Cultura

Colonia Dignidad, la secta alemana que se convirtió en una "pesadilla" en Chile

Todo el mundo está pegado a la pequeña pantalla pendiente de El juego del calamar, esa serie coreana de Netflix que se ha convertido en un fenómeno tras haber puesto

Todo el mundo está pegado a la pequeña pantalla pendiente de El juego del calamar, esa serie coreana de Netflix que se ha convertido en un fenómeno tras haber puesto de acuerdo a todos quienes la han visto. En su catálogo de estrenos de este mes, la plataforma también incluye otros ejemplos curiosos como la mini serie documental Colonia Dignidad, que saca a la luz documentos inéditos y nuevos testimonios en torno a una de las sectas más oscuras que ha existido.

Paul Schäfer, un exmiembro de las Juventudes Hitlerianas, viajó en 1961 a Chile huyendo de la justicia acusado de delitos sexuales. Allí, en un terreno baldío, estableció junto a otros emigrantes una colonia agrícola fértil que pronto dio paso a nuevas construcciones e incluso un hospital. Aquel predicador laico alemán y prófugo de la justicia, se convirtió a lo largo de cuatro décadas en uno de los hombres más poderosos de Latinoamérica y también en el terror de quienes convivieron con él.

Schäfer era su "líder espiritual" y "lo adoraban como si fuera Jesús", tal y como cuenta una de las voces narradoras, de una de sus víctimas. En esta "cuna del horror" había "escuelas de tortura" en la época de Pinochet, su "gran amigo". Quienes convivieron con él recuerdan aquella época como una "pesadilla" y le describen como un "demonio". Otros, especialmente los seguidores a quienes reclutó en su país natal, lo recuerdan siempre "con buen humor". Pronto, sus encuentros con los chicos más jóvenes que iban a visitarle levantaron sospechas, pero aquellos asuntos se mantuvieron bajo la alfombra.

Pero, ¿cómo empezó todo? Tras pasar una época en los bosques de Alemania, Schäfer dijo haber tenido un encuentro con Jesús, quien le ordenó que formara una comunidad de "verdaderos cristianos", por lo que empezó a predicar y a congregar a las personas que más tarde le siguieron a una tierra prometida. Su capacidad de atracción eran tan fuerte que en sus discursos uno podía escuchar un alfiler caer al suelo durante sus silencios, como recuerdan quienes vivieron con él.

Fotograma de 'Colonia Dignidad' / Netflix

"Como víctima, como niño, no es algo que le dirías a cualquiera en la calle, y es una gran carga que llevas. Mi madre no me creyó. Schäfer era el tipo amable y yo era solo un niño", cuenta una de las víctimas que sufrió abusos en Alemania. Tras las primeras denuncias, no fue detenido en el aeropuerto y consiguió escapar del país. Italia, Jordania y Egipto fueron sus primeros destinos, donde buscaba un "refugio" en el que asentarse con su comunidad, un lugar que encontró en Chile, donde fue invitado para ayudar en varios territorios tras un fuerte terremoto.

Colonia Dignidad: la comunidad de un estafador

En poco tiempo consiguió los visados para tres centenares de personas y unos terrenos al sur del país, en el interior y de "mala calidad", lo que despertó las sospechas de los vecinos. Schäfer, un "mentiroso patológico, estafador y flautista de las ratas y de las ovejas que van al matadero", según le describen quienes le conocieron, logró llevar a todos aquellos colonos alemanes al "fin del mundo", donde no tenían ni dinero ni pasaporte. Algunos escaparon y otros se vengaron, según los testimonios de esta mini serie documental, que saca a la luz horas de metraje y fotografías inéditas de aquella secta y su líder espiritual.

Colonia Dignidad es hoy Villa Baviera, una sociedad anónima que continúa teniendo un poder enorme a pesar de lo ocurrido. Allí, los hijos de los fundadores hacen revivir la cultura alemana. Cuenta con un área de turismo que dirige la hija del exdirigente economista de la colonia, Ana Schnellenkamp, a quien se ve en este documental visitando a su padre. "Me arrepiento mucho de haber sido tan insensible como un bloque de hielo", reconoce Kurt Schnellenkamp. Las sorpresas que depara este documental en torno a esta secta, que ya llevó a la gran pantalla el alemán Gallenberger con Emma Watson de protagonista, merecen la pena ser descubiertas.

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