Mikel Izal está de vuelta, ya sin sus compañeros de banda, para emprender un nuevo camino en solitario. El artista vitoriano ha publicado 'El miedo y el paraíso', un álbum de diez canciones repleto de intensidad que equivale a hacer un viaje desde la oscuridad hasta un lugar idílico. Un disco que el propio cantante reconoce haber compuesto como terapia y que ha sido el punto de partida hacia su propia sanación.
El disco fue grabado sin fecha de publicación hace dos años y medio, justo después de que Izal publicase Hogar. Se 'confinó' en un piso de Valencia, donde se dedicó a vomitar letras sobre el papel hasta conseguir pulir las que irían definitivamente en el álbum. Ahora, en noviembre de 2023, conocemos el resultado final tras cuatro adelantos entre los que destaca 'El paraíso', un tema que no ha parado de sonar durante todo el verano y que tuvo un fuerte impacto en redes sociales como Instagram o TikTok.
Para grabarlo trabajó con Santos&Fluren, productores a los que consideran "colegas" y que le han permitido trabajar sin prisa, mimando al máximo cada tema. El resultado es óptimo: se trata de un álbum con una enorme riqueza musical, con gran influencia electrónica para crear sonidos novedosos. Estos se combinan con otros instrumentos más clásicos como las guitarras, el piano o los violines para crear un disco único. En definitiva, una producción exquisita y muy cuidada. Por otro lado, la variedad de las percusiones es enorme. En 'El miedo' introduce el sonido de la txalaparta, muy común en su tierra, Vitoria, pero también hay sonidos selváticos o con más influencia electrónica.
La versión en vinilo refleja dos caras del estado de ánimo: mientras la cara A muestra los sentimientos negativos, la cara B supone la sanación del artista en su camino hasta llegar al Paraíso. Unos temas que sorprenden porque a nivel musical plasman el sentimiento que se manifiesta en cada título: mientras 'El paraíso' es una auténtica fiesta, 'El grito' es un desahogo mientras que 'La huida' cuenta con un eco, emulando el efecto Doppler.
Precisamente este último tema es una gran muestra de la riqueza musical de 'El miedo y el paraíso', ya que arranca con una base de rap que concluye con un estribillo con ritmos latinos. Todo ello sin perder la concordancia musical con el resto del disco y con el uso de sonidos más clásicos al mismo tiempo.
A nivel vocal, Mikel Izal muestra nuevos matices para expresar más emociones, algo que exige el cambio de sonido que ha experimentado en esta nueva carrera en solitario. Los lleva a cabo en un disco difícil, menos digerible que los anteriores con excepción de 'Hogar', que apostaba por un sonido más cercano a la nueva etapa del cantante y entrecerraba así las puertas al 'mainstream' que Copacabana o Autoterapia.
El disco ha cuidado al máximo hasta el arte. Todo el apartado visual del disco es una delicia y refleja a la perfección el concepto de cada canción: se trata de lugares vacíos, melancólicos, pero con un neón que aunque frío le da luz y le permite brillar.
Pese al riesgo que supone iniciar una nueva etapa tras un éxito rotundo, Mikel Izal ya tiene por delante una gran gira de conciertos en salas y teatros, algunos de ellos con todo el papel vendido. Reconoce que le apetecía hacer algo más íntimo, alejarse de los grandes escenarios como el Wizink, aunque no descarta volver a tocar ahí si el público se lo permite. Pese a que la gira será de 'El miedo y el paraíso', tocará los temas de su antigua banda, aunque no de la misma forma -será una producción parecida a la del nuevo disco- para respetar el trabajo de sus excompañeros.
Con el disco, la gira y un tema que ha pegado tan fuerte como 'El paraíso', Mikel Izal tiene todos los ingredientes para preparar una receta de éxito los próximos años. Con las expectativas muy altas -ya era cabeza de cartel de dos festivales sin haber lanzado el disco-, reconoce estar "acojonado" ante esta nueva etapa que comienza ahora.