La primera vez que los miembros de la Fundación para la Conservación de las Jirafas (Giraffe Conservation Foundation) vieron las fotos de una jirafa enana en un parque natural de Uganda pensaron que se trataba de una manipulación. “Mi primera reacción fue de incredulidad”, asegura el científico de la fundación Michael Brown en The New York Times. “Al principio no me lo creí”, añade David O’Connor, presidente de ‘Save Giraffes Now’. “Si te soy sincero, pensé que se trataba de Photoshop”. Mientras que las jirafas macho suelen rondar los 5 metros de alturas, este espécimen - al que los responsables del parque bautizaron como Gimli (por el personaje de “El señor de los anillos”- apenas llegaba a 2,80 m y sus patas parecían haber sido misteriosamente acortadas.
Ahora, un equipo de científicos ha identificado a Gimli como el segundo caso de enanismo en esta especie, un fenómeno extremadamente raro en estos animales. En un estudio publicado en la revista BMC Research Notes, se identifica a Gimli y a Nigel, una jirafa macho de Namibia que mide apenas 2,5 m que se localizó después, como los dos primeros casos documentados de displasia esquelética en jirafas. Para el trabajo, los investigadores analizaron las fotografías de estos dos animales en libertad y mediante técnicas de fotometría midieron cada una de sus partes del cuerpo para hacer un estudio anatómico de ambas jirafas. Tras comparar los rasgos de ambas jirafas con las de machos de la misma edad de las mismas poblaciones, descubrieron que las dos tienen patas mucho más cortas, específicamente un radio y un metacarpo mucho menos extenso que el de sus compañeras.
Este tipo de enanismo que se da en humanos y en algunos animales domésticos es muy raro entre animales salvajes y no había sido nunca observado en jirafas. Los científicos creen que esta baja estatura las hace más vulnerables ante los depredadores; de hecho llevan sin tener noticias de Gimli desde 2017 y de Nigel desde julio de 2020. También creen que estos especímenes tendrán grandes dificultades para reproducirse ya que, aunque las hembras son algo más bajitas que los machos, todavía serían demasiado altas para ellos.
“Si te soy sincero, pensé que se trataba de Photoshop”, dice uno de los expertos
La causa de este enanismo, explican en The New York Times, sigue siendo un misterio. Este tipo de fenómenos se asociado a menudo con la endogamia y la falta de diversidad genética, pero no está claro si en este caso ha sido un factor decisivo. En cualquier caso, las poblaciones de jirafas africanas están cada vez más amenazadas y su número en claro retroceso.
Referencia: Skeletal dysplasia like syndromes in wild giraffe (BMC Research Notes) | Dwarf Giraffes Discovery Surprises Scientists (The New York Times)