El laurel, además de ser una hierba aromática utilizada en la cocina para dar sabor, es un tesoro natural con propiedades medicinales sorprendentes. A lo largo de los siglos, ha sido apreciado por sus beneficios para la salud, siendo reconocido por su capacidad para combatir varias enfermedades. Aquí presentamos algunas de las dolencias en las que el laurel ha demostrado su eficacia terapéutica.
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Problemas digestivos
El laurel es conocido por su capacidad para aliviar trastornos digestivos. Seguro que a más de uno nuestras abuelas nos lo han dado alguna vez para ello. Su aceite esencial contiene componentes como el eugenol, un compuesto con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden calmar el tracto gastrointestinal.
Se ha utilizado tradicionalmente para tratar problemas como la indigestión, los gases y los espasmos estomacales.
A todo esto hay que añadirle que el laurel puede ser beneficioso también en el tratamiento de úlceras estomacales gracias a sus propiedades antibacterianas. Algunos estudios han sugerido que ciertos compuestos presentes en esta planta pueden inhibir el crecimiento de bacterias responsables de estas úlceras, promoviendo así la cicatrización y aliviando los síntomas.
Dolores musculares
El laurel ha demostrado poseer propiedades analgésicas y antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas para tratar dolores musculares y articulares. Los compuestos presentes en el aceite esencial de laurel tienen efectos relajantes en los músculos, lo que puede ser útil para aliviar calambres y dolores asociados con la tensión muscular. Su aplicación tópica en forma de compresas o aceite de masaje puede también ayudar a reducir la inflamación en articulaciones afectadas por condiciones como la artritis reumatoide u osteoartritis, proporcionando alivio temporal.
Además, utilizando cuatro hojitas de laurel, una cucharada de clavo (propiedades anestésicas) y medio limón, para combatir las bacterias, podrás crear un remedio casero contra el molesto dolor de muelas.
Problemas respiratorios
El laurel ha sido utilizado como un remedio natural para afecciones respiratorias ya siglos atrás. Sus propiedades expectorantes ayudan a eliminar la mucosidad de las vías respiratorias, aliviando la tos y facilitando la respiración. A mayores, su capacidad para actuar como un antiinflamatorio puede reducir la irritación en los pulmones, proporcionando alivio a personas con asma, bronquitis o resfriados.
Inhalar vapor de laurel (hacer vahos), que es algo que seguramente todos hemos hecho alguna vez cuando estamos congestionados, o beber té de hojas de laurel puede ser útil para calmar la tos y despejar los conductos respiratorios. Sin embargo, es importante tener precaución con las dosis y consultar a un profesional de la salud, ya que altas cantidades pueden ser tóxicas y perjudiciales.
