La sesión de control al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se ha convertido en un recordatorio de la sentencia contra Eduardo Zaplana por las mordidas en las concesiones de las Inspecciones Técnicas de Vehículos.
Tanto el portavoz socialista, José Muñoz, como el de Compromís, Joan Baldoví, han empleado su tiempo en intentar establecer conexiones entre Zaplana y Mazón. Políticamente el momento álgido del exministro coincidió con el comienzo de la carrera de Mazón pero Muñoz ha ido más allá y ha situado al actual jefe del Consell como "testaferro" de Zaplana.
Baldoví ha seguido el mismo camino argumental aunque no ha ido tan lejos en sus calificativos como el portavoz socialista. Las "sospechas" que han vertido ambos contra Mazón se centran en que cuando se cometieron los hechos por los que ha sido condendo Zaplana, Mazón estaba en la dirección general de Industria.
La sentencia no lo valida
Establecer el vínculo entre el departamento de Industria y las mordidas ha sido el empeño de Muñoz y Baldoví, algo que parlamentariamente es lógico en un momento de debilidad de la oposicion. La falta de pruebas es lo que juega en contra de PSPV y Compromís, ya que en la sentencia contra Zaplana la figura de Carlos Mazón no es relevante ni está bajo sospecha.
Mazón ha mostrado su hartazgo con esta estrategia que se prolonga durante las últimas sesiones de control en las Cortes Valencianas y ha contraatacado refiréndose a Muñoz como "el representante del sanchismo" y ha asegurado que hasta la fecha no ha utilizado ninguno de los procesos judiciales abiertos contra dirigentes socialistas porque es partidario de pronunciarse cuando haya "sentencia firme" –argumento que también ha reiterado la portavoz del Consell, Ruth Merino–.
Procesos judficiales
Mazón ha indicado que durante el debate de Política General no se refirió y podía haberlo hecho a "Ábalos, el 1, Delcy, Aldama, el fiscal general del Estado, Begoña" y un largo etcétera que ha desmenuzado ante la protesta de la bancada socialista,
A Joan Baldoví también le ha recordado sus relaciones y su apoyo a personas como "Otegi, Rufián o Pablo el espía de Putin", y le ha augurado que habrá novedades en torno a Pere Mayor, uno de los cofundadores del grupo político antecesor de Compromís, en el marco del caso Azud. "Parece que se lo pasó muy bien en Burjassot", ha finalizado Mazón.
Cofrentes 2030
La única cuestión diferente a la sentencia contra Eduardo Zaplana que ha sido analizada en la sesión de control ha sido la relativa a la energía nuclear y al cierre de la planta de Cofrentes que está prevista para 2030.
El portavoz de Vox, José María Llanos, se ha mostrado favorable a la continuidad de la central y el presidente valenciano ha reiterado su compromiso para lucha por alargar la vida de Cofrentes más allá de esa fecha.
Mazón ha expresado en sus últimos días su preocupación por el hecho de que si Cofrentes puede seguir funcionando después del límite de 2030 fijado por el Gobierno de Pedro Sánchez se ha de comunicar definitivamente “tres años antes” porque los aspectos técnicos son muy complejos y se han de resolver con mucha anticipación.
En caso de que en 2027 no se haya certificado ese cierre de manera fehaciente por el Ejecutivo central y después se decida alargar la vida útil de Cofrentes, técnicamente será muy difícil garantizar la reversión y seguir alimentando la nuclear de Cofrentes que actualmente supone el 42% de la generación eléctrica que necesita la Comunidad Valenciana.
El grupo parlamentario socialista y Compromís sí están alineados con la decisión del cierre de Cofrentes y apostar "decididamente" por las energías renovables, aunque este segmento está muy lejos de ser una alternativa real en 2030 a la de la central nuclear.
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