Cualquiera conoce o al menos le suenan nombres como los de los hermanos Lumière, Georges Méliès o Charles Pathé, imprescindibles para entender el nacimiento del cine. Francia se ha preocupado siempre de cultivar el terreno cultural y sacar pecho de sus contribuciones artísticas, incluso en las ocasiones en las que algunos personajes extranjeros encontraron en el territorio galo la inspiración, el apoyo o la materia prima para desarrollar sus obras.
Sin embargo, desde hace unos años, otros países (entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Italia, España o Alemania) están poniendo énfasis en su aportación a los orígenes del cine y, en esta ocasión, es el turno del español Segundo de Chomón, "padre" de los técnicos cinematográficos y conocido por muchos como el Méliès patrio: este año se conmemora el 150 aniversario de su nacimiento.
Segundo de Chomón nació en Teruel el 17 de octubre de 1871 y falleció en París el 2 de mayo de 1929. Hijo de un médico militar aficionado a la fotografía, pronto se trasladó a Barcelona, ciudad con la que mantuvo un fuerte vínculo a lo largo de su vida, para más tarde, a mediados de 1895, irse a vivir a París, poco antes del acontecimiento cinematográfico de los hermanos Lumière. Tras pasar dos años como voluntario en la guerra de Cuba -entre 1897 y 1899- regresó a la ciudad condal, donde primero instaló un taller de coloreado y luego trabajó como operador.
Uno de los hitos en la carrera de Segundo de Chomón fue su contrato en 1905 como miembro de la Pathé, la productora más importante del momento, que podría ser comparada hoy en día con cualquier gran estudio de "Hollywood", tal y como ha destacado en declaraciones a Vozpópuli Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Cataluña, institución que durante este año ha programado exposiciones, mesas redondas y otros actos para recordar la figura de este visionario del cine. Allí, el técnico realizó algunos de sus trabajos más importantes, como L’Hotel eléctrique (1908), hasta que en 1912 aceptó una oferta de la Italia Films para continuar su carrera en Turín como operador especializado en trucajes.
De aquella época destacan títulos como Padre (1912), Cabiria (1914) Tigre real (1916) o La guerra y el sueño de Momi (1916), todos ellos dirigidos por Giovanni Pastrone. De nuevo en París, a partir de 1923, participó en el rodaje de Napoleón (1926) de Abel Gance y tras el logro de conseguir presentar la película en color, en 1923 recibió la gran Medalla de Oro de la Exposición Internacional de Fotografía, Óptica y Cinematografía de Turín.
Segundo de Chomón puede ser calificado de "ilusionista", ya que era alguien "capaz, por un lado, de jugar con los efectos especiales y, por otro, de transmitir la idea del cine como ilusión de la realidad", según señala el director de la Filmoteca de Cataluña
Esteve Riambau ha destacado su dimensión como "visionario" y como "técnico". A su juicio, Segundo de Chomón puede ser calificado de "ilusionista", ya que era alguien "capaz, por un lado, de jugar con los efectos especiales y, por otro de transmitir la idea del cine como ilusión de la realidad". Asimismo, tenía una capacidad de anticipación extraordinaria en los tres grandes campos que cultivó y que se reivindica ahora desde las instituciones españolas: los efectos especiales, el coloreado de las películas en blanco y negro y el cine de animación, "tres puntales del cine contemporáneo".
En el legado artístico de Segundo de Chomón, Riambau destaca su contribución a la "stop motion" y, de hecho, una de las películas que la Filmoteca de Cataluña proyecta dentro de la conmemoración del año Segundo de Chomón es Fantastic Mr. Fox (2009), de Wes Anderson, "heredera de las técnicas" de este pionero español. Además, pone de relieve sus "trucajes maravillosos" y la "paleta de color" en su taller de coloreado, una actividad que desarrolló entre 1908 y 1915 con trabajadoras que coloreaban "fotograma a fotograma" con "pinceles muy finos".
Segundo de Chomón y Méliès, eterna comparación
El nombre de Segundo de Chomón está cada vez más olvidado debido a la "amnesia cada vez más extendida" de un "presente virtual" en el que se desconocen los orígenes, tal y como destaca el director de la Filmoteca catalana, institución que trata de aproximar su trabajo con el de los profesionales de la actualidad con motivo del 150 aniversario de este artista, que a su juicio "cómo mínimo está al lado de Méliès con todos los méritos".
Méliès era un hombre de teatro que murió arruinado porque nunca entendió el cine, sino que entendió la cámara como parte de su magia teatral, mientras que Chomón entendió su lenguaje cuando nadie lo veía", destaca Mariona Bruzzo
Sobre este asunto, Mariona Bruzzo, una de las comisarias de las actividades que realiza la Filmoteca este año, ha destacado la injusticia de comparar a Segundo de Chomón con Georges Méliès. "Méliès era un hombre de teatro que murió arruinado porque nunca entendió el cine, sino que entendió la cámara como parte de su magia teatral, mientras que Chomón entendió su lenguaje cuando nadie lo veía. Descubrió la cámara como forma de controlar el espacio y el tiempo para crear otros universos", ha señalado.
Mientras que el ilusionista francés es un personaje universal reconocido por abrir una serie de puertas al "introducir el cine como espectáculo teatral", Chomón "las cruzó, fue más allá y trabajó hasta su muerte siendo reclamado por los grandes cineastas de ese momento a lo largo de su vida". Sin embargo, lo cierto es que Méliès, en tanto que era un hombre de teatro, "necesitaba proyectarse y ser famoso", mientras que Chomón "nunca se reivindicó ni puso el foco sobre su persona", lo que ha reforzado el "olvido" que se tiene en torno a su figura. "Los efectos especiales son hoy esenciales en el cine y él se ha mantenido discreto", apunta.
Asimismo, Josetxo Cerdán, el director de la Filmoteca Española, que en 2019 dedicó varias actividades en torno a su obra con motivo del 90º aniversario de su fallecimiento, ha reconocido a este periódico que, así como Méliès tuvo su reivindicación por parte de Francia, en España Chomón no ha tenido la misma "importancia institucional". "Segundo de Chomón se coloca en el origen de todo lo que hoy es muy importante en el cine: los efectos especiales. Tener un pionero de eso en el cine español es para estar muy contentos", ha recalcado.