Mantener una relación a distancia no es sencillo y en muchas ocasiones, los kilómetros pueden hacer mella en la pareja por mucho amor que exista. Vivir un romance sin la rutina del día a día, sin verse a menudo y sin sentirse cerca en las cosas buenas y malas que a todos nos suceden habitualmente, puede ser idílico al comienzo, pero podría convertirse en un gran problema que termine por romper la pareja con el paso del tiempo.
¿Quién no se ha enamorado un verano de otra persona que vivía en otra ciudad o incluso en otro país? ¿Quién no ha vivido un amor entre emails (o cartas, algo ya en desuso) y llamadas telefónicas que llenaban de emoción la relación incipiente?
Para muchos, llevar una relación a distancia es una misión imposible y renuncian a ello sin ni siquiera intentarlo, pero debemos saber que, según un estudio llevado a cabo por Jeffrey Hancock de la Universidad de Cornell en colaboración con Crystal Jiang de la Universidad de Hong Kong. y que fue publicado en 'Journal of Communication', es demostrable que los amores a miles de kilómetros pueden ser más exitosos y duraderos que uno convencional.
Entre los motivos que se dan en esta investigación se habla de que en esas parejas hay un mayor grado de intimidad a la hora de comunicarse. El tiempo que pasan juntos siempre es más positivo que si estuvieran a todas horas viéndose en persona, se mantiene la individualidad y la independencia de cada miembro, hay mayor confianza entre ellos y la etapa del enamoramiento suele alargarse más en el tiempo.
Hay ocasiones en las que la relación ya comienza a miles de kilómetros y otras en las que uno de los dos miembros de la pareja tiene que cambiar de ciudad o país por motivos personales o profesionales y en ambos casos hay que aceptar los cambios y las nuevas rutinas que se nos pondrán por delante.
Si no hay un acuerdo inicial, será complicado que la relación siga para adelante. No es fácil, ya lo avisamos, pero si sigues estos consejos, será menos difícil aguantar las ganas de ver en persona al ser amado y que los encuentros físicos (y no por Skype) compensen las eternas esperas o los agotadores viajes.
Poned unas reglas
Lo primero a la hora de llevar una relación a distancia es establecer unas ‘reglas’ que los dos miembros de la pareja tengan claras. No es lo mismo una relación abierta que otra en la que no haya cabida a terceras personas. Definir cómo veis vosotros la relación, cómo os planteáis el futuro y cómo os gustaría vivir vuestro amor a miles de kilómetros es el primer paso para el éxito. No aceptes nada porque al otro le haga feliz y no dejes que nadie te imponga cómo actuar o vivir mientras el otro está en otro lugar.
Comunicación al cuadrado
Hoy en día, comunicarse es más fácil que nunca y mantener el contacto es mucho más sencillo que cuando el único medio era el teléfono (fijo) o esperar a que llegara una carta al buzón. Puedes hacer videollamadas por Skype o mandar un mensaje de amor en cualquier momento y a cualquier hora. Aprovecha las ventajas de la tecnología.
En esas llamadas, mensajes o videollamadas es importante que la comunicación fluya. Además de contaros lo que habéis hecho durante el día, buscad el apoyo de la otra persona si hay algo que os preocupa y no tengáis miedo a plantear dudas o incertidumbres que os asalten con respecto a vuestra relación. No hay que ignorar los problemas ni huir de las discusiones, si hay algo que no te gusta, díselo y habladlo con total naturalidad. Si un problema se queda enquistado, luego será más difícil solucionarlo.
La confianza lo es todo
Sin confianza, una pareja difícilmente va a funcionar, pero si hablamos además de una relación a distancia, es imposible que llegue a buen puerto. Confiar en el otro no significa tener que saber a todas horas y en todo momento dónde está, con quién o qué está haciendo. Dar libertad a la otra persona y ser tú también igual de libre es clave para que una relación salga a flote.
No te quedes en casa si no es lo que quieres, sal cuando te apetezca, comparte momentos divertidos con tus amigos y cuéntaselo a tu pareja para que vea que eres feliz incluso si no estás a su lado. Si te quiere de verdad, se sentirá igual de feliz por ti al ver que eres independiente y libre.
Respeto es otra de las palabras que no debemos olvidar a la hora de empezar un romance. Respeta sus decisiones, no juegues a los detectives, deja a un lado el miedo y no busques problemas donde seguramente no los hay y solamente te llevarán a ser más inseguro y a que el otro se vaya alejando de ti al sentirse coartado o presionado en exceso.
Un calendario para veros
Es importante tener un objetivo y saber cuál será la próxima fecha en la que uno de los dos viajará para visitar al otro. Organiza el viaje, habla con la otra persona sobre lo que haréis cuando os veáis y prepara la maleta con ilusión y muchas ganas. Piensa que serán unos días en los que quizá la otra persona no pueda tomarse unas vacaciones, por lo que haced lo que haríais si vivierais en la misma casa o en la misma ciudad.
Haced la compra juntos, prepara la cena por sorpresa para cuando llegue de trabajar, ve a recogerle al trabajo, organizad algún plan divertido para los ratos de tiempo libre o sencillamente id al cine juntos o a dar un paseo por un parque.
¿No crees que hacer la comida juntos puede ser un plan de lo más divertido? ¿Por qué no salís a desayunar a algún local que él o ella conozca? Si eres tú el que recibe la visita de la persona a la que amas, organiza algún plan especial, enséñale los sitios a los que te gusta ir y presenta a la otra persona a tus compañeros o amigos para que se sienta que forma parte de tu vida aunque no esté presente en el día a día.
Y recuerda: lo importante es aprovechar el tiempo que tengáis para estar juntos y que en esos días no haya discusiones ni peleas. Cuando llegue el momento de la despedida, decidid cuál será la próxima vez en la que os vais a volver a ver, así la espera se hará más llevadera.
Haced cosas juntos… en la distancia
No hay que tener un calendario con horas exactas para llamarse, esto puede terminar siendo agobiante y una rutina innecesaria que muchas veces uno de los dos quizá no pueda cumplir. Pero está bien saber que durante el día vais a hablar o a veros por videollamada y es divertido que hagáis cosas juntos aunque estéis lejos el uno del otro.
Por ejemplo, podéis preparar vuestras respectivas cenas al mismo tiempo; puedes llamar a la otra persona cuando estés de compras y enseñarle la ropa que quieres comprarte mientras te la pruebas; podéis ver una película al mismo tiempo e ir comentándola como si estuvierais los dos sentados en el sofá y tapados con la misma manta.
Asúmelo: una relación a distancia no es perfecta
No hay que pensar que una relación a distancia es mejor o peor que una convencional. Ni todo va a ser un drama ni todo será un camino de rosas. Como cualquier pareja, surgirán conflictos, desavenencias y diferentes maneras de ver los pequeños asuntos del día a día. Sé positivo, comprométete si es lo que ambos queréis y superad los obstáculos de la vida unidos, aunque sea cada uno en una punta del mundo.