El tono es serio. El tema también. Puede parecer recurrente, algo de lo que se habla cada vez que se publica un informe nuevo o con la celebración de premios a profesionales del cine. Pero a día de hoy, solo el 19% de películas españolas están dirigidas por mujeres, las guionistas apenas ocupan un 12% del total y a nivel internacional solo una mujer ha recibido el Oscar a mejor directora desde 1928 -Kathryn Bigelow en 2009 por 'En tierra hostil'-. Estos son solo algunos datos de la situación actual de la mujer en el cine publicados por la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA). Porcentajes que, entre otras consecuencias, provocan que los nuevos talentos femeninos salgan fuera a labrarse un futuro y a testar oportunidades. Un caso es el de Laia Costa. Ha sido nominada a los premios BAFTA (Academia Británica) y ya tiene el de la Academia de Cine Alemán.
Vozpópuli ha hablado con dos referentes del mundo de la interpretación. Juana Macías, con ocho proyectos como directora a sus espaldas y ganadora del Goya al mejor cortometraje por 'Siete cafés por semana' (1999). Asimismo, es vicepresidenta de CIMA. Macías es consciente de que en casos de grandes agencias de management las mujeres representadas escasean: "Las escuelas y las facultades están llenas de mujeres, pero entre las que estudian para ser profesionales hay un coladero en el que caen muchísimas".
"A las mujeres les cuesta hacer su primera película, su segunda, su tercera…", añade. Una de las razones estaría en la calidad de los papeles que interpretan estas actrices noveles. "Los papeles femeninos son mucho menos importantes que los masculinos", apunta. "Al talento femenino le cuesta más despuntar o tener una oportunidad que proyectos liderados por hombres", sentencia.
Hay cada vez mejores generaciones de actores y de actrices, pero hay pocas oportunidades para las segundas"
Por otro lado, más de 15 películas, 10 series de televisión y 20 obras de teatro hacen a Berta Ojea una de las mujeres más representativas de la cultura audiovisual española. Ojea opina que la principal razón por la que pueda existir una especie de 'fuga de talento' es que "el talento joven no se cuida en España". "Creo que hay cada vez mejores generaciones de actores y de actrices, pero hay pocas oportunidades para las segundas", señala. Como portavoz de la Secretaría de Unión de Actores y Actrices, Ojea apunta que "en los Premios Goya siempre hay una media de edad en los hombres que reciben el galardón a mejor actor 10 años por encima de la actriz que lo recibe (…) En la industria del cine español un hombre puede empezar a ser actor de niño y acabar sus días con su profesión, esto no ocurre con las mujeres".
Este diario ya habló de la dura brecha de edad a la que se enfrentan las actrices españolas, pero es un hecho en el que ambas profesionales quieren incidir. "A las mujeres no se les permite envejecer (…) Sabemos que hay papeles de mujeres de 50 años interpretados por actrices de 30, a partir de esa edad empiezas a hacer de abuela", afirma Ojea. "Es algo que solamente nos ocurre a nosotras", añade. "Las mujeres a partir de esa edad empiezan a ser personajes secundarios y sus historias siempre quedan en un segundo plano", asegura.
Es una contradicción, ocurre cuando los derechos de las mujeres están más avanzados"
La actriz de películas como 'La voz dormida' (dirigida por Benito Zambrano) u '800 balas' (por Álex de la Iglesia), afirma que la situación actual no ocurría años atrás: "Estamos ante mujeres que cumplen un perfil muy joven y empeñado en una delgadez extrema y eso es un retroceso". "Es una contradicción, ocurre en contra de una sociedad en la que cada vez los derechos de las mujeres están más avanzados", afirma. Ojea atribuye esta antítesis a que "hay mujeres que gobiernan países". Sin embargo, los tópicos continúan. En la cumbre del G20 Women20, los comentarios sesgados como que "solo buscaban la foto" no tardaron en surgir. "Cuando se reúnen mandatarios no suceden estas cosas, en el caso de hombres se dice que hay debate. Además Angela Merkel creo que ya tiene muchas fotos en su vida", bromea la actriz.
No obstante, la seriedad en la conversación llega con los estereotipos de las series y películas para adolescentes. "Seguimos viendo unas relaciones de cara a los adolescentes y los jóvenes que no hacen avanzar en el terreno de la igualdad", apunta. "Es preocupante cómo los adolescentes están creciendo en esa relación de dominio y de cómo los chicos ejercen eso que se denuncia continuamente", añade.
La directora del último largometraje protagonizado por Paco León y Alexandra Jiménez, 'Embarazados' (2016) está de acuerdo. "Esto afecta a todos los modelos y personajes que se están lanzando a la sociedad, a los referentes de las nuevas generaciones", señala. Asimismo, Macías saca otro punto a relucir: la sociedad no está suficiente informada de la brecha salarial, laboral y de edad que sufren las actrices en España. "Es una contradicción, hay una conciencia social que indica que esto no es lógico que suceda, parece que hay mucha menos desigualdad de la que realmente hay", dice.
Una cultura "conservadora"
La paradoja de la función que se atribuye a la cultura y su realidad es un problema "latente y preocupante" para Ojea. "La cultura debería tener la responsabilidad social de estar avanzada, es lo que hemos ido entendiendo que era, pero en el terrero de la igualdad de género es profundamente conservadora", afirma. Asimismo, asegura que en España "hay pocas directoras" porque la industria "no apuesta por ellas ni por los personajes femeninos". "Cuando la cultura se queda detrás de la sociedad algo no está funcionando", lamenta.
Como referente en este sector, Macías narra que como directora "se tiene la sensación de tener que demostrar más". "A veces a las mujeres nos pasa que tú no eres tú. Tú eres tú y el resto de mujeres", afirma. Macías lo describe como "una presión" que afecta solo a las mujeres. Sin embargo, quiere empezar por el principio: "No habría que cuidar el talento, habría que dar oportunidades e impulsar, luego, ya nos cuidaremos", señala.
Ambas son optimistas y hablan de la situación actual de forma positiva. "Es una situación mejorable pero que se puede cambiar siempre que nos movamos, sino tardará demasiado en cambiarse", dice Macías. "Ya hemos pasado la fase de la queja, ahora es la fase de la acción, las cosas en positivo se cambian mucho mejor", añade. Por su parte Ojea es entusiasta: "Confío mucho en la cultura, se lo debe a los hombres y mujeres que la consumen y que esperan ver mucho más allá y dejar de lado la mirada del pasado". "El hecho de que me estén haciendo ahora una entrevista para saber qué ocurre es un hecho muy significativo e importante", concluye.