Después de alcanzar su mínimo histórico, el consumo legal de música, teniendo en cuenta el mercado físico y el digital, aumentó en el primer semestre de 2012 un 2,2 por ciento respecto al mismo período de 2011, una subida que el sector achaca a que un gran volumen de las compras de Navidad se aplazaron a enero.
Según la estadística dada a conocer hoy por Promusicae, que engloba a la mayoría de compañías productoras de música en España, las ventas pasaron de rendir 62,6 millones de euros en 2011 a 63,9 millones en 2012, algo que valoran como "un espejismo".
Esta entidad subraya en este sentido que junio se ha comportado a la baja, con un 14 por ciento menos de ventas que el mismo mes del año anterior.
En efecto, las cifras de 2012 se mantienen aún muy lejos del dinero recaudado en 2010 -77 millones- o en 2009 -87,7 millones-, más aún de 2008 -el doble, 126,5 millones-, pero frena y amortigua la tendencia al descenso. Sin ir más lejos, el negocio global cayó un 18 por ciento en el primer semestre de 2011 respecto a 2010.
Una trascendencia decisiva la ha tenido el comportamiento del mercado digital, que se estabiliza con unos ingresos de 24,6 millones de euros, esto es, un 7,5 por ciento más que en 2011 (22,9 millones).
Cabe señalar que, año a año, esa tendencia al alza de lo digital decelera y parece aproximarse a su techo. En el primer semestre de 2010, el incremento fue del 30 por ciento y en 2011, del 15,4.
Sea como fuere, este ámbito se va equilibrando con el físico. Así, un 38,5 por ciento del total de la música que se consumió legalmente en España en lo que llevamos de 2012, se realizó a través de las nuevas tecnologías.
De este carro han tirado las descargas, que aumentan un 16 por ciento, y más aún los ingresos por servicios de suscripción al estilo de Spotify, que ascienden un 115 por ciento respecto a 2011 hasta constituir ya un tercio del volumen de negocio digital.
Quizás por ello, Promusicae incide en que caen los sistemas de escucha en línea financiados por publicidad.
También parecen haber tocado límite, aunque esta vez en sentido negativo, las ventas en discos y DVD musicales, que experimentan su duodécimo descenso anual consecutivo, hasta los 39,3 millones de euros.
Esa caída supone algo menos del 1 % de diferencia respecto a los ingresos de 2011, que fueron de 39,7 millones. Respecto a informes anteriores, el descenso es más bien simbólico, ya que en la comparación 2011-2010 hubo un descalabro del 30 por ciento y en la de 2010-2009 la caída fue del 21 por ciento.
El presidente de Promusicae, Antonio Guisasola, opina en una nota difundida por esta entidad que el sector "sigue tocando suelo después de una década absolutamente trágica, marcada por la piratería (primero física, luego digital) y la desprotección jurídica más lacerante".
En su opinión, la "tímida consolidación del mercado digital" podría constituir un elemento esperanzador, pero la piratería constituye aún "un lastre intolerable" y no ayuda, denuncia, que "la famosa Ley Sinde haya entrado en funcionamiento con mucha más tibieza que rigor".
Según las últimas cifras facilitadas por el Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales, correspondientes al primer semestre de 2011, solo dos de cada cien canciones se descargaron en internet de manera legal en España y el valor estimado de los temas musicales pirateados fue de 2.746 millones de euros.
Guisasola lamenta que, aunque "la industria de la música grabada ha realizado un esfuerzo inmenso en soluciones imaginativas e innovadoras", el sector se da "de bruces con la mala situación general, el brutal quebranto de la piratería y la condescendencia jurídica", hasta desembocar "en el peor escenario posible".