Trabajadores y empresas dedicadas a la música en vivo tenían la esperanza puesta en el verano. Confiaban en que con el avance de la vacunación y ante una previsible mejora de la situación epidemiológica pudiesen salir a flote tras un año para olvidar. Sin embargo, la intención del Gobierno de limitar los eventos multitudinarios hasta otoño ha provocado el enfado de un sector al que la pandemia de covid-19 ha golpeado duramente.
Mientras no se consiga la inmunidad de grupo, el Ministerio de Sanidad planea prohibir o limitar al máximo los eventos multitudinarios, especialmente en aquellas provincias que estén en riesgo extremo —por encima de los 250 casos de incidencia acumulada a 14 días—, ya sean al exterior como en el interior.
Este planteamiento del Ejecutivo, como era de esperar, se ha topado con la total oposición del sector de la música en vivo. Desde la Federación de la Música en España, Es Música, hacen un llamamiento a la “movilización” ante las posibles prohibiciones que califican de “absurdas”. Defienden que el mundo de la cultura ha sido "un absoluto ejemplo de seguridad y responsabilidad" durante estos meses y cargan contra la "inoperancia" del Ministerio de Cultura.
“Se aplicarían unas limitaciones mucho más severas que las permitidas durante los peores momentos de la crisis sanitaria, y especialmente en una época en la que gran parte de los eventos se realizan al aire libre”, aseguran. Pese a que varios festivales ya anunciaron su suspensión, una vez más, hasta el próximo año, en muchas ciudades hay programados conciertos al aire libre para los meses de verano que ahora dependen de la decisión del Ministerio de Sanidad.
Se están ignorando los protocolos y medidas que justifican la celebración de espectáculos seguros en contexto covid-19”
La Federación de la Música en España elaboró dos documentos en los que se recogen criterios técnicos sobre aforos, sectorización, trazabilidad y prevención de aglomeraciones para garantizar la seguridad sanitaria sin necesidad de restricciones extremas. Por ello, lamentan que el sector no haya sido consultado sobre estas nuevas medidas, sino más bien todo lo contrario: “Se están ignorando los protocolos y medidas que justifican la celebración de espectáculos seguros en contexto covid-19”.
Además, señalan que todavía no se conocen los resultados científicos del concierto experimental de Love of Lesbian en Barcelona, en el que los 5.000 asistentes no guardaron la distancia de seguridad pero previamente se habían sometido a pruebas de detección.
Sobre el Ministerio de Cultura, Es Música denuncia que el planteamiento del Gobierno supone “un claro incumplimiento” del compromiso que en una reunión mantenida el pasado 12 de marzo de 2021 se adoptó desde la cartera que dirige José Manuel Rodríguez Uribes, cuando se mostró a favor de impulsar una mejora y unificación de criterios sobre aforos y protocolos sanitarios para conciertos y eventos culturales.
La “debacle insólita” de la música en directo
En 2020 la música en directo sufrió “una debacle insólita” tras registrar una caída del 63,7% en los ingresos por venta de entradas, según datos del Anuario de la música en vivo publicado por la Asociación de Promotores Musicales (APM). Se recaudaron 138,5 millones frente a los 382,5 millones del 2019. Se trata, aseguran los promotores, del peor dato de los últimos 15 años.
Antes de la irrupción de la pandemia de coronavirus, las perspectivas hacían prever un ejercicio de récord al registrarse buenos datos durante los primeros meses de 2020. En enero del año pasado la industria de la música en vivo alcanzó una facturación neta de 23,5 millones de euros, un 21,92% más que en el mismo periodo del año anterior. Se trata de la mejor cifra de un mes de enero de la historia.
En cuanto al número de conciertos, en 2020 se celebraron un total de 11.851 eventos de este tipo frente a los 91.106 de 2019. Además, según datos de la SGAE, el año pasado se registraron un total de 2,5 millones de espectadores frente a los 21.667.930 de 2019.
