Una dieta mediterránea rica en aceite de oliva es capaz de reducir a largo plazo la necesidad de la medicación de los pacientes con diabetes de tipo dos, según un estudio cuyas conclusiones han sido dadas a conocer por la Universidad del País Vasco UPV/EHU.
El ensayo clínico se ha realizado entre 3230 diabéticos durante más de tres años a los que se les asignaron al azar tres dietas.
La primera de las pautas alimentarias incluía, junto a la dieta mediterránea, aceite de oliva virgen extra; la segunda cambiaba el aceite por una mezcla de frutos secos, y la tercera recomendaba una dieta baja en grasas.
Finalmente, y tras analizar a los tres grupos, se ha constatado que las personas asignadas a la dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra, llegaban a reducir en un 22 % la necesidad de iniciar medicación antidiabética en comparación con el grupo al que se le había recomendado únicamente la dieta baja en grasas.
Mejor control glucémico
"La menor necesidad de medicación (ya sea oral o inyectable) con el patrón de dieta mediterránea y aceite de oliva virgen extra probablemente refleje el mejor control glucémico que se obtuvo con esta dieta durante el largo seguimiento del estudio", explica Fernando Arós, uno de los investigadores que ha llevado a cabo este trabajo.
Asegura que el patrón dietético ha sido, "sin duda, el determinante" en estos resultados, ya que no se pueden explicar por consumir menos calorías, hacer más actividad física o por pérdida de peso, puesto que tales aspectos no formaban parte del ensayo y no hubo diferencias al respecto entre los tres grupos.
Los resultados de este trabajo se han publicado en la revista Diabetes Care y el Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) de Obesidad y Nutrición continúa trabajando en esta investigación.
La UPV/EHU ha recordado que la diabetes ha alcanzado proporciones epidémicas, ya que afectaba a 451 millones de personas en todo el mundo en 2017, y se sitúa en la "vanguardia de los problemas más graves actualmente para la salud pública. Al menos una de cada diez personas adultas en España está afectada por la diabetes tipo dos".