Cuatro años después de que empezase la pandemia, la COVID-19 sigue siendo una enfermedad en nuestro día a día, aunque más leve, causada por el coronavirus SARS-CoV-2. Esta semana han saltado las alarmas al enterarnos de que ha surgido una nueva variante llamada 'FLiRT', la cual fue hallada por los Estados Unidos al haber notado un repunte de los casos por COVID-19. Más concretamente, fue la Sociedad Estadounidense de Enfermedades Infecciosas (SEEI) quien cifró este repunte de casos en un 25%. Ante esta variante los investigadores internacionales todavía están aprendiendo cuan rápido se propagarán, si causarán enfermedades más o menos graves que las que hemos visto anteriormente y qué tan bien las vacunas las resistirán ante estos contagios.
New Covid strain dubbed 'FLiRT' is 'harder to stop' and has increased vaccine immunity
— SARS‑CoV‑2 (COVID-19) (@COVID19_disease) May 7, 2024
The newest Coronavirus strains have been called FLiRT, with one of them accounting for a rise of around 25% in cases across the US, as the UK death toll increased by 12%https://t.co/aH6OIGO9wW
Los síntomas de esta variante
Por ahora no hay pruebas concluyentes que certifiquen si la nueva variante puede causar una enfermedad más grave que las anteriores, por lo que se trata de enviar un mensaje de calma y paciencia a la población, ya que todo indica que esta variante tiene su origen en el mismo linaje que la variante Ómicron, que ya en 2022 causó también un elevado repunte de contagios. Aún así, tal y como indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la gravedad y el tipo de síntomas dependen del estado de salud básico y del sistema inmunitario de cada persona, más que de la propia variante que haya causado la infección. Por ello, en términos generales, los síntomas de las variantes de FLiRT son similares a los causados anteriormente, es decir, dolor de garganta, tos, fatiga, fiebre, dolor muscular, pérdida del gusto o del olfato, dificultad para respirar o incluso náuseas, vómitos y diarrea.