Cada vez se escucha de forma más habitual los "esto da para una serie" (forma renovada de "da para un libro"). La sociedad está tan acostumbrada a que la realidad supere la ficción que ya es extraño que las plataformas de 'streaming' no saquen rédito a través de docuseries o ficciones de sucesos. Los últimos hechos ocurridos en el festival Burning Man, que se celebra en Estados Unidos, son ejemplo de ello.
El evento estival, que tiene lugar desde 1986 y que ha llegado a congregar a más de 70.000 personas, no ha vivido su mejor temporada. La cita en al noreste de Reno, en el desierto de Nevada, ha experimentado durante días una pesadilla.
Miles de personas se quedaron atrapadas mientras que otras han intentado escapar andando entre el fango del desierto, después de que las lluvias torrenciales que se produjeron la noche del viernes colapsaran el recinto.
Los organizadores del festival instaron a los asistentes a que se refugiaran y que no intentaran salir por su cuenta de la zona, que quedó completamente enfangada, pero centenares de ellos decidieron escapar caminando a través del desierto. Algunos lograron llegar hasta una carretera principal para esperar a los autobuses.
La organización del Burning Man informó de que en el recinto había más de 70.000 personas atrapadas. Entre los que habían huido, tal y como muestran las imágenes difundidas por las redes sociales, estaban el cómico Chris Rock y el DJ Diplo, que caminaron durante 10 kilómetros.
Las carreteras seguían empapadas y los organizadores insistían en la necesidad de permanecer en el lugar y de, en caso de haber cogido los vehículos, no salir de ellos. Una compañía que afirmaba tenerlo todo para "sobrevivir a eventos climáticos como este", aunque pedían a los asistentes que racionasen el agua y la comida.
Investigan la muerte de una persona
Las peores noticias llegaron este domingo, cuando las autoridades confirmaron que habían hallado un cuerpo en la zona. Por el momento se desconoce si corresponde a alguno de los asistentes al evento y si ha ocurrido por el temporal, por lo que están investigando la muerte.
Los asistentes al Burning Man han podido empezar a salir del recinto este lunes, cuyas operaciones de evacuación empezaron a las 14.00 hora local (21.00 GMT) gracias a que algunas carreteras y caminos se habían secado lo suficiente como para permitir la circulación de vehículos.
A última hora de este lunes permanecían en el recinto unas 64.000 personas. Tras comenzar la evacuación, la organización del festival ha lanzado un comunicado en el que piden "no olvidar limpiar el campamento" antes de irse.
Qué es el Burning Man
El Festival Burning Man tiene lugar cada año en un lago seco del desierto de Nevada, donde se construye, además, una ciudad temporal a la que se puede acceder a través de una autopista de dos carriles, la llamada Black Rock City (BRC). Debe su nombre al ritual que realiza cada año: quemar una enorme escultura de madera con forma de hombre durante la noche del sábado. En silencio. Dedicado a las personas que han fallecido.
Entre las características que más llaman la atención de esa cita estival es que en ella no se aceptan comercios ni marcas y se promueve, supuestamente, la desmercantilización y el aprovechamiento de la energía colectiva de los asistentes.
Eso sí, teniendo en cuenta que las entradas al festival tienen un precio de entre 1.500 y 2.750 dólares más impuestos y tasas y que el pase para vehículos cuesta entre 150 y 575 dólares. Por ese precio sí existen las llamadas "tiendas gratuitas", donde se regalan, por ejemplo, abrazos. Solo se vende hielo y café y se puede practicar el trueque.
Aún es pronto para desvelar si esto tendrá o no una notable repercusión en el evento, si habrá miles de reclamaciones y solicitud de venta de entradas o si la próxima edición habrá un desplome de compras. Lo que sí hay es, sin duda, una oportunidad para el 'streaming' para contar qué ha ocurrido estos días en los que miles de asistentes se han quedado varados.
El Festival de Woodstock: ira, violaciones y muerte
No sería la primera vez que un evento musical sufre una pesadilla en su última edición y sobre el que se realiza una docuserie. El Festival de Woodstock se presentó a finales de los 60 como una congregación hippie de música de rock. Un evento al que acudieron entre 400.000 y 500.000 personas -pese a que la organización esperaba unas 60.000- y se convirtió en el icono de una generación hastiada de las guerras y que pregonaba la paz y el amor, con el destacado consumo de drogas como el LSD y la marihuana.
Sin embargo, la edición de 1999 quedó marcada por la ira, los disturbios y la destrucción. Netflix estrenó el documental 'Fiasco total: Woodstock 99', donde se recoge como las difíciles condiciones ambientales, los precios, las malas condiciones sanitarias, las enfermedades, el acoso sexual y las violaciones, los saqueos, el vandalismo, los incendios provocados, la violencia y la muerte fueron protagonistas.
La estafa millonaria del Fyre Festival
Además, tanto Netflix como Hulu contaron la historia del Fyre Festival, una cita en una isla de las Bahamas con lujos y con la promesa de que los asistentes convivirían con personajes famosos. Los precios de las entradas iban desde los 900 hasta los 45.000 euros y rostros como los de Emily Ratajkowski, Kendall Jenner, Bella Hadid, Hailey Baldwin, Alessandra Ambrosio o Elsa Hosk cedieron su imagen para promocionarlo (cedieron combrando 300.000 dólares por un anuncio en Instagram).
No obstante, todo fue parte de una estafa millonaria. Nada de lo que se vendía en sus anuncios era real y muchas personas habían pagado ingentes cantidades de dinero por algo que no existía ni se asemejaba lo más mínimo a la realidad. De esta manera, el FBI tomó cartas en el asunto y llegó a investigar los hechos.
En marzo de 2018, el propulsor de todo, Billy McFarland, se declaró culpable de un cargo de fraude electrónico y fue condenado a seis años de prisión y a la incautación de 26 millones de dólares.
El condenado por una estafa millonaria tuiteó en abril, ante el asombro de la red social, que habría una segunda parte del festival.
McFarland tuiteó el 9 de abril de 2023, ante el asombro de la red social, que habría una segunda parte del festival.
Tras alardear del evento como "el festival del que más se habló en el mundo", su segunda edición ya tiene página web, destino (el Caribe) y fecha (el 6 de diciembre). No solo eso, ha anunciado que las primeras 100 entradas ya han sido vendidas y las siguientes tendrán un precio mínimo de 799 dólares (las más caras serán de 7.999 dólares).