Cultura

Walt Disney y su lado más maniático y obsesivo

Peter Stephan Jungk ha presentado en España El americano perfecto, el libro en el que se basa la ópera que se estrenará mundialmente el 22 de enero, con el mismo título del libro, en el Teatro Real.

Walt Disney era de origen francés y no español y su cuerpo no está congelado porque fue incinerado a las 30 horas de fallecer, dos "leyendas urbanas" sobre el padre de Mickey Mouse que contribuirá a desmentir la ópera que el Real produce sobre el libro de Peter Stephan Jungk, El americano perfecto, el cual ha sido presentado en España por su propio autor, el cual ha explicado sus aportaciones a la ópera que se estrenará mundialmente el 22 de enero, con el mismo título del libro.

The american perfect tiene música Philip Glass, quien recibió de Gerdard Mortier, director artístico del Teatro Real, el encargo de poner música al libro de Jungk. Así, Mortier le animó a componer la que será la primera obra de ficción que protagonice uno de los personajes más famosos de la historia, "más que Confucio o la reina de Inglaterra, William Shakespeare, Mark Twain o Adolf Hitler", según él mismo decía. "No hay un mundo mejor que el que hemos dibujado", "dice" Disney (1901, Chicago-1966, Burbank) en su "biografía ficcionalizada" o "novela biografiada", editada en España por Turner, y en la que Jungk juega con "una gran mayoría de datos ciertos", proporcionados, entre otras fuentes, por el dibujante Ward Kimball, y con "la invención total" porque, justifica, "el personaje lo permite".

Su dibujo del padre del Pato Donald transita entre el egocentrismo maniático, el racismo imperdonable y una embarazosa inmadurez a la vez que lo hace fascinante en su capacidad de lograr que los animadores le entregaran sin reservas toda su energía e inspiración. El escritor llevaba "mucho tiempo" queriendo hacer "algo" sobre Disney y en 1988 escribió una obra de teatro sobre él. "Cuando terminé supe que no era lo que quería. En 2001, centenario del nacimiento de Disney, un editor alemán me convenció para publicar una novela sobre él. Pensé que la reacción de los estudios iba a ser tremenda, pero no hicieron nada en absoluto", ha reconocido entre Jungk (California, 1952).

Mortier le sugirió en 2004 que "aquello" podía ser una ópera. "Pasaron otros tres años y entonces me llamó para decirme que Glass quería hacer la música. Y aquí estamos", ha resumido. El autor, que vive en París desde 1988, ha asegurado que los dos mitos sobre Disney más extendidos en España, sus orígenes y lo que sucedió con sus restos, no son más que rumores, porque su familia, de apellido Isigny, procede de Normandía (Francia), y sus restos son cenizas desde el 16 de diciembre de 1966. Su deseo, ha precisado, fue que hubieran probado con él un proceso de criogenización, conservado en nitrógeno líquido, pero la familia decidió que ese era un capricho tan infantil como sus dibujos animados y que lo que procedía era la cremación.

Al productor, que quería que se le recordara como "un narrador de historias", se le acaba "tomando cariño" en el libro a pesar de que no haya madre en "Blancanieves", "Pinocho" o "Cenicienta", que a la de "Bambi" la maten, y que haya tantas brujas como sombríos presagios, reconoce Jungk. El americano perfecto pretende ser una confesión, escrita en prisión por un personaje de ficción, Wilhelm Dantine, un animador austríaco que trabajó durante varios años con Disney y que está obsesionado por entender a un hombre que "ni dibujaba, ni escribía, ni rodaba. Solo daba indicaciones o criticaba mientras insistía en que todo el crédito debía ser exclusivamente para él".

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