Estamos hartos de leer cosas sobre adelgazar. Que si come esto, que si no comas aquello, que si cuidado con los refrescos... y un largo etcétera que al final lo único que nos causa es ansiedad y desconcierto.
A pesar de esta inmensa cantidad de información contradictoria, en realidad perder peso es mucho más fácil de lo que imaginamos, pues solo hay que controlar los horarios, sobre todo, de la cena.
Como te hemos dicho en más de una ocasión, a la hora de perder peso debes tener muy en cuenta las horas que eliges para hacer las comidas, pues no es lo mismo meterle al cuerpo 600 calorías para desayunar que para cenar.
El único truco que funciona para adelgazar rápido
Programar de manera inteligente los horarios de las ingestas es vital si quieres tener éxito con tu dieta, ya sea con la cetogénica o con cualquiera que hagas. Incluso si no sigues ningún régimen específico, la "crononutrición", como se llama a la teoría de comer a una hora determinada, te hará adelgazar rápido, aunque no quieras.
De hecho, lo suyo sería que redujeses el 75% de tu consumo de calorías antes de las 14 horas. Por no liarte, te resumimos a continuación a qué horas deberías comer.
1) Desayuno y media mañana
Si es un poco antes no hay problema, pero las 9 de la mañana es perfecto para darle al cuerpo la primera carga energética de la jornada. Como ya sabrás, deberías hacer un desayuno que incluya proteínas, sobre todo huevos.
A media mañana nada de bollería ni hidratos nada sanos. Lo mejor es una frutita o verduras. También puedes optar por un yogur desnatado o frutos secos (un puñadito solo).
2) Comida
Según la crononutrición, deberías comer a las tres de la tarde como muy tarde. Lo ideal, si estás tratando de adelgazar o mantenerte, es que hicieses un almuerzo con proteína y grasas saludables. Ejemplo: salmón con verduras al horno o a la plancha.
3) Cena
Si quieres perder peso, lo mejor es que cenes sobre las 20 horas como tarde. Tu cena debe estar compuesta de alimentos ricos en proteínas con triptófano, ya que se convierte en melatonina cuando es procesado por el cuerpo, lo que te ayudará a conciliar el sueño. Este aminoácido lo contienen los plátanos, las nueces, la carne blanca, el pescado y los huevos.
Otros trucos que funcionan para adelgazar
Además de elegir de forma inteligente los horarios de comidas, es bueno que controles un poco qué comes o qué haces a lo largo del día. A continuación, te resumimos algunos trucos que potenciarán tu pérdida de peso:
1) Algo de ejercicio a la semana
Antes no te movías del sofá y no pasaba nada. Ahora, el ejercicio es esencial. Con realizar 30 minutos de cardio al día será suficiente para que quemes esas calorías extra. Recuerda que para perder un kilo has de tener un déficit de 7.000 calorías. Es decir, si cada día quemas 200 (y te portas bien con la dieta), tardarás 35 días en bajar un kilo en la báscula.
2) Di sí a la fibra
La fibra hace maravillas si hablamos de adelgazar. Los alimentos ricos en fibra tienden a ser más abundantes que el resto, por lo que es probable que comas menos y te mantengas satisfecho por más tiempo.
3) Más proteína
No todas las proteínas son igual de buenas. Debes escoger el pavo magro, el pollo, el salmón y las verduras. Las barras proteicas o los batidos pueden ser buenos, pero no debes elegir las opciones endulzadas.
También es recomendable que comas no solo proteínas en una sola toma, sino que las distribuyas a lo largo del día. La proteína es un alimento termogénico, es decir, que solo con digerirlo ya estás quemando calorías. Alrededor de 30 calorías de las 100 consumidas se quemarán simplemente a través del proceso digestivo.
4) Cuidado con las ensaladas
Ya te contamos en este artículo que las ensaladas las carga el diablo. Has de tener cuidado con los aderezos y los complementos que lleven, pues puedes creer que estás eligiendo una opción sana cuando no es así. Si vas a comer ensalada, lo ideal es que la adereces con aceite de oliva y vinagre balsámico (y no demasiado).
5) Menos dulces y menos alcohol
Si quieres tener un cuerpo más sano y delgado, eliminar el azúcar es la clave, sobre todo si ya hemos pasado la barrera de los 45 años, pues cuando los niveles de estrógeno y progesterona comienzan a fluctuar, nos volvemos más sensibles al azúcar, y cuando ingerimos este tipo de hidratos de carbono, nuestro azúcar en sangre se dispara. Esto desemboca, irremediablemente, en un almacenamiento más rápido de la grasa y en una mayor sensibilidad al azúcar.
Asimismo, lo mejor es no beber apenas alcohol, ya que son calorías vacías que nos llevarán a comer grasas e hidratos nada sanos.
[Ver: Estas son las bebidas que más engordan]
Y esto es todo, lector. ¿Cuánto quieres adelgazar?