La lectura de las huellas dactilares sigue siendo la piedra angular de la investigación forense. Gracias a ella se han resuelto millones de delitos y se identifica cada día a muchos de sus autores. Pero la era de las huellas dactilares podría estar a punto de vivir una revolución. Un equipo de científicos surcoreanos, liderados por Jong-Man Kim, acaba de presentar en la revista Nature Communications un método para reconstruir huellas a partir de las marcas dejadas por los poros del sudor que resulta más barata y permitiría identificar a una persona hasta una década después de tocar una superficie.
El sistema se basa en el empleo de un polímero, el polidiacetileno, que pasa de azul a rojo al contacto con el agua y que necesita cantidades ínfimas para desatar la reacción, hasta una milésima de un milímetro cúbico. Mediante pequeñas tiras de este material, que resulta muy barato de producir, se podrían fabricar detectores de huellas que necesitan mucha menos información para reconstruir un patrón entero.
Según el propio Kim, con este sistema los forenses podrían recuperar una huella de una hoja de papel hasta una década después de haberlo tocado. El patrón de sudor de los poros es tan único como el de las huellas y no cambia con el paso de los años, así que permite perfectamente la identificación de un individuo. De hecho, los investigadores del estudio aseguran que bastarían tan solo las marcas de 20 a 40 poros para reconstruir una huella entera e identificar a su autor.
Referencia: Hydrochromic conjugated polymers for human sweat pore mapping (Nature Communications)
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