"Todos juntos sólo somos en la última mitad de siglo un solo dolor; ese dolor es hoy lo que somos; ese dolor es ahora nuestro estado espiritual", con esas palabras, el escritor Thomas Bernhard recibió el Premio de Literatura de Bremen. Él, el esperpento centroeuropeo, el odiador vocacional, el aguafiestas; él, Bernhard, el hombre que detestaba los reconocimientos, eligió hablar de dolor para recoger uno.
Testigo de la historia de su país, Austria, y completo renovador de su literatura, a la que dedicó tanto desprecio como desvelos, Bernhard regresa a los escenarios españoles con la adaptación que ha hecho el actor y dramaturgo Pep Tosar del libro póstumo Mis premios –un volumen que el propio Bernhard había dejado preparado para publicar y que recoge nueve discursos suyos de aceptación de premios literarios-.
La obra de Tosar lleva por título Con la claridad aumenta el frío -alude al título de uno de los discursos incluidos en el volumen- y se presenta hasta el 19 de octubre en el Teatro de la Abadía. A decir de Pep Tosar, esta es una "comedia de salón" en la que el personaje de Bernhard –interpretado por él- recibe a un periodista para hablarle de sus premios y las ceremonias a las que ha tenido que asistir para recogerlos.
Bernhard, autor de una obra que incluye 19 novelas, 17 obras teatrales y poesía, es acaso más conocido por su saga autobiográfica (El origen, El sótano, El aliento, El frío y Un niño), en la que revela a un ser humano doliente y hermético.
Pesimista y moralista en buenas dosis, Bernhard tiene sin embargo un uso del humor que, si bien no es del todo sencillo detectar en su narrativa, estalla en su dramaturgia. Y es justamente allí donde Pep Tosar hinca, gustoso, el diente. Desde que leyó El malogrado no pudo detenerse y ahora lleva al escritor al escenario, y qué mejor que el Teatro de la Abadía, un lugar perfecto para los montajes donde el músculo radica, justamente, en la figura del autor, del texto.
"Hace 50 años, Bernhard ya reflejaba la realidad que vivimos ahora"
-No es un autor nada sencillo e incluso se podría decir que poco llevado al teatro en España. ¿Por qué Bernhard?
-Elijo a Bernhard de la misma forma que he elegido a tantos otros, porque veo algún reflejo mío en él. Hace 50 años, Bernhard ya reflejaba la realidad que vivimos ahora. No sé si de forma visionaria o lúcida, los textos de Bernhard remiten a la realidad de nuestros días. Su mirada ya debía percibir los inicios de la barbarie en la que nos vemos envueltos.
-¿Pero por qué este libro? ¿Por qué justamente este?
-No elegí el texto por su postumidad. Cuando leí Mis premios, inmediatamente tuve la sensación de que algún día yo llevaría esto al teatro, siguiendo un impulso.
-Aunque es cierto que muchos ven en él un uso magistral del humor, hay que reconocer que la mala leche de Bernhard era antológica. ¿Qué prevalece en el montaje?
-La mala leche de Berhard hierve en nuestro espectáculo, pero no la he inventado yo. Los fragmentos que yo he recogido pues quizá estén seleccionados particular, entre con el objetivo de hablar de que se entiende como política cultural, dos palabras que una jujnto a la otra son imposibles concebir.
"Me identifico en ese sentimiento que desarrolló Berhnard hacia su país: entre el amor y el odio"
-¿Qué lado de Bernhard va encontrar el espectador?
-En el texto conocemos la reacción de Bernhard en relación a su país y eso se transmite. Hay narraciones y discursos de varios premios, el del literatura nacional austríaca, por ejemplo, en el que Bernhard alude a las actitudes políticas de los personajes culturales, que terminan pareciendo un sainete esperpéntico.
- ¿Odia usted como Bernhard?
-Me identifico en ese sentimiento que desarrolló Berhnard hacia su país: entre el amor y el odio. Amamos mucho pero tenemos demasiados motivos para sentirnos hastiados.
-¿Por qué cree que se conoce más al Bernhard novelista que al dramaturgo?
-En una entrevista, Bernhard (que amaba el teatro y quiso ser actor incluso) dice sin embargo que el teatro lo pisotea todo. De alguna forma estoy de acuerdo, pero él en lugar de huir del teatro –como muchos autores que en la juventud escribieron teatro y escaparon hacia la narrativa- siguió escribiéndolo. En el teatro vivimos con la amenaza permanente de parecer vulgares.
-Ponerse en los zapatos de Bernhard, eso sí que resulta amenazante
-He tratado de ser fiel más al contenido de su obra. En los últimos años he hecho espectáculos biográficos sobre escritores y con todos he utilizado una aproximación distinta. Con Bernhard no busco una recreación fidedigna de su carácter, he tratado de sumergirme en el contenido y sacar mis conclusiones a partir de ahí. Busco aquella parte del texto que me ha hecho amarlo.
Con la claridad aumenta el frío
A partir del libro Mis premios de Thomas Bernhard
Dirección: Pep Tosar
Producción: Grec 2013 Festival de Barcelona y Compañía Pep Tosar
Duración aproximada: 1 h. y 30 min.
Teatro de La Abadía, Centro de Creación de la Comunidad de Madrid
C/ Fernández de los Ríos, 42 · 28015 · Madrid
Sala Juan de la Cruz
1 - 19 octubre, 2014
De martes a sábado, 19:30 h.
Domingo, 18:30 h