Es, sin duda alguna, el rey indiscutible de la dieta mediterránea. El aceite de oliva es considerado un tesoro de nuestra gastronomía, no solo por su calidad y sabor, también por sus propiedades y sus indiscutibles beneficios para la salud.
Aunque durante años fue duramente castigado y puesto en duda por su alto contenido en grasas, el tiempo y las investigaciones han ofrecido al aceite de oliva el lugar que se merece, el de un indispensable de nuestra cocina. Así, toda dieta saludable recomendada tanto por especialistas como por reconocidos organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Fundación Española del Corazón (FEC), aconseja su consumo diario.
Y es que, tal y como demuestran los estudios, gracias a su contenido en ácido oleico, principal componente del llamado oro líquido, y en polifenoles (admiradas sustancias antioxidantes), el aceite de oliva es uno de los mejores aliados de la salud que ayuda a prevenir algunas graves enfermedades.
Las enfermedades que el aceite de oliva ayuda a prevenir
Y precisamente los beneficios del ácido oleico, que representa hasta el 80 por ciento de la composición del aceite de oliva, ha sido el objeto de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Sevilla que confirma que el consumo de esta joya de la dieta mediterránea ayuda a prevenir diferentes enfermedades.
Cáncer
Enfermedades como el cáncer. Según recoge este estudio, el ácido oleico, también presente en otros alimentos como el aguacate o los frutos secos, es una molécula anticancerígena por sus efectos inhibidores sobre la sobreexpresión del oncogén. Además, es antiinflamatoria, lo que evita el ambiente inflamatorio que las células cancerígenas necesitan para crecer.
Alzhéimer
Además, las conclusiones apuntan a que el aceite de oliva, y su ácido oleico por el que recibe su nombre, ayuda a prevenir el alzhéimer, una enfermedad ocasionada por la muerte de las neuronas y la destrucción de las conexiones que existen entre ellas. Así, esta sustancia, ayuda a dichas conexiones evitando el deterioro cognitivo.
El ácido oleico es uno de los componentes principales de las membranas de las células, incluidas las neuronas. De hecho, en pacientes con alzhéimer o con trastornos depresivos mayores se ha observado una significativa disminución del nivel de ácido oleico.
Colesterol elevado
El consumo de aceite de oliva también es beneficioso para controlar la hipercolesterolemia. Tal y como apuntan los investigadores de la Universidad de Sevilla, el ácido oleico inhibe la expresión de las proteínas asociadas al transporte del colesterol. Una realidad que apoyan muchos otros expertos como la Fundación Española del Corazón, que apunta: “El aceite de oliva está constituido principalmente por ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), que no solo reduce el colesterol LDL ‘malo’, sino que aumenta el colesterol HDL ‘bueno’ y tiene un alto nivel de vitaminas liposolubles, especialmente la vitamina E y de antioxidantes”.
Otras enfermedades que puedes prevenir consumiendo aceite de oliva
Pero estas no son las únicas buenas noticias relacionadas con el aceite de oliva. Y es que son muchos los estudios que avalan sus propiedades beneficiosas para la salud y su capacidad para prevenir o combatir algunas de las enfermedades más frecuentes.
Uno de los estudios más populares es el desarrollado por la Escuela de Salud Pública T. Chan de la Universidad de Harvard que señala que las personas que consumen aceite de oliva de manera habitual reducen el riesgo de muerte prematura causada por cardiopatías o enfermedades neurodegenerativas, en comparación con quienes no lo consumen.
Otra investigación, realizada por científicos de la Universidad de Málaga, demostró que el consumo diario de hidroxitirosol, un polifenol presente en el aceite de oliva virgen extra, reduce (e incluso se apunta podrían llegar a evitar) problemas vasculares derivados de la diabetes mellitus.
Y la hipertensión, enfermedad que los expertos aseguran sufren cerca de 14 millones de personas en España, también cuenta con un aliado en el aceite de oliva. Según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen es capaz de reducir la presión arterial de las personas con hipertensión.