La comisión de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado el ruego del PP en el que se instaba al Gobierno municipal que preside Ada Colau a hacer las gestiones necesarias para autorizar la instalación de pantallas gigantes de televisión durante la Eurocopa, que se disputa el próximo verano en Francia.
Los populares, apoyados por Ciutadans y PSC, habían trasladado la petición de una plataforma ciudadana, Barcelona con la Selección, que también solicitó hace tiempo que La Roja juegue algún partido en la Ciudad Condal.
La comisionada de Deporte, Marta Carranza, ha asegurado que la decisión no depende de ella, pero no le parece "adecuado" por un tema de descanso nocturno de los vecinos aunque ha destacado que el consistorio no liderará las gestiones, pero que está abierto a facilitar que una empresa privada las lleve a cabo, siempre que sea en un lugar cerrado.
Ángeles Esteller (PP) ha argumentado que la instalación de dichas pantallas interesan al conjunto de la ciudadanía de Barcelona ya que se trata de partidos con repercusión en el "ámbito internacional".
La citada asociación, formada fundamentalmente por jóvenes barceloneses agrupados a título individual, aclaró que el Ayuntamiento no tendría que gastar un solo euro. Sería la plataforma la que correría con todos los gastos y el Consistorio sólo tendría que reservar uno de los dos espacios públicos propuestos para instalar la pantalla: Plaza de Catalunya o Avenida Reina Maria Cristina.
En María Cristina se instaló una pantalla gigante para ver la final del Mundial de 2010 en la que España se proclamó campeona del mundo tras ganar a Holanda en la prórroga con un gol del barcelonista Iniesta. Aquel inolvidable 11 de julio 75.000 personas se congregaron y vibraron con La Roja.
Sin embargo, cuando Xavier Trias (Convergencia) accedió a la alcaldia, se negó a permitir la instalación de pantallas tanto durante la Eurocopa 2012 como en el Mundial 2014. Los seguidores de la selección española de fútbol deberán presenciar sus partidos de Francia 2016 en la clandestinidad de sus hogares u otro recinto cerrado. Para que no se les vea mucho.
