Es un debutante, pero no un desconocido. Su disco está ahora mismo en el segundo lugar de descargas de iTunes, solo superado por el último trabajo de su colega Bad Bunny. Con el conejito malo ya compartió colaboración en 2019, el célebre himno “Kemba Walker”, dedicado al base de los Boston Celtics. “Su forma de jugar siempre me llamó la atención, hasta el punto de que mi perro se llama Kemba”, explica Carrión a Vozpópuli en conversación telefónica desde San Juan, capital Puerto Rico. El tema, que apenas tuvo promoción, suena totalmente adictivo y suma cincuenta millones de escuchas solamente en Youtube. Luego llegó su primer éxito de radiofórmula, la romántica y amarga “Mi error”, con la colaboración de Zion.
¿Cómo se siente al debutar en el año en que Bad Bunny se ha convertido en el primer artista que se cuelga la medalla de ‘más escuchado del mundo’ cantando en castellano? “Es un momento importante, algo se iba intuyendo ya, pero finalmente ha llegado. Lo crucial es comprender que esto no es una meta, sino un principio para nuestro género musical. Lo mejor está por llegar”, subraya. Las cifras de Carrión ya son impresionantes: más de 400 millones de 'streamings', siete millones de oyentes mensuales en Spotify y 349 millones de reproducciones en su canal de Youtube, todo ello apenas publicado Monarca.
A veces siento que tengo el mundo en mis manos/ lo único que tengo es mi palabra y mis dos gramos", dicen las rimas iniciales del disco
La industria musical tiene muchas esperanzas puestas en él. Su primer trabajo se anuncia en un cartel luminoso de Times Square, tal y como ocurrió con El mal querer de Rosalía. De confianza va sobrado, como muestran las primeras rimas de "Mírame": "A veces siento que tengo el mundo en mis manos/ lo único que tengo es mi palabra y mis dos gramos/ yo no tengo amigos, tengo hermanos/ todo lo que hicimos no fue en vano”, recita este compositor nacido a finales de 1994.
Reyes del rap
Estos delirios de grandeza entroncan con las leyendas del hip-hop estadounidense. “Siempre me han gustado Eminem, Lil’ Wayne, Jay-Z, Kanye West, Big Sean… Por supuesto, también los artistas de trap y reguetón en español, pero a esos más que ídolos los considero compañeros y amigos. Los superventas en español han colaborado conmigo cuando no era nadie y si ahora me llega a mí alguien con talento y solamente 5.000 seguidores en redes también voy a participar, incluso sin cobrar si ese artista me parece interesante”, confiesa.
Intocable en la cabina/ los fanes dicen esto es cocaína/ soy chef sin tocar una cocina/ 'bad bitch' de PR, Carolina”, escupe"
El colaborador más famoso del disco es el colombiano J. Balvin, que aporta en el macarreo latino de “Tata”, cuya letra habla de moverse en un Ferrari escarlata para hacer tríos con “una española y una croata”. El mismo tono despliega “Toretto”, dedicado al personaje de la saga Fast & Furious, un tema donde Carrión rima Wuhan con Wu-Tang Clan y remata con versos como estos: “Intocable en la cabina/ los fanes dicen esto es cocaína/ soy chef sin tocar una cocina/ bad bitch de PR, Carolina”, escupe. Otro momento que destaca es la densa base musical de "Progreso", bañada en psicodelia popera.
Hagamos recuento. Para empezar, este año las dos máximas figuras del género, Bad Bunny y Anuel AA, han anunciado que su retiro puede estar cercano, incluso ser inminente. El exitoso J. Balvin saltó definitivamente a las grandes ligas pop, entre apariciones en la Super Bowl y canciones para el taquillazo Bob Esponja. El icónico Maluma anda algo apagado y no está claro hasta dónde puede estirar su personaje de ‘latin lover’ insaciable. Con este mapa de la situación, no es raro que se mire a Eladio Carrión como una de las grandes esperanzas para renovar el género. Hablamos del hijo de un militar, también músico y compositor de salsa, que se ha pasado la juventud viajando. “He vivido en muchas zonas: Kansas, Hawai, Baltimore…Incluso pasé unos años en Alaska, un Estado donde la gente no baila ni para quitarse el frío, pero que es tan bonito que tengo un gran recuerdo”, comparte. Pronto sabremos hasta qué punto su disco hace bailar a un planeta deseoso de salir de fiesta.