En febrero, la foto de un vestido de rayas se hizo viral. Para algunos, es de color negro y azul, para otros, es blanco y dorado. Ahora, neurocientíficos alemanes han demostrado que la ilusión óptica está vinculada a patrones de activación cerebral específicos. Los resultados del estudio se han publicado en la revista especializada Cortex.
El enigma lo ha resuelto el grupo de neuroplasticidad de la clínica alemana Bergmannsheil -dirigido por T. Schmidt-Wilcke- gracias a un estudio de resonancia magnética funcional (fMRI). Las investigadoras de Bochum Lara Schlaffke, Lauren Haag y Anne Golisch ofrecen nueva información sobre las diferencias en la actividad cerebral humana causada por las percepciones contrastantes, ampliando así los hallazgos de numerosos institutos de investigación que han explorado el fenómeno mediante análisis psicofísicos o detalles de los componentes de la imagen.
El estudio de la clínica de Bochum analizó a participantes que percibían el vestido como oro-blanco o negro-azul, respectivamente. En un escáner de resonancia magnética, se midió la actividad cerebral de los participantes mientras miraban la foto del vestido a través de un sistema de presentación por ordenador. En la condición de control, los participantes miraron cuadrados de colores con las mismas propiedades de color que la foto del vestido. En esta condición de control, no se identificaron diferencias entre los grupos al nombrar correctamente los colores de los cuadrados, ni en la activación cerebral durante la presentación de los cuadrados de colores. Posteriormente, los investigadores analizaron la activación cerebral en ambos grupos durante la presentación del vestido. Demostraron que en una comparación directa de los grupos, la foto desencadena una activación diferencial del cerebro, en función de su percepción.
Activación adicional
Los participantes que vieron el vestido en blanco y oro presentan activación adicional, principalmente en las áreas del cerebro frontal y parietal. Las regiones frontales están particularmente involucradas en procesos cognitivos superiores, como la atención selectiva y la toma de decisiones, mientras que las parietales procesan la información visual del lóbulo occipital.
El fenómeno del vestido ofrece un enfoque único para la investigación de las ilusiones visuales: por primera vez, los científicos tuvieron la oportunidad de estudiar un grupo de control en un caso de percepción ambigua. Antes, no existía una ilusión óptica con dos percepciones exactamente competidoras que no pudieran ser manipuladas deliberadamente. Por medio de este fenómeno, el grupo de investigación de la clínica Bergmannsheil logró identificar áreas del cerebro que causan ilusiones ópticas.
"Estos resultados amplían nuestro conocimiento de procesamiento de ilusión en el cerebro. En base a los resultados de la investigación, hemos sido capaces de cuantificar las áreas del cerebro involucradas en el proceso, por lo que hemos establecido una base para futuras investigaciones en el campo del procesamiento visual", concluyen las investigadoras.