El verano, con sus altas temperaturas y cambios en la rutina, puede suponer un reto para las personas con diabetes. El calor, la deshidratación y los cambios en la alimentación pueden afectar a los niveles de azúcar en sangre, aumentando el riesgo de complicaciones.
Sin embargo, siguiendo algunos consejos sencillos, las personas con diabetes pueden disfrutar del verano sin poner en riesgo su salud. En este artículo, te presentamos algunos de los cuidados más importantes que debes tener en cuenta durante esta época del año según el doctor Alberto Aliaga, endocrino del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón.
Mantenerse hidratado: clave fundamental
Uno de los principales riesgos para los diabéticos en verano es la deshidratación. Las altas temperaturas y el aumento de la sudoración pueden provocar una pérdida significativa de líquidos, lo que puede afectar a los niveles de azúcar en sangre y aumentar el riesgo de complicaciones.
Para evitar la deshidratación, es fundamental beber abundante agua a lo largo del día, incluso si no tienes sed. Se recomienda beber al menos dos litros de agua al día, y más si se realiza actividad física o se está expuesto al sol durante largos periodos de tiempo.
El doctor Aliaga, concreta que los niveles de glucosa de un paciente con diabetes se pueden ver afectados “ante estados de deshidratación como consecuencia de una sudoración excesiva, pero también debido a un aumento o aceleración en la absorción de insulina inyectada, elevando, por tanto, el riesgo de hipoglucemia”.
Otros consejos importantes
Además de mantenerse hidratado, es importante que las personas con diabetes sigan estos consejos durante el verano:
- Controlar la alimentación. Es importante seguir una dieta saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras y fibra.Se deben evitar los alimentos con alto contenido en azúcar y grasas saturadas.
- Ajustar la medicación. El calor y los cambios en la dieta pueden afectar a la eficacia de la medicación para la diabetes. Es importante consultar con el médico para ajustar la dosis o el tipo de medicamento si es necesario.
- Realizar ejercicio físico. La actividad física regular es importante para controlar la diabetes. Sin embargo, es importante evitar hacer ejercicio durante las horas más calurosas del día.
- Proteger los pies. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir problemas en los pies. Es importante revisar los pies a diario en busca de heridas o úlceras, y usar calzado cómodo y transpirable.
- Cuidar la insulina. La insulina es sensible a las altas temperaturas. Es importante guardarla en un lugar fresco y seco, y evitar que se exponga al sol.