Aparte de acabar con miles de especies y endurecer las condiciones de vida del planeta para millones de humanos, el cambio climático también podría arruinar el café de “los muy cafeteros”. Es la principal conclusión del primer estudio sobre el impacto de estos cambios globales sobre la planta del café y su relación con sus polinizadores, como las abejas. El trabajo, publicado este lunes en la revista PNAS, pronostica una reducción de hasta un 88% de las zonas de Latinoamérica donde se podrá cultura la planta para el año 2050 y señala algunas claves para reducir estos efectos.
Las nuevas condiciones golpearán con fuerza a los productores de café
“El café es una de las materias primas más parecidas del la Tierra y necesita de un clima adecuado y abejas polinizadores para que la producción sea buena”, asegura Taylor Ricketts, coautor del trabajo. “Este es el primer estudio que muestra cómo ambas cosas pueden cambiar con el calentamiento global de formas que golpearán con fuerza a los productores de café”. Hasta ahora ningún otro equipo había estudiado los efectos conjuntos del aumento de temperatura sobre las plantaciones y las abejas a escala continental, y el resultado indica que las peores consecuencias se producirían en Nicaragua, Honduras y Venezuela.
“El café supone el principal ingreso para millones de personas pobres que viven en zonas rurales, así que las reducciones de la cosecha afectarían al modo de vida de aquellos que ya son vulnerables”, indica el científico. A pesar de todo, el estudio ofrece algunas buenas perspectivas para otras zonas donde podría aumentar ligeramente la producción, como México, Guatemala, Colombia y Costa Rica, donde hay más zonas de montaña que soportarán mejor los efectos del calentamiento y las abejas estarán más protegidas.
Salvar los bosques para salvar el café
Uno de los aspectos más importantes del studio es el peso que otorga a la conservación de los bosques tropicales para la conservación de las plantaciones de café y la supervivencia de las abejas. En la actualidad, hasta el 91 por ciento de las áreas apropiadas para cultivar café están a menos de una milla de algún bosque tropical y se prevé que en 2050 el porcentaje aumente al 97 por ciento. Esto los convierte en cruciales para el futuro.
Las peores consecuencias se producirán en Nicaragua, Honduras y Venezuela
“Esperamos que los modelos que hemos creado para hacer estas proyecciones puedan ayudar a diseñar prácticas adecuadas de gestión, como la conservación de los bosques, ajustes de la sombra o la rotación de cultivos”, asegura Lee Hannah, también coautor. Estos modelos recomiendas básicamente seguir tres pautas: 1) Incrementar el hábitat de las abejas junto a las plantaciones de café; 2) Priorizar las prácticas de cultivo que reduzcan el impacto climático; y 3) Proteger los bosques y la vegetación local para proteger a los polinizadores y las plantaciones.
Referencia: Coupling of pollination services and coffee suitability under climate change (PNAS)