El contagio de una auxiliar de enfermería del Hospital Carlos III cuando atendía al misionero tiene desconcertados a los especialistas. A falta de conocer la forma de contagio, Esteban Domingo, investigador del CSIC y ex presidente de la Sociedad Española de Virología, cree que pudo producirse por algún fallo en la aplicación del protocolo o en la forma en que se explicó a los sanitarios. Charlamos con él sobre el último caso de contagio.
¿Qué es lo que más le llama la atención del caso de contagio del ébola en el Hospital Carlos III?
Lo que más me extraña es cómo pudo ocurrir el contacto de esta persona con los fluidos del enfermo. Una persona que entra a limpiar una sala de este tipo debe haber sido instruida y saber que no debe haber contacto directo entre su piel y un material que pueda contener el virus. O no ha seguido las instrucciones o las instrucciones no fueron lo suficientemente precisas.
¿Y los días que pasaron entre los primeros síntomas y el ingreso?
Ése el segundo punto que me sigue extrañando muchísimo. ¿Cómo es posible que una persona que ha sido directamente encargada del contacto con un enfermo con ébola se puede marchar de vacaciones sin las instrucción clara de que ante las primerísimos síntomas (no ya llegar a las 38,6 de fiebre) debe ingresar en el Carlos III, que es el que está preparado para ello? Aunque el protocolo lo diga, como especialista no estoy de acuerdo en aplicar la misma precaución a alguien que está en un pueblo de la sierra de Madrid, por ejemplo, y tiene un poco de fiebre, que a alguien que limpió la habitación de un paciente de ébola. Por otro lado, la respuesta al virus puede variar según la persona, y una puede tener fiebre muy alta y otros no. En cualquier caso, si hubo contacto, quizá los criterios no fueron suficientemente claros.
Aún no se conoce la vía de contagio, la posibilidad de que sea una vía nueva es muy remota o nula, ¿verdad?
Es muy remota, sí, no sé si diría nula porque los virus mutan. La evolución de este tipo de virus no suele ocurrir de modo tan rápido y que la mutación favorezca su transmisión por aire es muy improbable. Lo que debió de ocurrir es que esta persona tuvo contacto con algo contaminado. Si uno se quita el guante sin una protección en la otra mano con la que tiene el guante, por ejemplo, entramos en una carrera de posibles errores.
¿No hubo instrucciones precisas al personal?
Me preocupa la actitud de cierta limitación de lo que representa ciencia que se está produciendo. No estoy nada convencido de que todos los esfuerzos económicos necesarios se estén haciendo en este caso. No sé qué medios se han puesto, pero una falta de instrucción como la que parece que ha ocurrido me suena que las cosas no se están haciendo con la requerida abundancia de medios humanos y materiales. En otras palabras, no es lo mismo tener a una persona explicando durante una hora lo que tiene que hacer que hacer un ensayo en un laboratorio de verdad y explicarle cómo se pone el traje, entrar y salir con ella... Un caso es tener más medios, más tiempo, más personal y otro es "con el mínimo de una persona ya cubrimos el expediente".
¿Pudo contagiar la paciente a mucha gente en ese periodo que va desde el 30 de septiembre al 5 de octubre?
El peor escenario es que haya contaminado a varias personas, no solo al marido. Habría que reconstruir el recorrido de esta persona durante los seis o siete días en su periodo vacacional y pedir a todas las personas que hayan podido estar en contacto en ella que en cuanto tengan el menor síntoma inmediatamente vayan al Carlos III. No se trata de crear una alarma innecesaria, pero si estas personas están advertidas se puede evitar un mal mayor. Luego quizá tengamos 50 diagnósticos negativos, pero se habría evitado un problema.
Si la paciente entró esos días en un medio de transporte, por ejemplo, teóricamente no hay ningún peligro, ¿no?
Si estaba normal, aunque el virus se estaba multiplicando en su organismo, no tiene por qué haber contagiado a nadie en ese momento. Cualquier persona que estuvo en el autobús con ella no tiene por qué estar contaminada. Otra cosa es haber tenido un contacto. Se empezó a infectar el día último que estuvo en el hospital arreglando la habitación. Suponiendo que se contagiara ese día, hay una progresión desde ese día hasta incorporarse al hospital, es muy distinto los tres primeros días de los tres últimos, la cantidad de virus va aumentando. Por eso hace falta una ficha muy detallada de los movimientos de esa persona, aunque por lo visto se quedó en su casa. Uno de los motivos por los que el virus se expande poco, también en África, es que cuando la persona puede transmitir el virus se encuentra tan mal que sale poco de casa. Lo contrario de lo que pasó con el VIH.
Visto lo visto, ¿traer a los dos enfermos de ébola a España fue poco racional?
Es una decisión discutible, pero personalmente no me pareció arriesgada visto cómo lo estaban haciendo. Eso tenía distintos puntos de vista, claro, algunos colegas virólogos me habían dicho que no se habrían arriesgado y yo lo veía de otra forma. Estoy muy sorprendido por que se haya producido el contagio.
¿Le preocupa que la credibilidad de las autoridades sanitarias se haya visto mellada?
Evidentemente es un problema, lo que pasa es que hemos llegado a un punto de credibilidad mínima, solo hay que abrir los periódicos cada día. La diferencia es que aquí está en juego la salud de muchas personas, es que podemos tener un problema serio en Europa si no se ataja este brote, puede redundar en pérdida de visitantes, problemas de tipo económico.... hay muchas derivaciones.