Cultura

Scarlett Johansson da alas a las "fake news" en una comedia sobre la llegada a la luna

Protagoniza junto a Channing Tatum 'Fly me to the moon', una comedia romántica que imagina el rodaje de la llegada del hombre a la luna

En 2002 se estrenó Operación Luna, un falso documental dirigido por William Karel en el que se aseguraba que la NASA había contratado a Stanley Kubrick para rodar en un estudio la supuesta llegada del Apolo 11 a la luna, uno de los temas favoritos de la conspiranoia mundial. El objetivo de aquella película, que se pudo ver en el canal Arte, era hacer creer al espectador que las imágenes que se emitieron el 20 de junio de 1969 eran, en realidad, un montaje cinematográfico rodado en un estudio, con actores profesionales para interpretar a Neil Armstrong y Buzz Aldrin, y un decorado ficticio para emular el paisaje lunar.

Ahora, la cinta Fly me to the moon recoge aquel guante con una vuelta de tuerca en tono de comedia romántica y de película histórica que plantea una situación similar desde la ficción: ¿y si la llegada a la luna se hubiera convertido en un asunto de estado tan importante como para no dejar al azar las imágenes de los primeros pasos en la luna? Greg Berlanti (Con amor, Simón, 2018) es el encargado de dirigir esta propuesta que llega ahora a los cines, en la que se cruzan miradas románticas con "fake news".

La protagonista de esta historia es Kelly Jones (Scarlett Johansson), una experta en publicidad que recibe la misión de mejorar la imagen pública de la NASA y rodar un falso alunizaje para evitar cualquier signo de debilidad ante Rusia si los acontecimientos se tuercen. En la estación conoce a Cole Davies (Channing Tatum), el director de lanzamiento, tan atraído como molesto por la presencia de una mujer dispuesta a hacer lo imposible por vender la luna a los ciudadanos estadounidenses y al resto del mundo.

Scarlett Johansson no solo protagoniza sino que también produce esta película, que lleva estos días de promoción por varios puntos del planeta, y con la que ha llegado también a Madrid. En ella, el equipo ha contado con la colaboración de la NASA, que les ha prestado imágenes inéditas para el rodaje, algunas de las cuales aparecen en este filme, al tiempo que contaron con el testimonio de algunos de los técnicos que trabajaron en esta misión hace ya más de medio siglo.

Fly me to the moon parte de una premisa ligera, divertida y juguetona que se permite trastear con las lagunas históricas, las teorías de la conspiración y las múltiples versiones que se han escrito sobre la llegada del hombre a la luna, y se vale de un personaje femenino con un pasado oscuro, muchas herramientas de supervivencia y también mucha caradura, la que probablemente la habrá convertido en una de las ejecutivas de cuentas más infalibles de Nueva York. Su perfil camaleónico y su capacidad de convicción llaman la atención de un trabajador del gobierno de Nixon (a quien interpreta Woody Harrelson), que reclama su maestría para un trabajo secreto.

Scarlett Johansson y Channing Tatum

Si bien es cierto que tras la premisa central de esta película hay una historia de enamoramiento y de fascinación, lo cierto es que el encuentro entre Scarlett Johansson y Channing Tatum no opaca la gesta de la mujer a la que retrata, una publicista fuerte, independiente y con mucho coraje, capaz de convertir en un éxito una campaña de imagen gubernamental con o sin la colaboración de los astronautas con los que trabaja.

Con unos cines que se encontraban sedientos de películas refrescantes, Fly me to the moon no ofrece más que lo que aparenta: un ritmo ligero, con la densidad suficiente para no aburrir pero tampoco resultar insustancial; una historia alternativa atractiva y creíble; y un magnetismo entre los actores protagonistas que no pasa desapercibido para el espectador, según esta redactora de Vozpópuli.

No inventa la pólvora ni lo pretende, tan solo permite pasar un buen rato con una historia dulce y entrañable que, en esencia, habla de lo difícil que resulta en ocasiones conocer a quienes tenemos cerca. Puede que uno eche en falta algo más de finura en la trama y que incluso resulte irregular, con una emoción condensada en la parte final, pero la película de Scarlett Johansson puede ser suficiente para evocar la fascinación de una época en la que el mundo soñaba con llegar a la luna.

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