El líder del PP, Alejandro Núñez Feijóo, ha acudido este viernes a Mataró para apoyar al candidato del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, siendo muy crítico con el "teatrillo" de Pedro Sánchez tras su amago de dimisión. "Es la misma función de teatro, es el mismo que dice que quiere acabar con los bulos. No encuentra una verdad desde hace 5 años. Es el mismo que dijo que no pactaría con el independentismo, es el que dijo que no pactaría con Bildu, el que dijo que traería a Puigdemont para meterle en la cárcel, el mismo dijo que no habrá amnistía ni referéndum. Nunca quiere escuchar la verdad, no quiere a los periodistas libres", ha espetado. "El voto al PP sirve para rebelarse contra el declive y la parálisis de Cataluña", ha dicho.
Feijóo ha hecho un discurso poniendo de relieve la libertad en democracia y que el PP son las siglas para los ciudadanos que son iguales en derechos y obligaciones. Lanzando un dardo a Sánchez, Feijóo ha dicho que ellos no le dan la razón y que al presidente del Gobierno "le gusta mucho escucharse a sí mismo, sin ningún control. Ahora pretende arrinconar al disidente. Quiere cancelar al crítico e imponer la censura, pero España le va a imponer la cordura democrática".
Por su parte, Fernández ha dicho que en el PP existe la pluralidad y que no son una secta, como si los socialistas. "El sectarismo destruye las sociedades, el separatismo divide a las personas y falta al legado de la transición. Nos enfrentamos al populismo, que destruye todo lo que toca, ha penetrado en la izquierda, en la derecha en algunos casos y en el nacionalismo", ha dicho Fernández, y ha recalcado que el primero de todos fue Pablo Iglesias y "sus muchachos". "Al final la casta eran ellos y los mandamos a su casa", ha dicho Fernández, y ha seguido argumentando que los siguientes fueron Puigdemont y "sus muchachos" con sus leyes de transitoriedad. Luego, ha dicho, a imagen y semejanza del expresidente de la Generalitat, que Pedro Sánchez ha sido el siguiente "hablando de sentimientos". Ha pedido coraje a las mujeres en aras de la igualdad para esconder sus vergüenzas y ha dicho que nadie en el PP le ha dicho a Begoña Gómez que se vaya a su casa. En cuanto al PSC, ha vuelto a recalcar que Illa se ofrece a sofocar que su partido mismo ha vuelvo a encender al dar oxígeno al separatismo y a hacer sido el apoyo claro al independentismo para la degradación educativa en Cataluña y el avance de las política secesionistas.
12-M en clave nacional
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se están volcando en la campaña de las elecciones catalanas del 12 de mayo, a la que han trasladado su pulso político y en la que el candidato del PSC, Salvador Illa, centra el debate sobre pactos poselectorales. La omnipresencia de Sánchez y Feijóo en la campaña catalana, muy superior a la de anteriores citas electorales, pone de manifiesto la relevancia que socialistas y populares conceden a los comicios del 12M, por todo lo que está en juego -el resultado en Cataluña puede condicionar directamente la gobernabilidad en España- y por ser el preludio de las elecciones europeas del 9 de junio.
La planificación inicial del PSC preveía la participación de Sánchez en cuatro actos en la primera mitad de la campaña, pero los planes quedaron abruptamente alterados cuando el presidente del Gobierno abrió un periodo de reflexión de cinco días, en el que suspendió su agenda y que terminó el pasado lunes, al anunciar su decisión de continuar en el cargo.
A partir de ese momento, Sánchez se activó en apoyo a Illa: el presidente del Gobierno llegó a Barcelona la noche del martes, el miércoles 1 de mayo irrumpió por sorpresa en la Feria de Abril de la capital catalana acompañado del candidato del PSC, al día siguiente protagonizó junto a él un mitin en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y mañana sábado compartirán otro acto en Montmeló (Barcelona). También Feijóo ha multiplicado su presencia en Cataluña: está previsto que participe en actos repartidos en ocho días durante la campaña, una implicación muy por encima de lo que habitualmente sucedía con los líderes nacionales del PP en anteriores convocatorias electorales catalanas.
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