Alrededor de cinco millones de personas mueren cada año en todo el mundo -unas 4.000 en España- por infecciones de superbacterias resistentes a los antibióticos y tratamientos habituales. El abuso de algunos de estos medicamentos ha provocado que muchos patógenos desarrollen resistencia, lo que los hace mucho más peligrosos y hasta mortales.
Sin embargo, un estudio recién publicado en la revista Cell revela un gran hallazgo para luchar contra las superbacterias: casi un millón de nuevos antimicrobianos, potenciales antibióticos a los que los patógenos más comunes no tienen resistencia.
Los nombres lachnospirina y enterococcina todavía no suenan familiares, pues se trata de dos de los nuevos antimicrobianos entre los 863.498 recién descubiertos por científicos con la ayuda de la inteligencia artificial. Estos podrían ser muy efectivos, incluso en dosis bajas, contra bacterias tan frecuentes como E. coli o Staphylococcus aureus.
El 90% nunca se había descrito antes
Esta revolucionara investigación es un gran paso para luchar contra la resistencia a los antibióticos, que supone hoy en día una de las grandes amenazas a la salud mundial. En la búsqueda de soluciones, un equipo ha identificado casi un millón de fuentes potenciales de antibióticos en la naturaleza.
Los científicos extrajeron datos genómicos en busca de nuevos antibiótico en el microbioma mundial e identificaron 863.498 péptidos antimicrobianos prometedores, pequeñas moléculas que pueden matar o inhibir el crecimiento de microbios infecciosos. El 90% nunca se había descrito antes.
La resistencia a los antimicrobianos es una de las "principales amenazas para la salud pública, ya que mata a 1,27 millones de personas cada año", destacó el investigador Luis Pedro Coelho, de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia) y uno de los firmantes del artículo.
Sin ninguna intervención se calcula que la resistencia a los antimicrobianos podría causar hasta diez millones de muertes en el año 2050, por lo que hay "una necesidad urgente de nuevos métodos para descubrir antibióticos", agregó.
Los investigadores usaron el aprendizaje automático para analizar más de 60.000 metagenomas (una colección de genomas dentro de un entorno específico) que, en conjunto, contenían la composición genética de más de un millón de organismos. Procedían de fuentes de todo el mundo, incluidos entornos marinos y del suelo, e intestinos humanos y animales.
Un millón de posibles antibióticos
El resultado fue de casi un millón de posibles compuestos antibióticos, de los que docenas mostraban una actividad prometedora en las pruebas iniciales contra bacterias causantes de enfermedades.
El equipo verificó las predicciones probando 100 péptidos fabricados en laboratorio contra patógenos clínicamente significativos. Descubrieron que 79 alteraban las membranas bacterianas y 63 atacaban específicamente bacterias resistentes a los antibióticos, como los citados Staphylococcus aureus y Escherichia coli.
En algunos casos esas moléculas eran eficaces contra las bacterias a dosis muy bajas, resaltó otro de los firmantes César de la Fuente, de la Universidad de Pensilvania (EE UU).
En un modelo preclínico, probado en ratones infectados, el tratamiento con esos péptidos produjo resultados similares a los efectos de la polimixina B, un antibiótico comercial que se utiliza para tratar la meningitis, la neumonía, la sepsis y las infecciones del tracto urinario, según un comunicado.
Los compuestos identificados procedían de microbios que vivían en una gran variedad de hábitats, como la saliva humana, las vísceras de cerdo, el suelo y las plantas, los corales y muchos otros organismos terrestres y marinos. Esto valida el amplio enfoque de los investigadores para explorar los datos biológicos del mundo.