se la hizo Pablo Iglesias a Carlos Sánchez Mato, número uno por Izquierda Unida/En Pie. Resulta esperanzador que exista un candidato de izquierda que rompa el molde: Mato es cristiano de base, tiene trayectoria de economista en la empresa privada (incluso fue directivo) y su padre fue policía nacional en los años de plomo del País Vasco (por lo tanto, vacunado con la tolerancia de cierta izquierda respecto a ETA). Además, Mato tienen sentido del humor, ya que cuando Iglesias le pide que recomiende una película responde “Tal y como están las cosas, ‘La Vida de Brian'”, de Monty Python”.
Se refiere, sin duda, a la escena del Frente Popular de Judea, donde satirizan las divisiones artificiales de la izquierda. El caso es que el partido de Sánchez Mato también protagonizó un sainete digna de Monty Python al organizar en Lavapiés un acto titulado “Nuestro centro es la periferia”. Flipante reivindicar tu interés por la periferia en un barrio que queda a una parada de la Puerta del Sol.
https://twitter.com/EnPieMunicipal/status/1127921434435760129?ref_src=twsrc%5Etfw
Bullying en Valdoviño
De acuerdo, en esta columna presta demasiada atención a los candidatos de Madrid y Barcelona. En parte, porque son las dos ciudades más pop de España, en parte porque a los periodistas de la capital nos cuesta atender al resto del territorio nacional. En nuestro descargo, puedo alegar que hice un esfuerzo por buscar gracias en otras comunidades pero me puso triste el troleo a los carteles del candidato del PP en Valvodiño, condado de Ferrol.
Parece que si no eres tan guapo como Albert Rivera y Pedro Sánchez te conviertes en pasto de bromas con tu físico. Basta ya de candidatos Cortefiel y empecemos a hacer chistes con las propuestas, no con los parecidos a Ralph Wiggum de ‘Los Simpsons’ , que según Wikipedia “representa el estereotipo de escolar lerdo”. No al bullying electoral.
Retiradas y victorias
Cualquier estrella pop sabe que los silencios y retiradas sirven para que el público te eche más de menos. Esa parece la técnica de Vox y PSOE, los dos partidos más discretos durante esta triple campaña. Ángel Gabilondo ha construido un perfil político de hombre tranquilo o ciego de trankimazines que desfila impasible entre las trifulcas políticas (más tieso que Leonard Cohen en su etapa zen).
Vox venían medio deprimidos de las generales y han optado por un perfil bajo y algún exabrupto suelto para electrizar a los suyos. Cuando nadie lo esperaba, ambos partidos se enzarzaron en el choque más sucio de la campaña, el episodio de la mujer de Ábalos haciendo comentarios racistas sobre el diputado de Vox. La cosa tiene pinta de acabar en tribunales. Como en el planeta pop, los ambientes más “progres” sorprenden muchas veces con los comentarios más “fachas”, sin duda por el relax que supone creer que encarnas el Bien.
¿Qué pensaría Antonio Gramsci?
Más Madrid hizo la campaña más pop de todas, en parte porque le siguen decenas de hípsters de las industrias creativas dispuestos a surtirles de GIFS, memes, carteles y lo que se tercie. Ya convirtieron a Carmena en icono pop antes de que fuera alcaldesa. El momento más flipante de 2019 fue un encuentro sobre cultura en el parque del Oeste, donde Errejón se permitió citar a Gramsci, concretamente la frase “no hay cambio político si antes no hay un cambio cultural”. El problema es que el contexto refutaba sus palabras.
A su lado estaban Bob Pop, Almudena Grandes, Santiago Auserón y el grupo indie The Hinds, una alineación que no desentonaría en un acto del PSOE. Hablando en plata, Errejón y Carmena han hecho una campaña tan ‘chic’, ‘cool’ y ‘fashion’ que parece que les sobren las gente con pinta de enlace sindical. Por eso el mejor meme de estos días fue el que les compara con “Zoolander 2”. El equipo de campaña de Más Madrid también nos regaló un reguetón donde miembros del partido rinden tributo a Bad Bunny, incluidas rimas contra el periodista y ecsritor Federico Jiménez Losantos. La izquierda por fin perrea.