Aunque no reviste gravedad y suele desaparecer por sí sola con el paso de los días, la congestión nasal es uno de los síntomas más comunes durante los meses de invierno. Es en esta época del año cuando gripes y resfriados se convierten en los molestos protagonistas de nuestro día a día. Y es que la proliferación de los virus, el frío y los contrastes de temperatura hacen que los casos de estas afecciones se multipliquen notablemente.
Aunque se cree que la congestión nasal se produce por una acumulación de mucosidad, lo cierto es que se debe a una inflamación de la membrana que cubre el interior de la nariz, lo que provoca esa obstrucción que hace difícil respirar.
Es entonces cuando buscamos algún remedio para acabar con este incómodo síntoma, capaz de afectar a la normalidad de nuestro día a día. Aunque no todas las soluciones son igual de adecuadas.
Desde hace tiempo, los expertos piden precaución a la hora de utilizar los aerosoles y productos de venta libre que inundan el mercado para este fin, ya que pueden ocasionar un efecto rebote provocando incluso más congestión, tal y como señalan desde la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
Además, algunos de estos productos, utilizados de manera repetida, pueden incluso producir daños en los senos nasales. Por ello, antes de recurrir a medicamentos, es recomendable consultar con un especialista.
Trucos naturales para aliviar la congestión nasal
Tal y comentábamos, la congestión nasal suele desaparecer por sí sola a los pocos días (aunque se puede llegar a extender incluso una semana). Durante este tiempo, podemos llevar a cabo algunas recomendaciones naturales que nos ayudarán a aliviar la molestia:
- Hacer vahos: el vapor es una de las soluciones más eficaces. Por ello, hacer vahos es uno de los trucos más utilizados para aliviar la congestión nasal. ¡Y funciona! Tan solo hay que hervir agua y respirar profundamente utilizando una toalla para que no se escape el vapor. Puedes utilizar alguna esencia o planta aromática como el eucalipto que tiene propiedades expectorantes.
- Tomar una ducha caliente: al igual que los vahos, el vapor de una ducha con el agua caliente ayuda a disolver la mucosidad y a reducir la inflamación, al menos durante un tiempo.
- Beber abundante agua: mantenerse hidratado siempre es importarte, y también una buena manera para descongestionar la nariz. El agua ayuda a diluir la mucosidad y facilita la eliminación de las secreciones, mejorando la respiración. También puedes tomar tés e infusiones calientes.
- Hacer lavados nasales: el lavado nasal es uno de las soluciones más efectivas para aliviar la congestión nasal. Muy utilizado en los niños, esta técnica es una buena forma de limpiar los conductos nasales que también ayuda a humedecer las mucosas. Aunque hay quien prefiere utilizar preparados caseros, existen productos específicos a la venta, como suero salino o agua de mar, para realizarlos.
- Aplicar compresas calientes: otro de los trucos que recomiendan los expertos es colocar un paño humedecido en agua caliente en la zona de los ojos y la nariz durante cinco minutos. Esto, aplicado varias veces al día, aliviará la congestión mejorando la circulación de tus senos nasales y la presión.
- Realizar masajes: realizar un masaje suave en la zona que hay entre ceja y ceja puede ayudar a acabar con la gestión nasal. Para ello, haz movimientos ligeros y circulares durante un minuto para reducir la presión de la mucosa y prevenir la sequedad en las fosas nasales.
- Humedecer el ambiente: para aumentar la humedad en una habitación puedes colocar recipientes con agua cerca de alguna fuente de calor o utilizar un humidificador. Así, conseguirás disolver la mucosidad de los senos nasales y aliviar la inflamación que causa la congestión.