Una persona infiel no siempre experimenta los mismos sentimientos. La culpa, la tristeza o incluso la excitación por haber cometido una infidelidad pueden aparecer, pero cada persona es un mundo y se manifiesta de una manera u otra después de haber sido desleal a su pareja sentimental. 

Según un estudio llevado a cabo por Ashley Madison, tan solo un 7,2 por ciento de las mujeres infieles se sienten culpables tras haberlo sido, mientras que en el caso de los hombres, hasta un 19,4 por ciento siente gran culpabilidad o incomodidad tras la traición. Lo más habitual cuando se produce una infidelidad en una relación de pareja es preocuparse por la persona a la que le han sido infiel, pero es cierto que el infiel también puede sentirse mal después de haber cometido la traición. 

Los valores y creencias de cada persona y los límites que establece cada pareja son clave a la hora de sentirse de una u otra forma tras haber llevado a cabo una infidelidad. Tampoco es lo mismo si la relación de pareja acaba de comenzar que si es una relación duradera o si ya se tiene incluso familia con esa persona. No todos los infieles se sienten de la misma manera y tampoco todas las infidelidades son iguales o se viven de la misma forma en una pareja. 

Los sentimientos pueden ir variando a lo largo del proceso de la infidelidad, ya que no es lo mismo el momento de excitación al cometerla, que después cuando hay que dar explicaciones a la pareja. Pero sí que hay ciertas emociones que un infiel puede sentir y que analizamos a continuación. 

Sentimientos del infiel

Antes, durante y después de haber sido infiel, una persona puede sentir diferentes emociones que pueden incluso ir cambiando con el paso de los días o de la situación en la que se encuentre la relación de pareja. Algunos de estos sentimientos o emociones pueden ser:

-Culpa. ¿Todos los infieles sienten culpabilidad? ¿La culpa aparece siempre después de una traición? La respuesta es no. De hecho, algunos estudios apuntan a que el 60 por ciento de los infieles no se siente culpable cuando pone los cuernos. Pero es cierto que este sentimiento puede aparecer al ver cómo la otra persona sufre tras la infidelidad cometida. Cuando se rompen las ‘normas’ de la pareja, uno de los dos puede sufrir y el otro sentirse culpable por hacerle sentir así.

-Miedo. Este sentimiento suele aparecer cuando se ha cometido la infidelidad y la persona infiel no quiere ser descubierta por su pareja. Seguramente surge porque sabe que si se descubre, su pareja va a terminar con la relación y puede sentir además miedo a la soledad ante la ruptura. 

-Arrepentimiento. El sentimiento de remordimiento de conciencia e incluso de arrepentimiento es muy habitual. Hay veces que la infidelidad surge de manera no planeada y el infiel puede sentir que se ha equivocado y que, aunque no hay marcha atrás, quiere tratar de solucionar el problema con su pareja. Esta emoción también surge al ver sufrir al otro.

-Excitación. Algunas personas se sienten excitados ante lo novedoso e incluso ante lo desconocido o ‘clandestino’. Esa sensación de emoción ante un romance secreto o un encuentro sin que nadie se entere puede llegar, pero es cierto que suele desaparecer una vez cometida la traición. En ese sentido puede darse incluso un sentimiento de aumento de la autoestima al sentirse deseado por otra persona.

-Duda. Sentirse confundido es otra emoción que aparece en un infiel. Quizá esa persona estaba segura de que nunca cometería una infidelidad y lo ha hecho y ahora se siente perdido porque ni siquiera se reconoce a sí mismo. Además, puede tener dudas sobre el futuro con su pareja, sobre sus sentimientos hacia ella o sobre si quiere seguir o no con la relación tras la infidelidad.

-Ansiedad. Mantener una relación paralela no es fácil, requiere mentir y ocultar información al otro, y esto puede llevar al infiel a sentir mucha ansiedad. Las consecuencias de sus actos también pueden provocar ese sentimiento, así como el ser descubierto y tener que enfrentarse a dar explicaciones a la pareja.

-Vergüenza. Esto tiene mucho que ver con los valores de la persona. Cuando se comete una infidelidad por primera vez suele aparecer este sentimiento de vergüenza ante la posibilidad de ser descubierto o de tener que contarle a la pareja lo que ha hecho. La traición puede llevar a esa persona a avergonzarse por sus acciones.

Qué pasa si le descubren

Cuando un infiel es descubierto por su pareja puede sentir dos emociones principalmente: miedo o alivio. Miedo porque le toca dar explicaciones, enfrentarse a la otra persona y su sufrimiento y a las posibles consecuencias que tenga la infidelidad, desde una separación temporal a una ruptura definitiva, por ejemplo. El alivio surge porque quizá lleva guardando la infidelidad en secreto durante mucho tiempo y eso le provoca cierto estrés. Al ser descubierto, se libera de esa tensión.

Algunos infieles tratan de continuar con el engaño y con las mentiras y niegan los hechos, pero son muchos los que dan la cara y se enfrentan a la verdad de sus hechos. Una vez aceptado que se ha hecho algo mal, puede surgir la culpa por hacer daño al otro o por haber provocado tal vez el final de esa relación. En muchas ocasiones, la pareja puede superar el momento de crisis después de acudir a terapia de pareja con un profesional, aunque otras veces terminará en ruptura.

Por qué se es infiel

No hay un motivo que justifique una infidelidad, pero sí que puede haber algunas razones que lleven a una persona a cometer una traición. Algunas de las razones son desde la pérdida de confianza en el otro a una mala comunicación, una bajada en las relaciones íntimas dentro de la pareja, la búsqueda de sentirse deseado por otro por una baja autoestima, entre otras.

Según un estudio publicado por el 'Journal of Sex Research', existen ocho motivos principales para ser infiel: ira, deseo sexual, falta de amor, negligencia, falta de compromiso, factores situacionales, autoestima y variedad.

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